Entrevista

Grupo GOG: "Entre tres sabe mejor"

Foto: Alejandro Boscan
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Este trío es un elogio a la diferencia. El grupo GOG representa una sumatoria azarosa de sentimientos menguantes proclives a la discrepancia pero que siempre se conectan en un mismo punto de encuentro: la comidaEstos cocineros maracuchos forman un coro de concordancias de musicalidad sincera producto de la fusión de las técnicas de cada uno de sus integrantes. La cadencia armónica de sabores surge a partir de una investigación bibliográfica exhaustiva que ya lleva más de siete años y se combina con el fast food callejero, las recetas de las abuelitas, la cocina guajira y la cocina de la cañada. Una experiencia que el público puede disfrutar a través de su catering Casabe o a través de la cocina itinerante del grupo.

Wilmer Arias. 37 años.
“Los tres somos amigos de la infancia. Yo soy politólogo y luego estudié cocina. Nos juntamos con la idea de recopilar información para crear un recetario zuliano porque nos dimos cuenta de que no había investigación suficiente.

Nos hemos dado a la tarea de buscar a esa viejita o ese señor que tiene años haciendo el mismo dulce sabroso. Cuando conseguimos el truco, le damos la vuelta y nos preguntamos qué podemos hacer para que ese sabor evolucione pero que sepa a lo mismo.

En una ocasión, hicimos una fusión pensando en los postres que se sirven en todas las casas de Maracaibo. Siempre te sirven manjar blanco con dulce de icaco, piña con lechoza o dulce de mango. Entonces nosotros dijimos: vamos a hacer un helado de manjar blanco con syrop de icaco, brulée de lechosa y espuma de mango. La idea era que probaras algo distinto y te supiera a la cocina de la tradición. Toda esta inquietud culinaria nace porque mi casa era el centro de reunión de toda mi familia. Además, mi abuelo era distribuidor de carne del mercado y en mi casa, gracias a Dios, siempre había producto con que trabajar”.

Carlos Hernández. 38 años.
“Yo no soy emergente. Yo estoy viejo. Yo pienso que podemos llevar el mensaje de lo que está ocurriendo en el occidente del país. Creo que el trabajo del grupo ha sido incansable. Yo llevo la asesoría de dos restaurantes y los muchachos tienen su empresa de catering”, aporta.

GOG pasó de ser un grupo de investigación a un movimiento gastronómico. “Cualquiera se pone una filipina y dice llamarse chef. Todos somos muy regionalistas”. Wilmer parte de una cocina hipertradicional porque él cocinó por muchísimo tiempo con su abuela. Entonces su recetario está formado de recuerdos.

La familia de Luis toda la vida tuvo restaurantes. La palabra palia es natural para él. En mi caso, yo vengo de una familia de arquitectos que pasaron mucho tiempo fuera de Venezuela. Mi sueño es tener en Maracaibo mi propio carrito de perro caliente con mi propia salsa tártara. Son carritos donde la gente va a cenar con la familia y donde la novia va a comer después de su boda.
Esa gente de los carritos son las que tienen botones de la zulianidad a la vista de todos porque se sienten orgullosos de lo que hacen; tan orgulloso como cuando yo llego a mi casa con una cabeza de cochino y mis hijos de 3 y 7 años brincan de felicidad”.

Luis “Coco” Maggiolo. 34 años.
“Soy ingeniero químico y cocinero graduado en el Instituto Culinario de Caracas. Antes, éramos exagerados en nuestras preparaciones pero últimamente tratamos de simplificar las cosas y nos enfocamos en el sabor y en la materia prima. Respetamos la tradición y los sabores incorporándoles técnicas de la cocina actual: vacíos y cocciones controladas.

Ahora para nosotros menos es más. Lo bueno es que cada quien aporta algo al equipo de trabajo. Todos somos profesores de cocina general. Yo cocino criollo ya esté en Maracaibo o en Chechenia. En un futuro, me veo en un bistró venezolano, en donde sea, cocinando arrocito, lomo negro, puré de papa y cremita de apio. Que lo administre mi esposa pero que cocine yo”.

Twitter: @grupogog

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