Walter Márquez, exembajador de Venezuela en La India, aseguró que la acusación por narcoterrorismo en contra de Nicolás Maduro, y otros miembros de su gobierno, es la sanción más contundente de carácter penal contra la cúpula cívico-militar del régimen.
“Ahora se abre un espacio en la justicia internacional en el que los Estados Unidos asume el enjuiciamiento de Maduro por sus vínculos con las Farc. Con estos socios exportaron gran cantidad de droga a los Estados Unidos mediante una asociación para delinquir”, expresó.
En el pasado, Márquez formalizó una serie de denuncias en contra de Nicolás Maduro ante la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de lesa humanidad.
Destacó que, hasta el momento, los integrantes del chavismo evadieron la justicia a través del control del Tribunal Supremo de Justicia y el Ministerio Público. Además, han paralizado la justicia internacional en la CPI mediante maniobras de Haifa El Aissami, hermana de Tarek El Aissami, y la fiscal jefe del organismo, Fatou Bensouda.
Las acusaciones
El exembajador destacó que el mismo fiscal que persiguió al narcotraficante El Chapo Guzmán, Brian Benczkowski, es el acusador de Nicolás Maduro. Por esto, está seguro de que no saldrá bien librado de la acusación de ser el jefe de los carteles de Los Soles y Los Flores. Ambos grupos están presuntamente asociados a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Afirmó que, en el marco de la justicia internacional, una acción de la CPI es vinculante. Sin embargo, no hay mecanismos coercitivos para ejecutarlas.
“Pero los Estados Unidos a través de la historia han demostrado que si tienen capacidad de ejecutar cualquier sanción penal que ellos dicten en contra de personas vinculadas al narcoterrorismo. Esto pudiera abrir posibilidades de que en Venezuela se inicie una etapa de rescate de la democracia”, aseguró Walter Márquez.
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