La dieta cetogénica o keto ha ganado popularidad en el mundo debido a los impactantes resultados en la baja de peso que registran algunas personas que la practican. En un principio, la dieta keto fue diseñada para personas epilépticas, sin embargo, en la actualidad es muy usada por personas que sufren de diabetes tipo 2 o que simplemente desean perder peso.
Famosas como Kim Kardashian y Rihanna siguen esta dieta baja en carbohidratos con la finalidad de llevar al cuerpo al estado de cetosis que es cuando se quema la grasa para usarla como energía, mientras que la glucosa en la sangre llega al mínimo.
“La dieta cetogénica no es nueva, siempre ha existido. Sin embargo, ha sido conocida a lo largo de los años por distintos nombres: la dieta de los puntos o dieta bating», comenta Ariana Araujo, nutricionista especializada en dietética.
Dieta cetogénica y cetosis
La dieta cetogénica consiste en el consumo de alimentos bajos en carbohidratos y altos en grasas, con la intención de producir un cambio en la energía y el estado metabólico de la persona.
El objetivo de este tipo de dieta es crear un proceso de cetosis muy similar al ayuno, que puede conseguirse al reducir cantidades de alimentos ricos en carbohidratos.
«Dicha dieta aporta solamente 50 gramos de carbohidratos al día. Durante la práctica, la persona debe controlar el consumo de ácidos, vegetales, frutas y cereales», comenta la nutricionista.
El cuerpo, al haber una ausencia de hidratos de carbono, agota el glucógeno pasando el hígado su fuente principal de energía. Como resultado se obtendrán cetónicos que serán distribuidos como nutrientes a varias partes del cuerpo y al resto de los órganos. Sólo de esta manera, se provocará la cetosis.
La especialista explica cómo es el proceso de cetosis en el organismo: «El cuerpo trabaja con azúcar que proviene de los alimentos. A nivel cerebral existe una barrera que no deja pasar ningún compuesto que no sea glucosa. En caso de que la dieta que se esté consumiendo no aporte la cantidad de carbohidratos que se necesita, el cuerpo usa las grasas como energía, pero debido a la barrera, el cuerpo transforma dicha energía en cuerpos cetónicos, que pueden subir y permitir al cerebro que cumpla funciones básicas».
Cabe resaltar que cuando el cuerpo se encuentra en cetosis, le envía señales a la persona para que consuma glucosa. Es decir, envía alertas que pueden manifestarse como dolores de cabeza, sudoración fría, visión borrosa o temblores. Precisamente son esos síntomas lo que permite conocer si hay una baja de azúcar en la sangre.
¿La dieta cetogénica es apta para mujeres?
Desde sus inicios, la dieta keto ha sido objeto de distintas investigaciones. El estudio más reciente fue este año, realizado por la Universidad Iowa, en Estados Unidos, donde se buscó conocer con una muestra de ratones las diferencias de la dieta según el género.
En este estudio, los científicos alimentaron a los ratones machos y hembras con la dieta cetogénica y una dieta común.
Semanas después, los expertos encontraron que los ratones machos que siguieron la dieta cetogénica controlaron sus niveles de glucosa y perdieron peso y masa corporal. En el caso de las hembras, fue todo lo contrario ya que controlaron su nivel de azúcar en la sangre, pero en menor medida.
La diferencia se debe al estrógeno. Para un mejor estudio, se le extrajeron los ovarios a algunas hembras, siguiendo una línea similar a la que se siguió al principio. En este caso, las hembras presentaron una disminución en la grasa corporal y un mejor control de la glucosa.
De igual modo, la Universidad de Ohio realizó un estudio con una muestra de 15 militares quienes debían de seguir la dieta keto y, además, fueron comparados con un grupo de 14 soldados que siguieron su alimentación normal.
La finalidad del estudio era comprobar las condiciones de la salud de los soldados, ya que se cree que parte de los militares estadounidenses sufren de obesidad.
Los resultados mostraron que los participantes con dieta keto bajaron 7,7 kilogramos y fueron capaces de mantener el estado de cetosis durante varias semanas. Así mismo, perdieron 5% de grasa corporal, 44% de grasa abdominal y 48% mejoraron su resistencia a la insulina. El consumo de carbohidratos estaba restringido entre 30 a 50 gramos al día, de preferencia de origen vegetal.
Los investigadores al final concluyeron que la dieta keto puede ser recomendada al ejército y representa una “estrategia creíble para mejorar la salud y preparación física”.
¿Cuáles son los alimentos que están permitidos y cuáles no?
Algunos de los alimentos que se pueden disfrutar durante la dieta cetogénica son:
- Grasas naturales: aceite de oliva o aguacate.
- Pescados y mariscos.
- Proteínas: carne, pollo, tocineta y huevos.
- Verduras: lechuga, espinaca, apio, brócoli, pepino, rábano, entre otros.
- Frutas bajas en azúcar: fresas, arándanos y frambuesas.
- Quesos: queso parmesano, suizo, cheddaar, mozzarella, queso azul, queso crema y queso cottage.
«En el caso de las grasas en esta dieta, no se hace una distinción en grasas buenas o malas. Sino que son planteadas como grasas saturadas, monoinsaturadas o poliinsaturadas», comenta Araujo.
Entre los alimentos que no se pueden consumir durante la dieta keto, se encuentran:
- Pastas.
- Cereal.
- Arroz.
- Cerveza.
- Papas.
- Chocolates.
¿Quienes no pueden seguir la dieta keto?
La práctica de la dieta keto está prohibida para los niños, embarazadas, adultos mayores o personas que sufren de diabetes, hipertensión, problemas tiroideos y cáncer. Estos últimos porque necesitan mantener su peso para tener energía durante el proceso. Si la persona adelgaza, puede ser perjudicial para su salud.
En el caso de las personas vegetarianas o veganas, quienes no consumen ningún tipo de proteína animal, si quieren seguir esta dieta deben de consumir grasas.
«Es complicado que las personas veganas realicen este tipo de dietas. Sobre todo, porque la mayoría de los nutrientes proviene de frutas y vegetales. Al quitarle los cereales o lácteos, solo quedarían las grasas», comenta Araujo.
Riesgos de la dieta
Según la nutricionista, la dieta cetogénica somete a la persona a múltiples riesgos, por lo que tiene que estar completamente saludable para poder llevarla a cabo. Recientemente los investigadores del ETH Zúrich, junto con el Hospital Universitario Infantil de esa ciudad suiza, realizaron un estudio donde se comprobó que este tipo de dieta altera el proceso para controlar los niveles de sangre, provocando resistencia a la insulina en el hígado.
Entre los posibles riesgos que expone la nutricionista se encuentran los siguientes:
- Hipoglicemia. El cerebro trabaja con azúcar, al no tener un mecanismo bien regulado, no llegará al cerebro y dejará de realizar sus funciones básicas, ocasionando que la persona se pueda desmayar.
- Efecto rebote. Cuando la persona vuelva a consumir carbohidratos, se generará un rebote en el peso, ya que el cuerpo va a almacenar la grasa que perdió y tenerla como fuente de reserva, en caso de una emergencia.
- Deficiencia de nutrientes. La mayoría de alimentos que tienen carbohidratos contienen vitaminas y, al eliminarlos puede producirse una deficiencia de vitamina K, ácido fólico, calcio, vitamina A, D y E.
«Particularmente no recomiendo esta dieta porque puede producir efectos secundarios y no es una dieta equilibrada. Si la persona sufre de colesterol o triglicéridos altos puede elevar su riesgo de infartos o de un ACV, sobre todo si sufre de tensión alta. En los gimnasios la recomiendan mucho, pero creo que es porque no manejan bien todos los mecanismos orgánicos y no les importa someter al cuerpo a este tipo de alteraciones», finaliza la nutricionista.
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