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Alexis Tsipras, líder de la izquierda radical griega, a las puertas del poder

El íder de la izquierda anti-austeridad, Alexis Tsipras, claro favorito en las legislativas de este domingo en Grecia, ha recorrido un largo camino desde desde sus inicios como joven activista comunista, retrata un perfil del corresponsal desde Atenas John Hadoulis.

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Foto: Agencia EFE

Tsipras, que se podría convertir a los 40 años en el más joven primer ministro griego en siglo y medio, concita la esperanza de toda la izquierda europea antiliberal.

«A partir de este lunes, emprenderemos una difícil tarea» aseguró el jueves en su último mitin Tsipras, que no duda un instante de su victoria.

Aunque no pertenece a una dinastía política –algo usual en Grecia– el líder izquierdista fue un prematuro militante.

El país lo descubrió como representante de un movimiento estudiantil un plató de televisión, en 1990, cuando aún adolescente, lanzó: «Queremos tener el derecho de decidir cuándo vamos a clases» .

Desde entonces, ha conservado un rostro juvenil, su admiración por el Che Guevara –uno de sus hijos se llama Orfeo-Ernesto–, y culminó sus estudios en la Escuela politécnica de Atenas, donde obtuvo un diploma de ingeniero civil.

Syriza, que Tsipras dirige desde 2008, ya fue impulsada como segunda fuerza del país y principal partido de oposición tras las elecciones legislativas del 2012.

Con 16,78% de los votos, Syriza multiplicó por cuatro su votación de las precedentes elecciones de 2009 e hizo volar en pedazos el bipartidismo que dominaba el país desde la caída del régimen de los coroneles en julio de 1974.

– No a medidas «bárbaras» –

Nacido apenas unos días después de la dictadura, Tsipras construyó el éxito de su partido sobre el rechazo a las medidas «bárbaras» del memorando de acuerdo entre Grecia y sus interlocutores internacionales, que condiciona los préstamos de ayuda al país a un drástico programa de austeridad y reformas estructurales.

Tsipras había debutado temprano en política, en el seno de las juventudes comunistas griegas KKE, a fines de los años 80. Ganó los primeros galones en la rebelión de los liceos contra una reforma de liberalización del sistema educativo a principios de los 90.

Tras abandonar la juventud comunista, Tsipras se afilió a Synaspismos, pequeño partido eurocomunista y altermundialista.

A los 33 años es elegido presidente de ese partido que en 2008 se transforma en una coalición de varias organizaciones bajo el nombre de Syriza, que se distingue de los comunistas por su posición favorable a Europa.

En las elecciones de 2009, Syriza obtuvo 4,6% de los votos, por debajo de lo esperado, debido, según los analistas, al apoyo que aportó a los disturbios urbanox que sacudieron a Grecia tras la muerte de un joven baleado por la policía.

No obstante Tsipras accedió a un escaño en el parlamento.

Fue la eclosión de la crisis de la deuda en 2010 y los años siguientes de cataclismo económico los que dieron una creciente audiencia a esta izquierda radical y a su líder, que denunciaron la «crisis humanitaria» causada por las medidas de austeridad impuestos por la Unión Europea y el FMI a cambio de multimillonarios préstamos para salvar al país de la quiebra.

Ahora, en las puertas del poder, Tsipras cuida su imagen internacional. Gracias a sus notables progresos en inglés, ha multiplicado las visitas al extranjero, entre ellas al presidente del Banco Central Europea (BCE) Mario Draghi, al ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaeuble –en las antípodas de Tsipras, ya que es defensor a ultranza de la disciplina presupuestaria– y al papa Francisco.

El líder de la izquierda griega ha moderado su discurso, aunque en algo sí se mantiene inflexible: «Nunca me han visto llevar corbata hasta ahora, y hay pocas posibilidades de que eso ocurra», afirma.

Tsipras es muy discreto sobre su vida privada. Vive con su compañera sin estar casado con ella, pese al conservadurismo de las costumbres griegas. Tiene dos hijos.

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