Vida sana

La carne sin huesos

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Una de las claves más importantes para longevidad es llevar una alimentación saludable. Para ello, es necesario incluir en nuestros menús diarios diversas fuentes de proteínas, carbohidratos, vegetales, grasas y frutas. Sin embargo, existen ocasiones en las que por diversas razones no podemos adquirir proteínas de origen animal y, para suplir esta necesidad, es importante buscar fuentes alternativas que te ayuden a cumplir con los requerimientos necesarios.

Dentro de las proteínas de origen animal se encuentran los huevos, carnes (res, cerdo, cordero, conejo, ternera, pollo y pavo), lácteos (quesos, leche, yogurt), pescados y mariscos. Si no se pueden adquirir alguna de ellas, una excelente alternativa rica en proteínas totales con todos los aminoácidos esenciales es la soya.

Este grano, conocido también como “la carne sin huesos” es una leguminosa producida mayormente en el lejano oriente que ofrece gran valor nutricional (proteínas, aceites, carbohidratos, vitaminas, minerales y fitofármacos); por ello, países con grandes concentraciones de personas es bien apreciada ya que cubre parte de las necesidades nutricionales de la población.

Desde el punto de vista nutricional contiene un 36% de proteínas de alto valor biológico y es de fácil digestión y asimilación, gracias a que es uno de los pocos miembros del reino vegetal que contiene uno de los principales aminoácidos esenciales, la metionina. Este aminoácido encabeza la síntesis de todas las proteínas del ser humano, por lo que los vegetarianos más estrictos deben incluirlo en su alimentación.

“Sus granos tienen una proporción de 20 % de aceites esenciales como omega 6, 9 y 3, por lo que deben ser cocinados al vapor o extraídos por presión para no hidrogenar y saturar sus moléculas. Estos aceites son importantes para la reconstrucción de todas las membranas celulares y permitir su óptimo funcionamiento. Así mismo, la lecitina de soya es rica en colina, elemento esencial del neurotransmisor de la memoria, la acetilcolina”, explica el Dr. Juan Carlos Méndez, médico cirujano especialista en medicina antienvejecimiento del Centro Médico Antienvejecimiento.

A su vez, la soya contiene un 30% de carbohidratos representados por la sucrosa, rafinosa y galactosa, las cuales son fuente de energía rápida. Además contiene fibra natural celulosa, hemicelulosa y pepsina que favorece el tránsito y evacuación intestinal.

Por otro lado, la cantidad de vitaminas B que contiene la soya es tan amplia que cubre todos los requerimientos nutricionales; además del contenido de colina, manganeso, potasio, fósforo, magnesio y calcio es suficiente como sustituto de la leche, carne o huevo.

Los principios activos herbales están representados por la isoflavonas genisteina y daidzeina con gran poder antioxidante y fitoesteroles gliciteina con bajo poder estrogénico que bloquea la acción excesiva de los estrógenos naturales, sobre todo en varios tipos de cáncer de endometrio y mama.

Los productos derivados de la soya son variados y la mayoría de la producción se deriva en extraer aceites comestibles; soya texturizada (carne vegetal), tofu (queso de soya), leche, fórmulas infantiles y harina de soya. Todos son una muy buena fuente de proteínas.

En cualquiera de sus presentaciones, la soya aporta los ingredientes esenciales a las células para mantenerlas biológicamente jóvenes y saludables. Sus aminoácidos son esenciales para la construcción de proteínas estructurales (colágeno, elastina, fibrina, etc.) y funcionales (enzimas, neurotransmisores, hormonas y citoquinas); sus aceites poliinsaturados se integran en las membranas celulares para hacerlas flexibles y funcionales; sus carbohidratos son fuente de energía y sus vitaminas y minerales activan el metabolismo. Por ello, es altamente recomendada por la medicina antienvejecimiento.

La bebida de proteína de soya combinada con café, te o cacao es una excelente opción para sustituir la leche de vaca, superando los requerimientos nutricionales. Antes del ejercicio puede consumirse para activar la liberación y eliminación de grasa corporal, sobre todo en mujeres.

Es importante denotar que la soya es libre de gluten, sin embargo se han descrito alergias a algunos de sus componentes.

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