El mejunje

Tomillo: el antibiótico de los necesitados

En medicina le llaman el antibiótico de los pobres y como tantas hierbas, desde la antigüedad, tiene un amplio uso en gastronomía y salud Es la hierba preferida de los conejos y si usted logra comerse uno que haya correteado por el monte donde hay sembradíos de tomillo notará su delicioso sabor.

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Foto: alimentos-ricos.net
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Es esencialmente antiséptico o desinfectante (su aceite) incluso más que el fenol y el agua oxigenada.
Ayuda a limpiar las infecciones de las vías respiratorias, por eso se emplea en casos de gripes fuertes con flema, resfriado, bronquitis, calma la tos, otras infecciones y calambres, lucha contra el agotamiento psíquico, la pérdida de memoria, la depresión y hasta la irritabilidad nerviosa.
Además, aleja las polillas. Cualquier armario en el que se introduzca tomillo seco, dentro de una bolsita de tela, las espanta.
El tomillo secado en la casa, es superior el tomillo seco y pulverizado que se consigue en el mercado. Cuelgue los ramos en un lugar cálido y oscuro. Luego quite las hojas y guárdelas en un frasco.
INFUSIÓN PARA GRIPES, RESFRIADOS Y TOS: INGREDIENTES:

  • ¼ cdta. de tomillo
  • 2 tazas de agua

PREPARACIÓN: 1. Calentar las 2 tazas de agua y cuando empiece a hervir, apagarlo. 2. Añadir ¼ de cdta. de tomillo, tapar, dejar reposar 5 minutos y filtrar. 3. Beber 2 tazas diarias. NOTA: Si la quiere potenciar más añadir unas hojitas de romero.

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