Venezuela

Apagones ponen en riesgo la vida de pacientes con coronavirus en Táchira

La deprimente situación en el Hospital Central de San Cristóbal, lo lleva al colapso. La falta de personal hace imposible que se puedan atender todos los pacientes. Algunas veces, solo hay 2 enfermeros para atender toda una planta de enfermos. También colapsan en los apagones que han provocado paros respiratorios en los pacientes. De 5 ventiladores que hay, solo 1 tiene baterías. Ni siquiera hay luces de emergencia

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La nula respuesta, por más de 20 minutos después de la suspensión del servicio, de la planta eléctrica de la Unidad de Cuidados Intensivos para pacientes con coronavirus en el Hospital Central de San Cristóbal, en Táchira, generó caos y zozobra y disparó las alarmas.

“La situación fue muy fea. Un paciente se complicó, hizo una hipoxia y entró en paro. Fue necesario entubar porque las presiones de oxígeno cayeron. De cinco ventiladores mecánicos que hay, cuatro se apagaron. No tienen baterías”, precisó una fuente hospitalaria que pidió estar en el anonimato por miedo a represalias.

El escaso personal de salud que labora en el centro asistencial más grande de esta zona de fronteriza con Colombia, debe ingeniárselas para brindar una atención de calidad.

“Hay servicios que están trabajando con una sola enfermera. No existe más personal que cubra las áreas. La situación se vuelve incontrolable. No sé qué vamos a hacer. Mi ánimo está por el piso. Acaban de fallecer dos personas y ya no quedan bolsas para cadáveres”.

Durante la mañana del domingo 27 de septiembre, un total de 28 pacientes ocupaban el área. Tres de ellos  estaban graves y solo había dos enfermeros para cuidarlos, detalló otro informante.

“Ayer (sábado 26 de septiembre) tuve que salir corriendo a buscar una cama con oxígeno comprimido. Fueron 25 minutos de desespero. Rompimos el vidrio de la alarma contra incendio y la activamos. Eso lo hicimos para ver si encendían las luces de emergencia… pero tampoco hay luces de emergencia”.

No hay personal para atender a nadie. Siguen llegando pacientes y piensan abrir otra ala en piso 4, aunque no saben con qué personal, agregó la fuente, mientras corría a atender a un enfermo.

El llanto no se aguanta

Un video que se hizo viral el domingo 27 en redes sociales, muestra el llanto desesperado de una enfermera del Hospital Central de San Cristóbal que le advierte a los parientes de un paciente que, de no hablar, sus familiares caerán en lo mismo. En medio del desconsuelo anunciaba la muerte de otro paciente.

Solicitó que permitieran las guardias extras que se venían realizándose en el centro de salud pública y que se les permitiera a los familiares de pacientes, cancelar por el servicio aparte. También pedía reforzar el personal de enfermería.

“A nosotras nos ayudaban las enfermeras que estaban aquí, pero las quitaron. Los familiares las estaban pagando”, comenta.

Un comunicado fechado el 24 de septiembre y firmado por el director del Hospital Central de San Cristóbal, Régulo Lobo Villasmil, prohibe terminantemente la atención individual de pacientes en las áreas de coronavirus, aunque las paguen.

El comunicado se generó luego que, presuntamente, algunos profesionales de la salud habrían estado aceptando pagos en divisas para atender a determinados pacientes con coronavirus dentro del área de aislamiento. Esto  motivado a la falta de personal para la asistencia dentro del recinto hospitalario.

Se va la luz, se va la vida

Al déficit de personal de salud en el hospital, se suman los recurrentes y abruptos cortes de energía eléctrica en la zona fronteriza con Colombia. Este fin de semana sobrepasó, en algunos municipios, las 32 horas sin electricidad.

La diputada a la Asamblea Nacional, Karim Vera, señaló las consecuencias trágicas que están dejando las fallas eléctricas en los estados occidentales de Venezuela, específicamente en Zulia y Táchira.

“La tarde noche del sábado 26 de septiembre, un apagón en gran parte de Táchira, y que afectó a San Cristóbal, dejó terriblemente afectada el área de coronavirus del Hospital Central”.

Según fuentes internas del hospital, la planta eléctrica que suministra energía al área de cuidados intensivos de los pacientes con covid-19, presuntamente no encendió al momento del apagón y tardó unos 20 minutos en responder, informó la parlamentaria.

“Las consecuencias de este suceso fueron que varios de los pacientes se agravaron», dijo.

La misma fuente hospitalaria informó que hasta el domingo 27 de septiembre, a causa de la falla eléctrica habrían fallecido cuatro personas.

Esta situación debería alarmar al mundo sobre la tragedia eléctrica que vive Venezuela, fundamentalmente el estado Táchira.

La parlamentaria nacional señaló que la crisis eléctrica es indetenible y ha sido propiciada por el régimen de Nicolas Maduro.

“Esto que ocurre en Táchira ocasiona la muerte de más ciudadanos. Hay quienes creen que atendiendo al llamado a una farsa electoral se pueden resolver los problemas de los ciudadanos”.

No es posible que el sistema de salud pública esté en profunda crisis, en medio de una pandemia. En Venezuela se agrava por la emergencia humanitaria compleja. Y existen seres inhumanos que solo piensan en aferrarse al poder sin importar la salud y la vida de los venezolanos.

Genocidio por boicoteo

Ante la gravedad de la situación que pone en riesgo las vidas de muchos pacientes, el exparlamentario nacional Walter Márquez, hizo un llamado a las autoridades nacionales para que tomen en cuenta lo preocupante de la situación.

“Los médicos y enfermeras están en éxodo constante porque los sueldos no les alcanzan para cubrir las necesidades básicas y los ubica en el crimen de la esclavitud, tipificado en el estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. A eso se le agrega el crimen de exterminio por la privación de alimentos y medicinas, además de las condiciones precarias, incluyendo los cortes eléctricos”.

Según el exparlamentario, en Venezuela se vive lo que los expertos en derecho llaman “genocidio por boicoteo”.

El hecho que el domingo solo dos enfermeros atendieran a 28 pacientes en el área de aislamiento es un «democidio» que se traduce en asesinato del pueblo, aseveró Márquez.

“Se está conjugando la crisis humanitaria compleja con la situación generada por la pandemia de coronavirus. Es necesario la aplicación de acciones urgentes por parte del Estado para enfrentar la situación”.

Márquez envió una alerta a la comunidad internacional sobre la profunda crisis que está afectando al hospital de San Cristóbal y a su personal de salud.   

De apagón en apagón

Los constantes y prolongados cortes de energía eléctrica hacen cada día más dramática la situación en los estados andinos, específicamente en el Táchira, denunció el coordinador del Frente Amplio, y exalcalde del municipio Michelena, Fernando Andrade.

enfermeros de tachira
Hace unas semanas: reunión de los enfermeros del Hospital Central de Táchira con el director

Denunció que existen municipios en la región donde los cortes eléctricos van de 14 a 32 horas.

“Lo triste es que no hay una voz oficial con respuestas oportunas y positivas en relación a la crisis que se vive con los racionamientos eléctricos no programados”.

El desequilibrio emocional de la población, la paralización de la economía y ahora la emergencia hospitalaria son parte de las secuelas que dejan los reiterados cortes eléctricos.

En ninguna empresa, comercio o negocio se puede mantener la productividad con una planta eléctrica porque el combustible no se ve desde hace meses y en el mercado negro se cotiza a 5000 pesos colombianos por litro  -1.50 dólares-. Los cupos de gasoil industrial que se suministraba a los productores de diversas áreas han sido reducidos de 3000 a 500 litros.

“Los tachirenses no podemos acostumbrarnos a que el gobierno siga diezmando los servicios públicos porque esta situación atenta en contra de los derechos humanos”.

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