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Autoridades de Roraima esperan que se reabra la frontera con Venezuela

El estado de Roraima, en el norte de Brasil, espera la reapertura de la frontera con Venezuela para poner fin a un creciente perjuicio económico a 13 días desde que el presidente venezolano Nicolás Maduro decidiera cerrar ese paso.

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Fotografía: EFE

La semana pasada el gobernador de Roraima, Antonio Denarium, se reunió en la frontera con Justo Nogueira, su par del estado venezolano de Bolívar, y formalizó el pedido de reapertura del paso fronterizo que conecta la ciudad brasileña de Pacaraima con Santa Elena de Uairén, en Venezuela.

Pero pese al acercamiento formal entre las autoridades venezolanas y brasileñas todavía no se sabe cuándo será reabierto.

“El cierre afecta sensiblemente al agro negocio, que depende de Venezuela para conseguir fertilizantes, y al comercio. Estamos esperando que se reestablezca el orden rápidamente”, dijo a The Associated Press Marcos Marques, secretario de Comunicación del gobierno de Roraima.

Según Marques, las autoridades venezolanas se habían comprometido a liberar la entrada de fertilizantes y combustibles incluso antes de que se produjera la apertura de la frontera. Sin embargo, todavía no se reestableció el flujo.

Roraima tiene una relación comercial muy estrecha con Venezuela. Es el único estado de Brasil que no forma parte de la red nacional de energía y su abastecimiento depende de Venezuela.

“El cierre de la frontera causa perjuicios para personas y comerciantes. Sé que con la apertura de la frontera los impactos en nuestra salud, educación y seguridad aumentan pero no podemos cerrar los ojos delante de tanta calamidad en ese país”, dijo Denarium la semana pasada en un mensaje oficial.

Cada día que pasa con la frontera cerrada, Roraima deja de exportar a Venezuela alrededor de un millón y medio de dólares, según una estimación que hizo Alysson de Oliveira Rocha, auditor de la aduana federal en la frontera, al sitio de noticias G1.

El 23 de febrero Maduro decidió cerrar las fronteras de Venezuela para impedir el ingreso de ayuda humanitaria coordinada por el líder de la oposición y autoproclamado presidente interino Juan Guaidó con apoyo de Estados Unidos.

Maduro argumentó que la colaboración formaba parte de un intento de destituirlo de la presidencia.

Aunque la frontera está cerrada, algunos venezolanos ingresaron a suelo brasileño en los últimos días a través de caminos clandestinos que exigen caminatas extenuantes.

La situación en la frontera de Pacaraima es de relativa calma, dijeron las autoridades, aunque este sábado están previstas nuevas protestas luego de que Guaidó convocara a una jornada de manifestaciones callejeras contra Maduro. En estos momentos, 163 militares brasileños trabajan en Pacaraima en la “Operación Acogida” abocados a tareas de patrullaje y apoyo.

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