La cocina de mercado tiene su Bistrot de la Cuadra

06 de septiembre, 2019 09:22 am

Fotos: Adolfo Acosta / @fotoadolfo

Durante 12 años, el Bistrot de la Cuadra ha ofrecido en Los Palos Grandes, un menú con cocina de mercado, productos de temporada, elaborados en platos con acento mediterráneo.

Las croquetas de morcilla del Bistrot de la Cuadra, en Los Palos Grandes, son doradas esferas cubiertas por una ligerísima capa empanizada que, al romperse, dejan resbalar un mousse tibio de este embutido, matizado con especias.

Y son, estas croquetas, una de las entradas emblemáticas del menú del Bistrot de la Cuadra, que ya cuenta con 12 años en La Cuadra Gastronómica de Los Palos Grandes. Como todo bistró, este apuesta por un menú confortable, de sabores honestos pero preparados con técnicas de alta cocina por el chef Andrés Youwayed, pero con las comodidades que un buen restaurante debe tener.

Cuenta con dos ambientes, uno íntimo dentro del local, y una terraza cubierta con amplios ventanales que permiten disfrutar la luminosidad de las tardes de Caracas pero climatizado a temperatura fresca.

Al frente del Bistrot está Massimo Santelmo. Además de las croquetas de morcilla, que son de las favoritas de los comensales, ofrecen originales entradas como tequeños de chistorra con dátiles, de pizza y de pollo estilo jamaiquino, champiñones gratinados y arancini rellenos de carne con queso mozzarella -un plato que formará parte de un festival siciliano que se realizará en el Bistrot de la Cuadra- además de las clásicas ensaladas, los ceviches y los carpaccios.

«Procuramos ofrecer una cocina de mercado, con ingredientes frescos. A esto le agregamos el toque de la cocina mediterránea, porque es también mi origen. Tratamos, además de hacer todo lo posible en casa, como las salsas y los embutidos», dice Santelmo.

En los fogones está Andrés Youwayed, quien aporta sus conocimientos técnicos como chef más el valor agregado del manejo magistral de las especias como corresponde a su legado árabe aunque la comida es mayoritariamente mediterránea. Sin embargo, en el menú se asoman platos como la pechuga de pollo marroquí.

Las pastas, hechas por artesanos italianos, son parte de la apuesta más fuerte del Bistrot de la Cuadra. Vermicelli, fettuccini, penne y lingüini se ofrecen en perfecta cocción con salsas como la Gabuchi, hecha con crema, vino blanco, espárragos y hongos; la Vomero, con pulpo (en plena temporada), salteado con oliva, vino blanco y champiñones; a la Sicilia, que saltea todo en aceite de oliva con ajo, salsa Nápole, vino blanco y salchicha siciliana con hinojo, hecha por el mismo chef que es maestro charcutero; la San Andrés, con camarones, cebollín y champiñones o la tradicional Filetto Capresa con Nápole, mozzarella y queso pecorino.

Los sabores de las pastas están muy bien armonizados, sin ser invasivos para acompañar correctamente a la pasta.

Para quienes prefieren platos principales más contundentes, las carnes están presentes de variadas formas en la carta. Además del pollo marroquí, se puede optar por el pollo glaseado con salsa teriyaki hecha en casa o las escalopinas de pollo con salsa napolitana y mozzarella.

En carnes, el protagonista es el Lomito a la Cuadra, cortado en medallones, bañados en reducción de vino tinto y café. Pero también ofrecen un bife de solomo especial, solo para los que comen muchísimo porque son 450 gramos de carne y un lomo de cerdo saltado en wok con salsa asiática y vegetales.

La carta de postres es amplia pero destacan sus tortas frías por capas, que son súper cremosas, ofreciendo al paladar algunas reminiscencias con el tiramisú, pero sabores más suaves como el mousse de chocolate.