Restauración

Il Gambero Rosso cautiva paladares isleños

Fotos: Ligia Velásquez
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En 1992 al italiano Fulvio Santaniello lo pilló el intento de golpe de Estado en Margarita. Estuvo 15 días sin poder regresar a Toronto donde tenía dos restaurantes Algo ha debido cautivarlo en la isla porque decidió poner en venta los comederos canadienses y establecerse en Porlamar para fundar “Il Gambero Rosso” que es uno de los más apetitosos restaurantes italianos que se puedan visitar en Venezuela. Lamentablemente cerró sus puertas pero su historia merece ser contada y recordada.

Tenía mucho tiempo queriendo ir pero las cosas llegan siempre a su momento y cuando finalmente pude visitarlo, sentí el regocijo inequívoco de los olores y la celebración de los sabores. Hay fanáticos del sitio que me han comentado que vuelan a la isla solo para comer en Il Gambero. He terminado por creerles. La pesca se hace sin intermediarios. Santaniello tiene su propio bote y lo avienta al mar para que la mesa exhiba los frutos de su navegación.

Sobre mi mesa pasaron guacucos y mejillones en concha, pasta con langosta y papardelle de jamón de Parma. En el segundo almuerzo, porque repetir se convierte en una obsesión de inmediato, volví a ordenar las conchas de guacuco y pasta con langostinos.

Una de las especialidades del sitio es el torito, carne de pescado que en palabras de Fulvio debe ser “blanca como la nieve, tierna como la mantequilla y crujiente como la papa frita”. Otros platos de los cuales se siente orgulloso este italiano de Quindice en la provincia de Avellino, son: el papardelle con mero, el boscaiolo, la pasta con calamar, con langostinos, el pulpo, del que asegura que se come muy especialmente en su sitio, y como postre el semifreddo.

La carta varía según lo que traiga la embarcación. Al comensal le ponen un océano de posibilidades directamente a su plato. El servicio del establecimiento es atento: los camareros están muy pendientes de las necesidades del cliente. Se pueden ordenar cocteles y bebidas variadas, vino y espumosos, entre ellas. Los platillos padecen de honradez.

Lo que se ha pedido es lo que se trae y los preparados no se devuelven sino se disfrutan para luego añorarlos. Urjo a los comensales no perderse el plato de guacucos o de mejillones en su concha. Siendo la especialidad de la casa el torito, recomiendo a quienes no lo han probado que lo soliciten. A los que han sido bautizados con su carne, concluyen de sobra que lo seguirán ordenando porque una de las cosas extraordinarias de toda gastronomía es la reiteración.

Los entusiastas de las ensaladas no pueden obviar la ensalada de rúgula (vegetal cultivado por el establecimiento) y el antipasto de berenjena.

Los panes del establecimiento son también preparados allí y se sirven a la mesa con sal, romero y aceite de oliva. Santaniello sostiene con convicción mediterránea que como en su sitio, no se come en el mundo. Mientras estamos en los dichosos momentos del festín que nos han anunciado se lo creemos a pie juntillas.

De los 10 restaurantes parisinos que exhiben tres estrellas Michelin en la guía del mismo nombre, se dice que la sola permanencia en ellos hace merecedor el llegarse a la Ciudad Luz. Esto podría ser cierto para nuestra geografía: visitar Il Gambero Rosso justifica de por sí la ida a Margarita.

Restaurant “Il Gambero Rosso”, calle Campos c/c Tubores, Porlamar, Isla de Margarita. Tlfs.: 295 2660296 / 416 7959648.

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