Gente del oficio

Cata Cacao realza con decisión el chocolate venezolano

Cata Cacao elabora sus chocolates con más porcentaje de cacao que otras marcas y doble refinación para darle mayor untuosidad. La iniciativa es de Anakarina Silva, quien maneja todos los pasos del proceso desde su casa en Caracas

Fotos: Killa Flores Pardi
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El dulce y la cocina son la pasión de Anakarina Silva, pero nada la motiva tanto como trabajar el cacao hasta convertirlo en chocolate.

Cata Cacao es una nueva y distintiva marca de chocolates que poco a poco se impone en el concurrido mercado de los chocolates venezolanos.

Esta historia se cuenta con pasión, una llama intensa que comienza con Anakarina encontrando su lugar en los fogones.

Cata cacao Ana Karina

Anakarina vivió en Bolivia por dos años a causa del trabajo de su esposo.

Debido a la necesidad de sentirse llena haciendo lo que le gustaba, comenzó a preparar comida congelada para la Embajada de Venezuela así como para particulares.

En ese momento, Anakarina empezó a experimentar con el chocolate en sus platos, pero su admiración por el cacao venía de mucho antes.

«Desde que tengo memoria, el chocolate para mí lo ha sido todo. Imagínate que cuando era niña mi mayor gusto era regalarle a mis amigos un Toddy con extra de cacao que yo le agregaba», comenta Anakarina con emoción.

cata cacao cacao

Los sabores fuertes siempre han cautivado los sentidos de AnaKarina. Para ella se trataba de disfrutar el sabor del caca0.

«A veces probaba la leche malteada que vendían en diferentes sitios y me parecían muy dulces. Me gustaba una que hacían en Copa Crema porque descubrí que le ponían cacao en polvo y sabía mejor».

Como en todo niño, el chocolate era la afición de Ana, sin embargo, este profuso amor solo se volvería más intenso con el paso de los años.

Cuando regresa de Bolivia, un amigo le comenta que quiere empezar a trabajar con el cacao. Para este momento, la mamá de Ana se encontraba delicada de salud y para mejorar los ánimos empezó a comer cacao.

«Descubrí las bondades del cacao, es la felicidad en una fruta. Mi amor por la cocina, mis ganas de ayudar a mi mamá, mi pasión por el cacao, todo eso se juntó y yo tenía que hacer algo con este empuje».

cata cacao granos 1

Le pidió a su amigo que le trajera 10 kilos de cacao y empezó a investigar todo lo que pudo sobre el grano.

Ana entendió que el cacao venezolano es una mina de oro, el mejor del mundo, y decidió que tenía que hacer un curso para comenzar a saciar su sed de conocimiento.

«Quería hacer un curso de cacao, chocolatería, bombonería, lo que fuese, pero quería entrar a ese mundo».

Hizo su primer curso Bean to Bar en Guatire, donde le enseñaron todo del cacao.

Como bien indica el nombre, ahí aprendió desde cómo trabajar la tierra, pasando por cómo germinar el grano hasta consumar la barra de chocolate.

«Desde el primer día supe que eso era lo mío. Un nudo en la garganta, mariposas en el estómago, como si estuviese enamorada. Había descubierto mi pasión»

Cata Cacao Ana Karina 1

Quedó fascinada con todo el proceso. Desde la transformación de la tierra hasta la cocina, para ella, eso era todo.

«Desde pequeña he estado arraigada al campo. En las tierras de mi tío, cuando era pequeña, sembré 10 hectáreas de yuca yo sola, siempre me gustó la siembra».

Anakarina entiende cómo es la vida en el campo. Por eso, una de las misiones de Cata Cacao es velar por tener una excelente relación entre los cacaoteros  que le proveen y ayudarlos a mejorar su calidad de vida.

«Al principio todos pensaron que era una labor difícil, pero yo seguí con mi proyecto. Sabía que lo podía hacer».

Ana desalojó una habitación en su casa y la acondicionó. Comenzó a hacer chocolate en la cocina mientras buscaba todos los implementos necesarios para poder trabajar a una mayor escala.

CATA CACAO LABORATORIO

«Yo sentía que para que el chocolate quedara como yo quería tenía que aprender de todo. Seguí haciendo cursos y no paraba de aprender por mi propia cuenta buscando incesantemente toda la información que pudiese».

En el transcurso de todo este proceso, la mamá de Ana fallece, y ella cae en depresión.

Aún su laboratorio no estaba listo, y ella necesitaba, por su bienestar, hacer chocolate.

«Llame a mi amigo Gian en Guatire, él fue el que impartió el primer curso de chocolate que hice. Me prestó sus instalaciones para que yo pudiera trabajar en mi sueño».

Ana bajó a Guatire por varios meses todos los días para trabajar haciendo chocolate.

«Hacía en promedio 100 tabletas por semana y se las vendía a mis amigos y familiares».

Todo esto lo hacía ella por su cuenta.

Cuando su laboratorio tuvo lo básico necesario, empezó a trabajar desde su casa.

Luego de que Ana sintió que su chocolate estaba quedando como ella quería, conversó con una amiga diseñadora para ponerle nombre a la marca.

«Ya teníamos todo y me inscribí en la feria de chocolate del Poliedro para darme a conocer. La gente me recibió muy bien, me animé mucho».

En ese momento nació Cata Cacao.

CATA CACAO ANA KARINA 3

«Nosotros defendemos el chocolate, para mí el proceso de catar lo es todo. El cacao debe ser apreciado, saboreado y bien disfrutado. Trabajo con cacao de origen, cada uno con su propia distinción y mi labor es darlos a conocer todos».

Cata Cacao por los momentos trabaja con granos de Cumboto, Portuguesa, Barlovento, Ocumare y Sur del Lago.

«Quiero enseñar a los venezolanos a comer chocolate y que aprecien lo que es nuestro. A mí el chocolate me sacó de la depresión y me hace feliz, tiene esa mágica facultad». 

Cata Cacao trabaja con tres líneas: chocolate blanco, con leche y amargo. Los primeros dos son trabajados con Cumboto y el amargo con el grano de Portuguesa. Próximamente, lanzarán un producto con Carenero Superior.

Actualmente Cata Cacao produce alrededor de 1000 tabletas mensuales.

Ana recibe el cacao, lo revisa minuciosamente, selecciona los granos por tamaño en pequeños, medianos y grandes. Luego viene el proceso de tostado que se realiza con un tostador artesanal especial y trilla el cacao para separar la cascarilla del nib.

Todo desde las instalaciones de su hogar.

Después de esto. los nibs entran al área de trabajo y empieza el trabajo de formulación.

Cata Cacao granos

Para todo esto, Anakarina tiene un manual de proceso, sin embargo, la experiencia hace que los chocolates salgan de manera empírica.

El chocolate con leche de Cata Cacao es especial, porque tiene un porcentaje superior a los chocolates de leche de otras marcas. En otros países recibe la categoría de dark milk, que es poco conocida para los venezolanos

«Usualmente estamos acostumbrados a chocolates muy dulces o muy oscuros. Mi chocolate con leche es un dark milk porque tiene 52% de cacao pero mantiene un balance donde se aprecia el azúcar y la leche». 

En su sabor apreciamos las distintas notas que absorbe el cacao: plátano, maní. guayaba. Es una vía excelente para aquellos que no comen chocolates oscuros puedan iniciarse y conocer el verdadero sabor del cacao.

Ana asegura que este chocolate nace de aquellos recuerdos de cuando era niña y deleitaba a todos sus compañeros con su Toddy con extra de cacao.

«Cuando amas algo lo quieres hacer bien. He trabajado todos los días durante más de dos años para lograr mi sueño, sigo aprendiendo y sigo trabajando.

Plantas Cacao

Anakarina tiene planes de utilizar sus propias cosechas de cacao, que consisten en más de 100 plantas que tiene sembradas en su casa, para producir un chocolate cuyo proceso entero se haga en el mismo lugar.

En este video de Bienmesabe, elaborado por Killa Flores Pardi, puedes ver el proceso entero que se desarrolla en la casa de Anakarina en Caracas.

«Yo siento que me falta aprender. Tengo 100 plantas de cacao plantadas en mi jardín y seguiré trabajando con cacaoteros que me provean variedad, mi misión es trabajar duro y expandirme».

Coordenadas

Dónde comprar. En Galanga en el Mercado de Chacao, Cacao Siete en el aeropuerto de Maiquetía y en Olivo Gourmet Café en el Centro Comercial Santa Fé, en Caracas, con planes de expandirse a muchos otros establecimientos.

Instagram@catacacao

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