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La mayor protesta en Bielorrusia, la 'Marcha por la Libertad', pone contra las cuerdas a Lukashenko

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, en el poder desde 1994, ganó las elecciones presidenciales el pasado domingo 9 de agosto con el 80,23% de los votos, según los datos oficiales ofrecidos por la Comisión Electoral Central (CEC). La oposición denuncia estos resultados como fraude electoral y los manifestantes llevan a cabo desde el 10 de agosto una serie de movilizaciones y protestas sin precedentes en la que ya ha muerto una persona. 

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Decenas de miles de partidarios de la oposición de Bielorrusia protestaron este domingo en Minsk en la llamada ‘Marcha por la Libertad’ contra la controvertida reelección del presidente Alexandre Lukashenko, el líder autoritario, que ha gobernado con puño de hierro el país desde 1994.

Lukashenko ganó las elecciones presidenciales el pasado domingo 9 de agosto con el 80,23% de los votos, según los datos oficiales ofrecidos por la Comisión Electoral Central (CEC). La oposición denuncia estos resultados como fraude electoral y los manifestantes llevan a cabo desde el 10 de agosto una serie de movilizaciones y protestas sin precedentes en la que ya ha muerto una persona. 

«¡Vete!», gritaron los manifestantes al referirse al presidente, mientras marchaban por la avenida Independencia, en el centro de Minsk, portando flores y globos, en lo que fue la manifestación más grande en una semana de protestas, informa AFP.

Muchos vistieron de blanco, el color que llegó a simbolizar el movimiento opositor, también hay un grupo de veteranos paracaidistas con uniforme. «Estamos en contra de la violencia», «Lukashenko debe responder por la tortura y los muertos», se leía en las pancartas que llevaban los manifestantes, en alusión a la represión de las protestas. También portaban una bandera de 100 metros, roja y blanca, que se utilizó para representar a la oposición al régimen.

Por su parte, poco antes, Lukashenko, de 65 años, llamó a defender la independencia del país, ante una multitud de partidarios en Minsk. «Queridos amigos, los he llamado aquí no para que me defiendan, sino porque, por primera vez en un cuarto de siglo, ustedes pueden defender la independencia de su país», manifestó, en medio de ovaciones, ante unas  1.000 personas, según un periodista de AFP.

De esta forma, el presidente bielorruso reaccionó ante la voluntad de la oposición de organizar una nueva elección presidencial, tras la del 9 de agosto, en la que ganó a pesar de las acusaciones de fraude masivo. «Si lo hacemos, nos vamos y nunca volveremos», afirmó, frente a la multitud que agitaba banderas rojas y verdes, el estandarte oficial del país heredado del período soviético.

«Las elecciones han tenido lugar, una tasa de falsificación no puede superar el 80%», aseguró, en referencia a los resultados oficiales que le acreditaron ese porcentaje de los votos.

Además, Lukashenko decía el sábado que su homólogo ruso, Vladimir Putin, le había garantizado una «ayuda» para preservar la seguridad del país. «Nos hemos entendido. En cuanto lo pidamos, una ayuda completa será suministrada (por Rusia) para garantizar la seguridad de Bielorrusia«, afirmó Lukashenko, citado por la agencia de prensa estatal Belta, después de que los dos líderes conversaran por teléfono este sábado.

Este artículo fue publicado originalmente en The Objective.

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