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Ansiedad y depresión, compañeros en la cuarentena venezolana (+Audio)

Aunque la pandemia es mundial, la realidad para enfrentar la cuarentena por COVID-19 no es igual para todos. En una Venezuela con fallas en los servicios de luz, agua, gasolina, gas, internet, quedarse en casa puede ser un suplicio que afecta la salud mental de toda la familia

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ansiedad y depresión

Contagiarse por coronavirus no es el único problema de salud en Venezuela. La cuarentena puede traer serias consecuencias psicológicas, como ansiedad y depresión. Quedarse en casa implica percibir aún más los problemas de servicios que ya existían desde antes del COVID-19 en Venezuela.

El psicólogo Abel Saraiba aseguró que el estado emocional de los venezolanos se agrava día a día. La privación del acceso a servicios básicos como agua, luz, televisión, internet y gas suman estrés en medio de confinamiento.

«En cuarentena van juntándose eventos que ponen presión sobre la familia y generan un impacto emocional. Hablar de incertidumbre es decir que en este contexto de país, no se sabe lo que va a pasar, pero intuimos que lo que va a pasar puede tener una connotación negativa”, dijo Saraiba.

Ansiedad y depresión, dos compañeros de la cuarentena

La ansiedad y la depresión “se abren cancha” en la vida de los venezolanos. A esto se le suma el aumento de los hechos de violencia contra los niños.

El especialista señala que en este momento la posibilidad de contacto social representa un riesgo de contagio de coronavirus; sin embargo la compañía y la proximidad son un elemento muy importante para mantener la salud mental.

Saraiba plantea que el gran reto para la sociedad venezolana tiene que ver en cómo lograr mantenerse conectado y vinculado a pesar de las dificultades. Allí tiene un papel fundamental el ingenio, la creatividad y el cómo se adoptan las medidas de seguridad para estar a salvo.

«Existe la responsabilidad individual y colectiva de preservar la salud. Si no cuidamos nuestra salud, se va a comprometer el hecho de que otras personas puedan tener el acceso a ella”, expresó.

Ante la crisis, buscar ayuda

El coordinador adjunto de Cecodap asegura que en este momento las alteraciones de la salud mental toman mucha fuerza. La depresión surge como una luz de alerta en la población. En este escenario, el suicidio se relaciona con las situaciones límite en las que las personas no ven que exista otra salida.

En la mayoría de los casos de suicidio existen antecedentes de deterioro de la salud mental, una reducción de la capacidad para realizar actividades cotidianas y cambios en los hábitos de alimentación.

“Cuando se trata de una herida física parece evidente la necesidad de apoyo psicológico, de recibir cuidados, pero cuando se trata de las emociones podemos terminar postergando buscar ayuda”, dijo Saraiba.

La recomendación es acudir a un centro de salud, dejar a un lado los prejuicios que pueden limitar la búsqueda de ayuda, evitar juzgar a las personas, confrontarlas o retarlas, “con el riesgo del suicidio no se puede jugar”.

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