Opinión

¡Al mismísimo carajo!

Otra vez Diosdado Cabello. El más agresivo de los rojos volvió por sus fueros, esta vez para amenazar a su propia gente. Cabello, en la asamblea del PSUV de la región occidental en el estado Falcón, instó a los asistentes a prepararse para “resistir todos los ataques para preservar la revolución porque es la única que garantiza la paz y la felicidad a nuestros hijos"; a dejar a un lado las divisiones y "ser chavistas rajaos".

Publicidad

Y añadió —en el típico tonito de matón de barrio que adopta cuando quiere asustar— «aquí no es el cargo de uno o del otro sino la esperanza de un pueblo. Aquí tienen que acabarse los grupos y lo único que tiene que haber es chavistas rajaos»… Y remató exigiendo «suprema lealtad» al legado de Hugo Chávez y les recordó «que la sola duda en combate es traición» ¡Huy, huy, huy!

¡Hay que ser bien caradura para pedir suprema lealtad a un pueblo que está pasando el trabajo hereje!

¿Cómo se le pide “suprema lealtad” a una madre cuyo hijo ha sido asesinado por bandas de maleantes que circulan impunes porque la “revolución” los armó? ¿Cómo se le pide “suprema lealtad” a quien llega con un familiar agonizante a la emergencia de un hospital y se encuentra que hay personas en la misma situación tiradas en el piso, porque no hay camillas ni camas? ¿O a quienes los ruletean de un hospital para otro porque no hay reactivos para hacer los exámenes, ni medicinas para calmar o curar sus dolencias, ni anestesia si necesitan operarse?

¿Cómo se le pide “suprema lealtad” a quienes esperan con infinita paciencia —y conformismo— en una larga cola para apenas comprar un paquete de pañales (¿sabrá Cabello lo poco que dura un paquete de pañales?), o fórmula de bebés, o leche, o harina de maíz, o café, o champú, o pasta de dientes, o papel toilette, o cualquier otro producto de la cesta básica y encima llega la policía a maltratarlos y a llevarse los productos? Me encantaría que Diosdado Cabello viera alguno de los videos tomados en las afueras de los supermercados, en los que la gente se cae a pescozones por un paquete de azúcar o Harina PAN y dicen con franqueza lo que piensan de este gobierno, antes de pedirles “lealtad suprema”.

¿Cómo se le pide “suprema lealtad” a quien tiene todo que perder y nada que ganar cuando se encuentra con un aparato de gobierno avasallador? ¿Cómo se le pide “suprema lealtad” a quienes en cada diligencia en los organismos públicos se topa frente a frente con la corrupción más descarada que jamás haya habido en Venezuela?

¿Cómo se le pide “suprema lealtad” a quien quiere denunciar su inconformidad y lo que se encuentra es una orden de “aguanta callado”?
¿Cómo se le pide “suprema lealtad” a quien quiere vivir en paz y lo que encuentra, además de la inseguridad que nos agobia- es un lenguaje bélico: combates, batallas, frente, guerras?

Capitán Cabello, esto no es un combate, ni una batalla, menos una guerra. Es solo un peor que pésimo gobierno. Dicen que la duda ofende… Solo a veces. Usted ofende a quienes tilda de traidores cuando tienen todas las razones del mundo para mandarlo al mismísimo carajo.

Publicidad
Publicidad