Venezuela

Barón de Montesquieu: ¿Qué opina usted de la situación venezolana?

Tenemos un país que atraviesa por grandes problemas. Los poderes del Estado deberían cooperar entre ellos para construir un mejor país.

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Fotografía: Dagne Cobo Buschbeck

Autor de semblanza complicada. Nacido en Francia. Su obra se desarrolla en medio del periodo histórico conocido como “La Ilustración”. Teórico de la separación de poderes. Intelectual, viajero, jurista, académico, sociable, literato, pero sobre todo filosofo. Autor de “El Espíritu de las Leyes”, su obra magna y referencia obligatoria para todo estudioso del derecho y de la política. Nos concedió una breve entrevista.

¿Qué opina usted de la democracia?

“La probidad puede o no ser el fundamento de un gobierno. Lo que digo está confirmado por la historia y es conforme a la naturaleza de las cosas. Es evidente que en una monarquía se necesita menos virtud que en un Gobierno popular, ya que en una Monarquía el que hace observar las leyes está por encima de ellas mientras que en el Gobierno popular se siente sometido a ellas y sabe que ha de soportar todo su peso”.

Pero: ¿qué pasa si la virtud no abunda?

“Cuando la virtud deja de existir, la ambición entra en los corazones capaces de recibirla y la codicia se apodera de todos los demás” “Si se era libre con las leyes, ahora se quiere ser libre contra ellas. Se llama rigor a lo que era máxima; se llama estorbo a lo que era regla, se llama temor  a lo que era atención. Cuando el tesoro público se convierte en patrimonio de los particulares, La República es un despojo y su fuerza ya no es más que el poder de algunos ciudadanos y la licencia de todos”

“Cuando se vive en una sociedad en las que las leyes han establecido la igualdad y la frugalidad, estas mismas virtudes son el excitante del amor que nace por ellas”

¿La Constitución se puede interpretar hasta el punto de cambiarla?

“El menor cambio en la Constitución lleva consigo la ruina de los principios. Alterada, solicitada, tomada y dejada, se interrumpe totalmente hasta el momento en que fue inútil”

¿Cuál es su opinión sobre la libertad?

“Es cierto que en las democracias parece que el pueblo hace lo que quiere; pero la libertad política no consiste en hacer lo que uno quiera. En un Estado, es decir, en una sociedad en las que hay leyes, la libertad sólo puede consistir en poder hacer lo que se deber querer y en no estar obligado a hacer lo que no se debe querer.

Hay que tomar consciencia de lo que es la independencia y de lo que es la libertad. La libertad es el derecho de hacer todo lo que las leyes permiten, de modo que si un ciudadano pudiera hacer lo que las leyes prohíben, ya no habría libertad, pues los demás tendrían igualmente esta facultad.”

Tenemos un país que atraviesa por grandes problemas. Los poderes del Estado deberían cooperar entre ellos para construir un mejor país. ¿Cuál es el problema que genera para el Estado la falta de delimitación de las parcelas y áreas de influencia y su continua superposición?

“En cada Estado hay tres clases de poderes: el legislativo, el ejecutivo de las cosas pertenecientes al derecho de gentes, y el ejecutivo de las que pertenecen al civil.
Por el primero, el príncipe o el magistrado hace las leyes para cierto tiempo o para siempre, y corrige o deroga las que están hechas. Por el segundo, hace la paz o la guerra, envía o recibe embajadores, establece la seguridad y previene las invasiones; y por el tercero, castiga los crímenes o decide las contiendas de los particulares. Este último se llamará poder judicial; y el otro, simplemente, poder ejecutivo del Estado (…)

Cuando los poderes legislativo y ejecutivo se hallan reunidos en una misma persona o corporación, entonces no hay libertad, porque es de temer que el monarca o el senado hagan leyes tiránicas para ejecutarlas del mismo modo.

Así sucede también cuando el poder judicial no está separado del poder legislativo y del ejecutivo. Estando unido al primero, el imperio sobre la vida y la libertad de los ciudadanos sería arbitrario, por ser uno mismo el juez y el legislador y, estando unido al segundo, sería tiránico, por cuanto gozaría el juez de la fuerza misma que un agresor.

En el Estado en que un hombre solo, o una sola corporación de próceres, o de nobles, o del pueblo administrase los tres poderes, y tuviese la facultad de hacer las leyes, de ejecutar las resoluciones públicas y de juzgar los crímenes y contiendas de los particulares, todo se perdería enteramente.”

Una última pregunta: ¿Los venezolanos tienen características muy particulares, se pueden cambiar?

“Hay que tener mucho cuidado de no cambiar el espíritu general de una nación. Si hubiera una nación en el mundo que tuviera humor sociable, corazón abierto, alegría de vivir, gusto, facilidad de comunicar su pensamiento, que fuese vivaz, agradable, a veces impudente, a menudo indiscreta, y que tuviese además valentía, generosidad, franqueza y cierto pundonor, no se deberían poner estorbos a sus hábitos, mediante leyes, para no estorbar a sus virtudes. Si el carácter es bueno en general, no importa que tenga algunos defectos”

Gracias por su tiempo. Como dijera Starobinsky, “Montesquieu vive en el seno de la inmortalidad con cierta modestia” Su erudición superó a su racionalismo.

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