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Niños a la obra: cómo hacer plastilina y pintacaritas en casa

Con ingredientes comunes de la cocina se pueden hacer maravillas como plastilina, témpera, pintura para caritas, masa para moldear, tinta "invisible" y hasta salvar crayones

plastilina en casa
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La cocina es un laboratorio de magia. Y no solo sorprende con sabores. Con productos de la despensa, de los que suele haber en todas las casas, podemos hacer plastilina, pintura para la cara (pintadedos), témpera, masa para modelar, a hacer tinta invisible y, como plus, a recuperar creyones rotos.

Todas estas recetas divertidas son del libro Cocina Sonrisas, de Kristina Wetter. Ella se inspiró en su hija Maya para crearlas.

Ahora que los pequeños están mucho tiempo en casa, podemos ensayar con ellos estos experimentos divertidos. Se van a entretener cuando hagan sus materiales para manualidades y, después, cuando los usen. Además, aprenderán que las cosas tienen más usos de los que uno cree.

Así que ¡niños a la obra!

Plastilina

Para hacer plastilina, se necesita 1 taza de bicarbonato de sodio, media taza de maicena, media taza de agua y colorantes vegetales comestibles (de los que se usan en repostería).

Los tres ingredientes se colocan en una olla. Se cocina a fuego medio, sin dejar de remover con cuchara de madera. Cuando la mezcla espese, se retira del fuego y se deja reposar cinco minutos, para que no esté tan caliente al manipular.

Después que pase ese tiempo, se divide la masa en porciones y a cada una se le añade el colorante del tono que se desee: verde, rojo, azul o amarillo. Se tiene que amasar muy bien para integrar.

Ya está lista para moldear. Sin embargo es muy importante saber que esa plastilina (y las figuras que con ella se hagan) se endurece en unas 12 horas. Para que esto no suceda, se deben hacer rollitos con ellas (como las plastilinas de antes)  y se envuelven en papel celofán y eso se guarda en una bolsa con cierre hermético.

hacer plastilina
Foto: Alex Bruda de Freeimages

Kristina da más ideas. Por ejemplo, con el triturador de ajo y un poquito de la plastilina casera, se pueden hacer «cabellos» para un muñeco.

Si se quieren combinar colores, hay que mezclarlos aparte y luego añadirlos a la plastilina. Así será más fácil de integrar. Por ejemplo, para hacer color morado, se combina rojo y azul.

Es una forma fácil, económica y divertida de hacer plastilina en casa.

Pintura para la cara (pintadedos o pintacaritas)

Este tipo de pintura, que en Venezuela llamamos genéricamente pintadedos o pintacaritas, no es agresiva con la piel infantil. La diversión para los niños será hacerla y luego pintarse a sí mismos.

hacer platilina y pintacaritas
La pintura se le puede colocar a los niños con un pincel o con los dedos. Foto: Richard Dudley de Freeimages

Un plus de esta receta es que no hay que cocinar nada.

Kristina la hace con cuatro cucharadas de crema humectante fría (puede ser crema para la piel o para el rostro), media taza de maicena, 4 cucharadas de agua y colorantes vegetales comestibles.

En un bol se mezclan la crema humectante y la maicena. Se debe mezclar muy bien. Cuando está bien integrada, sin grumos, se le añade el agua y con un tenedor se revuelve muy bien.

Cuando la pasta esté suave se divide en pequeños platitos o envases y se le añade el colorante del tono que se escoja. Listo.

Masa para modelar

Esta receta es un poco más compleja que la receta para hacer plastilina pero rinde más y en vez de maicena, usa harina de trigo.

coquito de plastilina
Foto: Paul Bodea de Freeimages

Se necesitan 2 tazas de agua, 2 tazas de harina de trigo, una taza de sal, 4 cucharadas de cremor tártaro, dos cucharaditas de aceite de maíz y colorantes vegetales comestibles.

En una olla (sin poner al fuego aún) se coloca el agua y la harina de trigo poco a poco sin dejar de remover con una cuchara de madera.

Cuando todo se diluya, se enciende el fuego y se añade la sal, el cremor tártaro y el aceite de maíz. Se sigue removiendo constantemente con la cuchara de madera hasta que todo se integre y la masa se separe de las paredes de la olla.

Esa masa se deja enfriar. Luego, se separa en tantas partes como colores quieras, se colocan en un mesón y, una a una, se le añaden los colorantes del tono que los niños deseen. Hay que amasar muy bien.

Igual que al hacer plastilina, si quieres combinar colores, mézclalos primero aparte y luego añádelo a la masa. Por ejemplo, si quieres hacer anaranjado, pones tres gotas de amarillo y dos de rojo, revuelves un poquito y añades a la masa.

Esta masa hay que conservarla en bolsas con cierre hermético.

Tinta «invisible»

Facilísima y divertida para los pequeños.

Moja un pincel finito en zumo de limón o en vinagre blanco y escribe sobre una hoja de papel. Puedes ser una frase o un «mapa del tesoro» para que los niños busquen alguna recompensa.

Para leer el mensaje invisible solo hay que acercar la hoja a un bombillo encendido, que esté ya caliente.

A recuperar crayones

Para esto solo se necesitan creyones rotos y moldes para hacer ponquecitos, mejor si son de silicón. También se pueden usar los capacillos, que son los normales de papel. Lo importante es que se puedan hornear.

Lo primero que hay que hacer es quitarle el papel a todos los creyones que los tengan.

salvar crayones
Foto: Jorge Vicente de Freeimages

Luego se separan en colores y se cortan en pedacitos.

Ahora viene el momento de introducirlos en los moldes de ponquecitos. Puedes hacer dos cosas: O ponerlos todos del mismo color, o combinarlos para que quede un megacrayón con varios tonos.

Los moldes (con los creyones adentro) se colocan en una bandeja en el horno a temperatura media hasta que la cera se derrita. Luego se saca la bandeja y se deja enfriar muy bien para que la cera se endurezca.

Luego se saca de los moldes y se tiene unos crayones gruesos, pero listos para pintar.

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