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Bolsonaro destituye a su ministro de Sanidad como castigo por defender la cuarentena

Luiz Henrique Mandetta afirmó que intentó convencer al presidente Jair Bolsonaro, sin éxito, de la gravedad de la pandemia del coronavirus y así fue como reaccionó el mandatario

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El diputado Luiz Henrique Mandetta anunció que fue destituido del cargo de ministro de Sanidad de Brasil por el presidente Jair Bolsonaro, a quien intentó convencer sin éxito de la gravedad de la pandemia de la Covid-19.

La destitución de Mandetta, quien según él mismo es un firme defensor de las cuarentenas adoptadas por muchos gobiernos regionales para impedir el avance del coronavirus, siguió a un agravamiento de su relación con Bolsonaro, quien minimizó los efectos de la pandemia y sostuvo que el país «no puede parar», pues el «pueblo precisa trabajar».

«Acabo de oír del presidente Jair Bolsonaro el aviso de mi dimisión del Ministerio de Sanidad. Quiero agradecer la oportunidad que me fue dada», escribió Mandetta en su perfil en la red Twitter poco después de una reunión con el mandatario.

La salida de Mandetta fue decidida en momentos considerados críticos y con la pandemia del coronavirus en plena expansión por el país, donde hasta ahora se registran más de 1.700 fallecidos y y cerca de 30.000 casos. Se espera que el pico se alcance en cuestión de 30 días.

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Mandetta, médico de 55 años, ganó una enorme popularidad gracias a la firmeza de sus posiciones frente al coronavirus, cuya gravedad no escondió de los brasileños pese a la crítica constante de Bolsonaro, quien en los últimos días ya ni siquiera le recibía.

La que dice la gente sobre Bolsonaro

En un sondeo difundido la semana pasada por la firma Datafolha, la gestión de la crisis del coronavirus hecha por Mandetta tenía la aprobación del 76% de los brasileños. Por el contrario, apenas 33% de las personas encuestadas dijo apoyar las posiciones de Bolsonaro frente a la crisis.

Según fuentes políticas, el mandatario entró en una suerte de «guerra de egos» con Mandetta, sobre quien llegó a decir en forma pública que el cargo se le había «subido a la cabeza» y que, como ministro de su Gobierno, debía ser «más humilde» y «escuchar más lo que dice el presidente».

También afirmó, en clara referencia a Mandetta, que «algunos» de sus ministros se habían convertido en «estrellas» y que «hablaban hasta por los codos».

Declaraciones de ese tenor tuvieron al ahora exministro contra la pared durante las últimas semanas, pero a pesar a las presiones, Mandetta siempre dijo que no tenía previsto renunciar.

«Un médico nunca abandona a un paciente», declaró el pasado fin de semana, aunque subrayó, como en otras ocasiones, que el cargo de un ministro «le pertenece al presidente», que es quien decide sobre la continuidad o no de sus colaboradores.

Este jueves Bolsonaro tomó una decisión y se especula que nombrará como nuevo ministro de Salud al oncólogo Nelson Teich, quien ha dedicado toda su vida profesional al sector privado.

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