El gobierno de Países Bajos entregará ayuda a Venezuela a través de la isla de Curazao. El gabinete responde a una solicitud del líder opositor Juan Guaidó y de Estados Unidos. Venezuela está luchando con una gran escasez de alimentos y medicinas. Curazao debe convertirse en el centro logístico de la ayuda humanitaria desde el Caribe, informaron medios locales.
El gobierno de Holanda montará un centro de distribución de ayuda humanitaria en la isla caribeña de Curazao, anunció el ministro de Relaciones Exteriores, Stef Blok.
«El pueblo venezolano precisa de ayuda humanitaria», aseguró en la red Twitter el jefe de la cancillería holandesa.
«Por eso, Holanda y Curazao han decidido facilitar un puesto de distribución de ayuda humanitaria en Curazao, en estrecha cooperación con el presidente interino de Venezuela (Juan) Guaidó y Estados Unidos», apuntó.
Blok no adelantó cuándo ese centro de distribución comenzaría a operar, pero en una carta al Parlamento holandés explicó que las modalidades exactas serán elaboradas más adelante.
Instantes más tarde, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, elogió la decisión holandesa y apuntó que la iniciativa beneficiará al pueblo de Venezuela.
Bolton también felicitó a Holanda por la donación de un millón de euros (1,1 millón de dólares) al Comité de la Cruz Roja, que había sido anunciada esta semana.
La víspera, el primer ministro de Curazao Eugene Rhuggenaath afirmó que la isla quiere ayudar a la población venezolana.
«Pero somos conscientes de que Curazao puede tener consecuencias», dijo en alusión a posibles represalias del gobernante venezolano Nicolás Maduro. Hasta la fecha, se ha negado rotundamente a aceptar toda ayuda humanitaria extranjera.
«Estamos pensando, por ejemplo, en un cierre de la frontera marítima, que hemos experimentado antes. Si Venezuela toma una decisión que puede tener consecuencias negativas para Curazao, entonces esperamos dónde puede apoyar a nuestros aliados. Para reducir los riesgos para nuestra población», dice Rhuggenaath.
Curazao, que se encuentra a unos 80 kilómetros de las costas de Venezuela, se rige por un gobierno independiente dentro del Reino de los Países Bajos. Esto significa que puede seguir su propia política en muchos puntos, pero no en todos. La política exterior y la defensa todavía están bajo potestad de Países Bajos.
El ministro de Relaciones Exteriores, Stef Blok, explicó que los alimentos y las medicinas de Estados Unidos se llevarán a Curazao. «Ahí es donde esos suministros están preparados para el momento en que también pueden ser admitidos en Venezuela».
Blok espera que Maduro dé permiso para la ayuda.
Según el ministro, el mandatario venezolano ahora usa el refrenamiento de la ayuda como un instrumento desagradable para presionar a su propio pueblo. Él encuentra terrible que Maduro niegue los problemas.
Nuevas elecciones
El gobierno está muy preocupado por la situación en Venezuela.
«A nivel económico, social, humanitario y político, el país se está deslizando más y más», dice Blok.
Países Bajos también quieren que las elecciones se celebren en Venezuela lo antes posible. «Es por eso que también reconocimos a Guaidó como presidente interino».
Venezuela está económicamente sobre el terreno y millones de venezolanos han huido al extranjero. Guaidó se juramentó ante una multitud como presidente interino el 23 de enero como reemplazo de Maduro hasta tanto haya elecciones libres. Fue reconocido por más de 50 países de América, Europa, Asia y Oceanía.
El politólogo y director de Convite AC, Luis Francisco Cabezas, indicó que la ayuda humanitaria tiene que priorizar a los niños, mujeres embarazadas y adultos mayores, al ser la población más afectada por la crisis en la que se encuentra el país
De aproximadamente 7 millones de personas que requieren atención, las organizaciones como Convite aseguran que solo la han recibido un poco más de 1 millón
El primer ministro neerlandés, Mark Rutte, del partido Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD, centro-derecha), quería que los otros tres partidos de la coalición gubernamental instauraran un sistema de cuotas para limitar el número de niños procedentes de zonas de conflicto susceptibles de obtener asilo en Países Bajos
