Asiya Mohammed: de niña huérfana y sin piernas a atleta paralímpica
Cuando tenía 2 años, un tren atropelló a Asiya Mohammed y la dejó sin piernas. A los 9 perdió a sus padres. Y, aunque su país no le ha dado apoyo económico por no tener fondos para las deportistas femeninas, hoy es la primera atleta paralímpica de remo de Kenia
Hay historias reales que todos los niños deberían oír desde pequeños, como si fueran cuentos. Que deberían leer en la escuela y aprenderse con detalles. Son las de personas que aunque no vuelan con una capa, tienen un espíritu que los hace «volar» sobre los obstáculos y construirse una nueva vida. Es, por ejemplo, la historia de Asiya Mohammed, hoy de 29 años.
Asiya nació en Kenia y cuando apenas tenía dos años, en un descuido de los mayores, un tren la atropelló. En esa tragedia perdió las dos piernas y varios dedos de las manos. Y cuando tenía 9, la vida se encargó de arrancarle a sus padres. Quedó huérfana y fue criada por un primo. A pesar de las dificultades, estudió Docencia. Y hace cinco años decidió convertirse en deportista. Su motivo inicial era rebajar de peso, pues los kilos de más la afectaban debido a su condición física.
Ahora es la primera atleta de remo de Kenia que se clasifica para los Juegos Paralímpicos de Tokio que comienzan a finales de mes.
«Hace cinco años pesaba 70 kilos, lo que es mucho para alguien con discapacidad. Mi familia se preocupó. Y me aconsejaron hacer deporte. Les hice caso», recuerda Asiya Mohammed.
En aquella época podía elegir en su ciudad de Mombasa entre el tenis, el bádminton o el remo. Y eligió… los tres. Ganó medallas en varias competencias e hizo maratones en silla de ruedas.
Pero el remo fue el deporte que le dio el billete para Tokio, donde competirá en las pruebas de skiff PR1.
«Me di cuenta de que prefería el remo por su atmósfera amistosa. Decidí practicarlo hasta clasificar para los Juegos Paralímpicos. Abandoné la enseñanza y me centré totalmente en el deporte», confiesa Asiya.
La joven clasificó a su primera competición internacional, la Gavirate Regatta en Italia, en mayo de 2019.
«Finalizó penúltima pero su pasión y su interés por el remo impresionaron a los entrenadores internacionales. Ellos consideraron que no le haría falta mucho tiempo para clasificarse a los campeonatos del mundo y a los paralímpicos», recuerda Joshua Kendagor, un oficial de marina keniano que ejerce como entrenador de Asiya y que la acompañará a Tokio.
Su boleto para los Juegos Paralímpicos lo selló en Túnez en octubre de 2019, superando a otras siete participantes que, como ella, sólo se valen de la fuerza de sus brazos para remar.
Un arduo camino a Tokio
El recorrido no ha sido fácil para Asiya. Tuvo que remontar numerosos obstáculos y frustraciones, como discapacitada y como mujer. Además, tuvo escaso apoyo económico por parte de las federaciones deportivas del país africano.
Incluso tuvo que buscarse su propio material entre los patrocinadores del equipo masculino para poder participar en Túnez.
«Tenía tanto desaliento y estaba tan frustrada cuando la federación keniana de remo y la federación keniana paralímpica me dijeron que no apoyarían a remeras en las clasificaciones preolímpicas por falta de fondos. Mientras mis colegas masculinos habían recibido un apoyo financiero total del Comité Olímpico Keniano (NOCK)», lamenta.
Su familia y sus amigos decidieron financiar el precio de su billete de avión a Túnez. La recompensa es que es la única remera keniana clasificada a los Juegos Paralímpicos.
«Remaré hasta que gane una medalla», lanza Asiya Mohammed.