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Romain Grosjean salió vivo de milagro

El piloto francés Romain Grosjean protagonizó un espectacular accidente durante el Gran Premio de Baréin este domingo. Afortunadamente, sufrió heridas relativamente leves y está vivo para contarlo. Y Lewis Hamilton fue el ganador

Grosjean
Reuters
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Tras sufrir un espectacular accidente al inicio del Gran Premio de Baréin que acabó con su monoplaza en llamas, el piloto francés Romain Grosjean (Haas) sufrió «quemaduras menores» y «posibles fracturas en las costillas», obligando a los comisarios a detener momentáneamente la carrera este domingo.

A las 14h13 GMT, nada más darse la salida a la carrera, en la tercera curva del trazado de Sakhir, el monoplaza de Grosjean se salió de la pista tras tocarse con el ruso Daniil Kvyat (AlphaTauri) y chocó a gran velocidad contra las barreras de protección.

En el impacto, el chasis se partió en dos y la gasolina salió, provocando un incendio, pero el piloto de 34 años fue capaz de salir y alejarse del fuego para acudir a una ambulancia.

El francés confirmó por radio que estaba bien, antes de subirse al coche médico para ser examinado, siguiendo el protocolo.

Sufrió «quemaduras ligeras en las manos y en los tobillos» pero va bien, anunció rápidamente su equipo en los medios. Fue llevado al hospital en helicóptero. Luego se anunciaron «posibles fracturas en las costillas».

A los veteranos de la Fórmula 1, las imágenes del accidente recordaron al que sufrió el austriaco Niki Lauda en el circuito de Nürburgring (Alemania) en 1976 o al de su compatriota Gerhard Berger en Imola (Italia) en 1989.

Tras unos minutos que parecieron horas, las cámaras de televisión mostraron al veterano piloto de 34 años salir del habitáculo de su monoplaza y alejarse por su propio pie, aunque tambaleando, de las llamas.

El piloto disputaba su 179º Gran Premio en el circuito de Sakhir, un trazado en el que logró dos de sus 10 podios en la máxima categoría del automovilismo (en 2012 y 2013 ambas con un Lotus-Renault).

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REUTERS/Kamran Jebreili
REUTERS/Bryn Lennon
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«Nunca vi tantas llamas ni un impacto como este», declaró Alan van der Merwe, piloto del coche médico desde 2009.

La Federación Internacional del Automóvil calculó que las llamas provocadas por este impacto fueron más de 130 veces superiores a las que salen de un avión en el momento de despegar.

«Todos los sistemas que hemos desarrollado, el ‘halo’ (un aro metálico que protege la cabeza de los pilotos), las barreras de protección, los cinturones, han funcionado como está previsto», se felicitó Van der Merwe.

El director técnico de la escudería Haas, Günther Steiner, saludó la «rápida intervención de los equipos de emergencia».

«Los comisarios de pista y los operarios de la FIA han hecho un trabajo extraordinario», añadió tras un accidente que calificó de «aterrador».

La carrera quedó inmediatamente interrumpida y se reanudó a las 15h35 GMT con el británico Lewis Hamilton (Mercedes) liderando la prueba, seguido por el holandés Max Verstappen (Red Bull) y el mexicano Sergio Pérez (Racing Point).

«Ponemos nuestras vidas en juego»

En ese tiempo de intervalo, a Hamilton le dio tiempo incluso a comentar en Twitter lo ocurrido: «Estoy muy aliviado porque Romain está bien. Los riesgos que tomamos son reales, para aquellos que olvidan que ponemos nuestras vidas en juego por este deporte que amamos».

«Mi reconocimiento a la FIA por los enormes esfuerzos realizados para que Romain haya salido indemne», añadió Hamilton, que ya tiene asegurado su séptimo titulo mundial, igualando el récord de Michael Schumacher, desde la pasada carrera en Turquía.

REUTERS/Tolga Bozoglu
REUTERS/Tolga Bozoglu

La segunda salida del Gran Premio de Baréin se vio alterada por otro accidente, en el que también se vio implicado Kvyat, que golpeó al canadiense Lance Stroll, que volcó con su Racing Point y se salió de la pista, quedando con las ruedas hacia arriba.

El piloto canadiense salió con la ayuda del personal médico de la F1 y la carrera fue neutralizada por el coche de seguridad.

El último accidente mortal en la Fórmula 1 fue el del francés Jules Bianchi, que chocó contra una grúa en el Gran Premio de Japón en octubre de 2014. Otro francés, Antoine Hubert, perdió también la vida en otro accidente en Bélgica en 2019 en Fórmula 2, la categoría inferior.

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