Esto ocurrió mientras Juan Guaidó dio a conocer las condiciones que se ofrecieron en la mesa de negociación en Barbados para la realización de unas elecciones justas y trasparentes en Venezuela; esto con el objetivo de evitar que se imponga una narrativa distinta por efectos de que no se sabe cuál fue la oferta.
Estos acuerdos mínimos se desarrollan con la finalidad de que el gobierno de Maduro genere una percepción de que en Venezuela existe una negociación política; pedir levantamiento de sanciones, destrancar acciones de gobierno, un nuevo Consejo Nacional Electoral e invitar al PSUV que se incorpore a la Asamblea Nacional.
El analista indicó que este contexto se ve condicionado por lo que conoce la población venezolana sobre cuál grupo opositor otorga mayor legitimidad.
El énfasis está, según dijo Ramírez, en la incorporación de actores del PSUV y de otros participantes de la llamada oposición que podría generar un descalabro importante hacia el órgano legítimo reconocido por la comunidad internacional como lo es la Asamblea Nacional.
En un reciente estudio realizado por el analista, parte de la población consideraba la negociación como un mecanismo para llegar a elecciones libres y superar la crisis política. No obstante, la fe se va perdiendo y esto tiene como consecuencia una migración forzada.
Manifestó que en el corto plazo es poco probable un acuerdo, a menos que exista un cambio en las fuerzas políticas. Con la posibilidad de un pacto, se puede generar el cambio político a mediados de 2020.