Los atrevidos sabores de las donas de Mariángela Granados

Luego de cursar estudios en el Instituto Culinario de Caracas, Mariángela Granados inició un emprendimiento de catering en el que ofrecía platos salados y en ocasiones algunos postres. No obstante, en su mente, la idea de agregar a su menú las donas no dejaba de rondar en su cabeza, hasta que un día la idea se convirtió en primeros intentos que no dieron los frutos que ella esperaba. “Probé como 20 recetas hasta que por fin di con una que la masa me quedó muy parecida a la que buscaba. A partir de ahí empecé a modificarla”, explica la pastelera.

Aunque parezca una tarea sencilla, Granados alega que hacer donas no es fácil pues “la masa tiene sus mañas y todo depende del leudado y la levadura”. Así pues, la entusiasta amante de las donas no se dio por vencida y agregó a su receta la clave para que sus platos tengan éxito: cariño, amor y con ganas de que quede perfecto y bonito.

“Para que la dona quede bella cuando la amaso le hablo y le hago cariñito”, único secreto que revela.

Preparar la masa (una mezcla compuesta de harina, levadura, huevos, leche, mantequilla y azúcar), dejarla reposar para que leude, darle forma a las donas, freírlas y decorarlas son los pasos que a diario Mariángela repite. Pero el toque que agrega a sus donas y revolucionó las redes son los sabores excéntricos que agrega a su menú y que, aunque para algunos parecen extraños, sus seguidores terminan amando tanto como ella.

“La masa es muy noble y puedes apostar por innovar en los sabores. Cuando las pruebas te saben a una dona, pero también al topping que agregas y piensas ‘cómo no se les ocurrió esto antes”, alega.

No todos los sabores por los que apuesta Mariángela son de su invención. Por ejemplo, explica que Bacon (de tocineta) es un sabor reconocido en otros países, solo que en Venezuela aún no hay una cultura en sabores de donas tan diferente. Granados apuesta por la combinación entre el cítrico y lo dulce pues es una mezcla que a muchos paladares agrada. De igual forma, existen sabores gracias a las ideas de sus clientes, un ejemplo de ello es la dona de alfajor.

De su mente surgieron sabores como la dona de parchita, pie de limón, limoncello, red velvet (existían donas con masa roja, pero no con la mezcla de red velvet), pie de parchita y mantequilla de maní. Próximamente al menú se unen la dona de cheesecake, café y fresas con crema.

“Tengo miles de sabores en mente, una página entera”, ríe.

La innovación siempre va acompañada del apoyo de su esposo, Rodrigo Lasarte, quien además de ser fiel fan de sus donas, también funge como control de calidad, pues su opinión sobre el sabor de las donas siempre es tomada en cuenta; apoyo en la mano de obra y asistente de producción.

El foodtruck de las donas

El sueño de Mariangela siempre ha sido poder tener un foodtruck de donas, un paso nuevo e innovador para su emprendimiento. La propuesta lleva meses en la mesa, y la planificación para hacer del sueño un hecho ya ha dado sus primeros pasos.

“Es mi sueño tener un foodtruck. Es lo que siempre he querido desde que inicié a estudiar cocina, y cuando empecé a hacer las donas dije ‘este es el negocio perfecto para hacerlo”, indica Granados.

Hace unas semanas, Mariángela compartió con sus seguidores en Instagram una encuesta para saber si llevaba a cabo la posible idea de crear un crowdfunding para la materialización de su sueño. Más del 50% de las respuestas contaron con el apoyo.

“Es una meta cuesta arriba pero, como es un sueño, espero poder hacerlo realidad muy pronto”.

Coordenadas

Para endulzar tus días o tus eventos, puedes hacer tus encargos a través del correo [email protected].

El pedido mínimo es de seis donas medianas o nueve minis donas y el pedido máximo es de 500 mini donas o 600 donas medianas.

Las donas se deben buscar en La California Sur.

Y si eres un gran fanático de las donas y una o dos nunca es suficiente, puedes encargar tu Big mama o estar activo al remate de donas por su Instagram @Mariangelacocinera