Las autoridades británicas han pedido a las fuerzas del orden que ofrezcan datos semanales ante el temor de que el resultado de esa consulta incremente el número de ataques xenófobos y racistas en este país.
Entre los días 16 y 30 del pasado junio, indicó el informe, se denunciaron un total de 3.076 «delitos de odio e incidentes», frente a los 915 registrados durante ese mismo periodo del año anterior, un 42% más.
Según el análisis del NPCC, el incidente más habitual fue el de «violencia contra la persona», que contempla el «acoso y agresión común» y el «abuso verbal».
Le siguen a ese delito el de «desorden público» y el de «daños materiales», agregó el documento.
«Ahora tenemos indicios claros que demuestran un aumento de las denuncias de delitos de odio a nivel nacional y vemos que ha habido un marcado ascenso en las últimas semanas», explicó hoy el «número dos» del NPCC, Mark Hamilton.
El mando policial calificó las cifras de «inaceptables» y lamentó que este tipo de delitos «mina la diversidad y tolerancia que deberíamos celebrar».
«Las autoridades han vigilado los delitos de odio más estrechamente desde los ataques ocurridos en París en 2015. Creemos que hay ahora más conciencia y confianza en la policía y esto ha contribuido al aumento de las denuncias», dijo Hamilton.