Venezuela

Ayayay, Tibis-ayayay!

¡Ayayay, Tibis-ayayay! ¿Cómo quieres que la gente confíe en ti cuando cada vez te pareces más a Iris Varela y a Lina Ron? Tal vez no seas agresiva, pero el “patria-o-muertismo” es el mismo.

Publicidad
Foto: AVN

¡Ayayay, Tibis-ayayay! Yo que te he defendido a capa y espada, ahora me pones en un aprieto. Y es que usar un argumento de “igualdad de género” para tumbar unas candidaturas que ya estaban listas es muy burdo, por decir lo menos. ¿Por qué no lo dijiste antes de las primarias de la MUD?…

Es verdad que las mujeres de la oposición habían pedido que se exigiera el 50-50, pero que la respuesta del CNE se haya producido luego de que la oposición había realizado sus primarias en 33 circuitos, no solo viola el artículo 298 de la Constitución, sino que demuestra una vez más la degradación de las instituciones en este país.

¡Ayayay, Tibis-ayayay! ¿Cómo quieres que la gente confíe en ti cuando cada vez te pareces más a Iris Varela y a Lina Ron? Tal vez no seas agresiva, pero el “patria-o-muertismo” es el mismo. Y tú, Tibisay, no eres –o no deberías actuar- como una militante. Tú eres la presidente del CNE. Y aunque la neutralidad no existe, existe la imparcialidad. La primera tiene que ver con sentimientos, que por supuesto, uno no domina. La segunda tiene que ver con valores. Tú, que eres músico, deberías tener más desarrollada esa sensibilidad.

¡Ayayay, Tibis-ayayay! El imperio sirve solo para lo que les viene como anillo al dedo, como la reordenación de los circuitos electorales, que hace que con menores votos se pueda ganar una elección. Eso pasó en las elecciones que ganó George Bush frente a Al Gore, (aunque tuvo menos votos), y en Venezuela en las últimas elecciones parlamentarias, que quienes sacaron más votos, obtuvieron menos escaños.

Y ahora es el argumento de la igualdad de género para lo de las mujeres… o para fregarle las listas a la MUD, porque el problema, Tibisay, y tú lo sabes, no es a quién meten, sino a quién quitan. ¿Es que estás queriendo producir una división en la oposición? ¡Ese no es tu trabajo!

La “affirmative action” que John Keneddy decretó en 1961 y que Lyndon Johnson amplió en 1965 eran para incluir minorías en un país eminentemente racista, no como el nuestro, donde quien no tira flechas, toca tambor. No te prestes a echarle leña a un fuego que antes de que llegara el chavismo, no había existido. Claro, claro, la excusa somos las mujeres, es verdad.

¡Ayayay, Tibis-ayayay! Pues se me ocurre que si se trata de un 50-50 a juro, al menos una de ustedes debería renunciar para que en el directorio del CNE haya al menos un hombre más… ¿no te parece? Porque si es mitad y mitad, debe ser para todo, ¿verdad?…

Esas cuotas son buenas, no te lo voy a negar, porque permiten que en países machistas las mujeres puedan acceder a puestos que de otra manera les sería imposible. Pero igualdad sin equidad no sirve. La experiencia con el “affirmative action” y otras acciones similares en otros países dice que reservar esos cupos no sirve si quienes van a ocupar esos puestos no tienen las competencias requeridas.

¡Ayayay, Tibis-ayayay! Usar el feminismo como bandera cuando la intención es meramente electoral, no es igualdad de género. Es una intención perversa. Y de mala fe.

¡Ayayay, Tibis-ayayay! No pases a la historia como una alcahueta más. Si no lo haces por ti, al menos hazlo por tu familia.

Publicidad
Publicidad