Tendencia

7 tendencias en alimentación y bebidas del 2017

Si estás en el negocio de la alimentación, sabes lo pronto que se puede caer en la rutina, lo rápido que el público se aburre y lo intensas que pueden llegar a ser sus exigencias. Conoce qué dicen los más recientes estudios sobre los gustos, las preferencias y la conducta de consumo de alimentos y bebidas para adelantarte en la identificación de nuevas oportunidades de negocio, minimices la incertidumbre y encuentres en la innovación tu ventaja competitiva

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Atrás quedaron las dietas dirigidas para bajar peso. Actualmente, el pensamiento que domina el mercado es el de la alimentación positiva, estrechamente vinculada con los conceptos natural y orgánico. De hecho, la marca Nestlé realizó un estudio en el que encontró que el 58% de los encuestados estaría dispuesto a pagar más por este tipo de productos. En sintonía con esto, la firma consultora Mintel, en su estudio Food & Drink trends 2017, observó un aumento del 257% en cuanto a la promesas veganas que ofrecen los productos lanzados a finales del año 2016 y principios del 2017. La idea de una alimentación positiva pasa también, según la firma Dragon Rouge, por un retorno a la sabiduría antigua y a un deseo de simplicidad, que lleva al consumidor a disfrutar más de la vida y la alimentación.

Conoce, a continuación, las siete tendencias que se derivan de este nuevo pensar en la alimentación:

1. Salud y placer van de la mano

Los consumidores quieren dejar de sentir culpa ante los postres, los snacks y los aperitivos, por eso, se ha evolucionado a versiones 0% de materia grasa o azúcares añadidos y las verduras han brincado a la palestra. Dragon Rouge explica que en concordancia con una vida feliz, los consumidores se inclinan por productos que además de ser saludables o funcionales, también les proporcionen placer.

La Feria Internacional para los Proveedores de la Industria de los Productos de Confitería y los Artículos para Picar, realizada en la ciudad de Colonia, Alemania, a finales de enero de 2017, mostró cómo se pueden adaptar las recetas de estos productos a las tendencias de los consumidores y qué materias primas se pueden utilizar para ello.

Por ejemplo, plantearon sustituir el azúcar granulado por miel o el dulce proveniente de la fruta y cambiar el colorante artificial por el que se encuentra en la naturaleza. Igualmente, se presentó la manera de sustituir los huevos de estas recetas, incluyendo vegetales con alfadextrina, una fibra alimentaria soluble que emulsiona con aceite vegetal o margarina de la misma manera que lo hacen los huevos y a partir de la cual, se puede obtener una buena estructura de bizcocho y de migas, sin tener consecuencias en el sabor.

2. Cenas saludables y funcionales

Los ritmos de vida contra reloj de la sociedad actual ha puesto en relieve la necesidad de un buen descanso nocturno, que no solo sea sereno sino que reponga la energía perdida. La innovación va más allá de las infusiones sedantes, ahora se habla de jugos ricos en melatonina (hormona relacionada con el ciclo del sueño) y de cereales que favorecen la digestión nocturna, brindando sensaciones de ligereza y revitalización.

Según la Asociación Española de Codificación Comercial, en su artículo “El yin y el yang de las tendencias”, la preocupación por la salud ha despertado el interés por alimentos que incorporan propiedades personalizadas para aquellos que sufren patologías relacionadas con la dieta. La firma Mintel ha determinado que la noche es el momento clave para el consumo de estos alimentos funcionales (no solo relacionados con la salud, sino también con la cosmética) porque sus propiedades actúan durante varias horas.

3. Comida rápida de elaboración lenta

En el estudio realizado por Mintel se observó un aumento del 54% de los productos On the Go (listos para llevar) en el último año. A pesar de que el tiempo para comprar, preparar y consumir un producto es cada vez más escaso, elemento que influye poderosamente en la decisión de compra, también hay que tomar en cuenta la preocupación por la salud de la que ya se ha hablado. Es decir, las personas buscan en estos momentos, maneras más rápidas de consumir alimentos frescos, nutritivos incluso cocinados de forma lenta.

La lentitud, como criterio de calidad, está asociada con la dedicación al proceso de preparar la comida y esto se conecta con lo familiar, lo conocido, por lo que hoy vemos consumidores más interesados en saber el origen de los ingredientes y confían más en aquellos productos que tienen una relación tangible con el pasado. La innovación en este sentido se basa en la idea de usar lo familiar para algo nuevo, pero reconocible.

Dragon Rouge destaca dos aspectos importantes relacionados con el interés por el origen de los productos: en primer lugar, la firma encontró que mientras menos procesado sea un producto, mayor será su valoración y la probabilidad de comprar. Segundo, hay una tendencia muy marcada hacia los productos locales y autóctonos. De acuerdo con esto, Mintel destaca la gran relevancia que han adquirido lo auténtico y lo artesanal, ejemplificado en las cervezas artesanales.

4. Los millenials un mercado que emerge con exigencias

Los nacidos antes del final del milenio han adoptado un estilo vida que es a la vez ético y tecnológico y, no es sorpresa que esta generación tenga una forma determinada de conceptualizar la alimentación. Entre sus características más resaltantes está la sensibilidad por la sostenibilidad, que ha dado pie a un consumo más responsable con el medio ambiente, traducido a la tendencia al desperdicio que consiste en utilizar ingredientes imperfectos, que hasta ahora habían sido desechados, para crear productos nuevos. Por ejemplo, snacks de fruta “fea”, mayonesa hecha del líquido de los garbanzos enlatados o empaquetados y otros residuos como fuentes de energía.

La dependencia tecnológica de los millenials los hace amantes, por otro lado, de productos Premium, de calidad comprobada y que además sean estéticamente atractivos para poder difundir fotografías en sus redes sociales.

5. El protagonismo de las verduras

Los vegetarianos celebran que ahora ya no son un nicho de mercado sino que se convirtieron, en los últimos tiempos, en un mercado objetivo. La verdura como ingrediente clave encaja a la perfección con la preferencia por dietas naturales, simples y flexibles que demandan los consumidores hoy en día. Por esta razón, han surgido bebidas que sustituyen la leche por vegetales, como la leche de guisantes, de almendras o de coco. También, se han incluido bebidas elaboradas a partir de frutos secos, cereales, semillas o variedades de granos como la quinoa o el mijo. Se ha observado que su consumo está relacionado con un estilo de vida sin que exista una condición especial de salud.

Otras innovaciones en este sentido apuntan a incluir sabores vegetales al yogurt (que hasta ahora solo había sido combinado con frutas y cereales) y sustituir los carbohidratos, como la pasta y el arroz, por vegetales como el calabacín y el coliflor.

6. Comer sano no debe ser un lujo

Algunas empresas, según Mintel, impulsan el consumo de frutas y verduras imperfectas en su aspecto (forma, color o tamaño) que no han perdido su calidad en el interior ni su valor nutricional, pero a un precio más accesible para los consumidores con economías deprimidas con el fin de que puedan alcanzar sus objetivos saludables.

7. Conociendo a los flexitarianos

Este nuevo grupo de consumidores tiene preferencia por la comida vegetariana, pero con libertades para buscar proteínas en fuentes animales de vez en cuando. Lo que realmente ocurre con ellos es que no se sienten satisfechos con la combinación de frijoles y carbohidratos para obtener proteínas y tampoco están tan enamorados de la hamburguesa de garbanzos.

La industria alimentaria continua en la búsqueda de sustitutos de la carne en proteínas alternativas como los huevos, los guisantes, los granos antiguos, los frutos secos o el reciente descubrimiento del árbol de pan o yaca (jackfruit), cuya fruta, antes de madurar, tiene una textura similar a la carne de cerdo desmenuzada y tiene bajo contenido en azúcar. Otros expertos insisten, por otra parte, en dejar de buscar alternativas y ofrecer, con ayuda de la tecnología, sustitutos de la carne que imiten muy de cerca el sabor y la textura de los productos cárnicos.

Dos conductas interesantes

• Los aperitivos y comidas comienzan a disfrutarse, nuevamente, con agua sola o saborizada con patilla o higo. Y también despuntan bebidas preparadas a base de frutas (mocktails o cócteles sin alcohol).

• Comienzan a ganar terreno las medias raciones (incluso tercios o cuartos de ración) en aras de poder disfrutar más sabores en una sola comida, compartir platos y romper el orden tradicional del menú.

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