Indicó que para final de año estima que más de 5 millones de venezolanos conformarán la diáspora, hasta en el ámbito de una migración forzada.
Alegó que las recientes declaraciones del canciller de Nicolás Maduro, Jorge Arreaza, buscan desconocer el fenómeno de la emigración, una línea de opinión pública que se manifiesta desde hace algunos años.
Explicó que Acnur no es quien decide si una persona es refugiada, pues esa es una condición que establece el país. “Ser refugiado significa que estás huyendo de tu país y que tienes miedo de estar o regresar a tu país de origen”, este es un proceso de gran importancia para Venezuela, que en su momento fue receptor de inmigrantes.
Alegó que el perfil del migrante venezolano ha cambiado, ya que hay un escenario de migración mixta, por lo que no se cuenta con un perfil definido. Está emigrando la base de la pirámide social y se presenta una diversidad de migrantes, profesionales o no, entre los 15 y 59 años de edad, una población económicamente activa que sale por la vía terrestre.
Vargas hizo énfasis que en este escenario se pierde capital humano, intelectual y fuerza de trabajo. Muchos de los profesionales venezolanos no llevan sus papeles en orden para ejercer en otro país debido a que tienen como prioridad lograr estabilidad económica.