Internacionales

Brasil y México mueven los ejes políticos y empresariales de América Latina

Los dos países más grandes de la región ven surgir figuras poderosas con un discurso antisistema y las promesas de generar cambios radicales. Ambos trabajan las emociones de frustración de la población, Manuel López Obrador desde posiciones de izquierda, mientras que Jair Bolsonaro asume banderas de la derecha radical. Ambos líderes ganan terreno - el primero ya como presidente y el segundo como candidato favorito- gracias al desprestigio de las instituciones, el fracaso de los partidos y el rechazo a la corrupción.

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Juan Toro, analista de Entorno Latin America Foto: AFP/ PEDRO PARDO

Satisfacer las expectativas y cumplir las promesas los va a llevar a implementar medidas efectistas y procurar mantener las emociones como base de sus apoyos. Asumir posiciones contra lo establecido o evidenciar el fracaso del sistema será el punto común entre ambos países, pero la diferencia ideológica marcará que México irá más hacia el discurso social y la reivindicación del pobre, mientras que Bolsonaro se basará en el discurso moral y la vuelta a valores tradicionales.

López Obrado representa la esperanza de un México más igualitario, mientras que Bolsonaro es la apuesta a quienes quieren un Brasil menos corrupto. Esto no significa que en Brasil no haya una gran diferencia social y los pobres apuesten a una mejor vida, o que México tenga uno de los sistemas más corruptos, lo que evidencia es la estrategia en México de apostar a la igualdad social ante una clase media cansada de los fracasos y corrupción del sistema y de los pobres cada vez con condiciones más deterioradas.

Por su parte Bolsonaro capitaliza la gran rabia que generó la puesta en evidencia de la corrupción de las élites políticas y empresariales con el caso Odebrecht y le sumó una arista conservadora radical para adherirse el apoyo de los evangélicos, grupo religioso de gran crecimiento entre las clases populares.

Los foros políticos de la región recibirán el impacto de este nuevo liderazgo. Bolsonaro será la voz de los conservadores y buscará apoyo contra los gobiernos de Nicaragua y Venezuela. En el caso de López Obrador ya marcó distancia del movimiento chavista y de Ortega, pero será la voz progresista y buscará liderazgo regional como tal, sin descuidar su rol de socio comercial de Estados Unidos.

IMPACTO EN LAS EMPRESAS

Tanto el gobierno de López Obrador, como el liderazgo de Bolsonaro, bien como presidente o a través del ya conservador congreso brasileño, tendrán un enorme impacto en la región. México y Brasil representan las economías más grandes de la región y sus medidas impactarán los negocios. Las empresas deben estar atentas al discurso público y privado de ambos líderes y evaluar las potenciales medidas de ambos líderes.

En el caso de López Obrador está procurando mantener el apoyo del sector empresarial y generar confianza para que no haya impacto negativo en precios y generación de empleos, pero su discurso antisistema y las demandas generadas por las expectativas sociales podrían generar medidas efectistas en cuanto a regulaciones laborales, como aumentos de salarios, o programas de subsidios. Las empresas deben incrementar su activismo social, ya que no solo el gobierno está esperando mayor participación, sino que la sociedad siente que es el momento de mayor exigencia a los estamentos de poder.

Bolsonaro, por su parte, buscará medidas tempranas que den respuestas a las altas expectativas de cambio. Debería enfocarse en mayor control de las instituciones y desmontar estructuras para dar sensación de cambio. En lo económico buscará el apoyo empresarial, dando prioridad a la generación de empleo por encima de cualquier medida populista. La reducción del Estado y las privatizaciones, contando con apoyo del congreso, serán parte de su agenda y al pueblo mantendrá las emociones buscando acciones que alimente su mensaje de “Brasil encima de todo. Dios encima de todos”.

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