Vida sana

Una buena noche de sueño ahora es un lujo

Muchas personas consideran que han tenido “una excelente noche” tras haber disfrutado de una salida o un compartir con familiares y amigos, esto se debe a que cada vez es más común vivir en un mundo hiperestresado y liberarse de él genera una sensación placentera

Fotos: Pexels.
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Este artículo busca concientizar a las personas acerca de la importancia de considerar una buena noche de sueño como la mejor noche de tu vida. Si evaluamos nuestro día a día podemos notar que vivimos ante un estrés permanente, donde muchos trabajan por turnos y realizan diversas actividades que afectan cada vez más a nuestro reloj biológico, consecuencia del constante cambio y la dificultad para que el mismo se adapte. A su vez, consumir alimentos a los que se es sensible y no controlar nuestras bacterias intestinales contribuye a que se genere una inflamación intestinal que impide el buen dormir. Por esta razón, en estos tiempos una excelente noche de sueño ha pasado a ser un lujo casi inalcanzable que está afectando a toda la población.
Aunque cada vez hay más personas conscientes de la importancia del sueño, muchas siguen postergando constantemente la hora de acostarse. Cualquier otra actividad siempre está por encima de dormir a una hora prudente; pero, no podemos olvidar que todo mal tiene un castigo: el sonido de un despertador es el encargado de recordarnos todos los días el pecado que cometemos al no dormir a tiempo.
Nuestros genes no están diseñados para el entorno moderno, dicho cambio ha sido el culpable de muchas de las dolencias del mundo actual.  Constantemente, escuchamos la recomendación de “duerme 8 horas seguidas cada noche y te recuperaras”. No obstante, vale la pena cuestionarse si este hecho es verdad. Desde el punto de vista evolutivo, ¿era así como dormíamos?
Thomas Wehr, psiquiatra y científico emérito del Instituto Nacional de Salud Mental, se interesó en identificar el patrón natural del sueño bajo un entorno similar al de nuestros antepasados. Su experimento se basó en restringir la luz artificial a 15 voluntarios permaneciendo encerrados en habitaciones oscuras durante 14 horas cada noche.
Los resultados arrojaron que durante los primeros días casi todos dormían mucho más de lo normal, entre diez a once horas seguidas. Sin embargo, a medida que avanzaban los días, el tiempo medio que dormían rondaba en las ocho horas, se presentaba un sueño inicial de tres a cinco horas seguido de una a dos horas de vigilia y, a continuación, otras tres a cinco horas de sueño inmediatamente. El espacio de tiempo que existía de por medio no venía acompañado de las típicas vueltas en la cama, ni ansiedad como los típicos casos de hoy, sino que los participantes lo definían como una sensación placentera de relajación, semi-meditación y claridad mental.
El análisis de resultados concluyó que al principio la gente dormía más porque era un intento del cuerpo de pagar la “deuda de sueño” que nos deja la sociedad moderna, y puntualiza que este patrón cambia porque a los días esa deuda ya está saldada.
Años atrás se habló de estos dos fenómenos (la deuda del sueño y la deuda saldada), pero dichas menciones empezaron a reducirse a partir del siglo XVII al aumentar la iluminación de las calles y popularizarse las actividades nocturnas. Fue justo en el siglo XIX, con la llegada de la luz eléctrica, que desaparecieron estos términos. No obstante, consideramos que el problema no viene por no segmentar el sueño, sino por la perturbación constante de nuestro ritmo circadiano.
Hay un dicho que dice “si duermes bien es difícil matarte, pero si duermes mal es difícil mantenerte vivo”. Aquellos que viven sin pensar en el descanso y alegan un “dormiré cuando me muera”, probablemente lleguen a ese día antes de lo que piensan.
Tips para que tengas mejores horas de sueño
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–  Conoce y evita tus sensibilidades, de esta manera tu digestión será adecuada.
–  Cena temprano, por lo menos 2 horas antes de dormir.
–  Establece un horario de descanso.
–  Elimina cualquier aparato que emane luz antes de dormir.
–  Asegúrate de tener un entorno oscuro a la hora de dormir (cortinas o persianas).
– Elimina pensamientos estresantes antes de dormir, puedes ayudarte utilizando música relajante o meditación.
– No te pongas en deuda con tu organismo. En caso de no poder dormir lo recomendado en la noche, puedes saldar la deuda durmiendo ciclos cortos durante el día, como las siestas que realizan los bebés.
Ten en cuenta que los factores nombrados son solo una parte de lo que realmente hay que respetar: nuestro ciclo circadiano. Si este está sincronizado todo funcionará en óptimas condiciones.]]>

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