Venezuela

Caracas amaneció de cabeza por paro del transporte público

Caracas amaneció más congestionada de lo normal debido a la paralización de un gran porcentaje de unidades de transporte público en los distintos bloques de la ciudad.

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FOTOGRAFÍA: FELIPE ROTJES

Desde las 6:00 a.m. las calles estaban vacías, las filas en las paradas más largas. El Metro estaba colapsado. Araceli Hernández vive en Los Chaguaramos y debido a la falta de unidades tuvo que usar el servicio de trenes y perdió dos horas por el colapso y los retrasos que llegaban a niveles críticos. Su trayecto inició en la estación La Bandera y concluyó en Capitolio.

Afirmó sentirse agotada «Es un problema progresivo que se intensificó hace dos meses por el problema con el aceite. Ahora los camioneteros usan aceite quemado». La mujer, que trabaja como maestra auxiliar, no está en la Plaza Bolívar por diligencias o trabajo. Todos los días acude a una fuente de soda de la zona a comprar un pastelito porque es el más barato que consigue, a 20 bolívares.

Paro de transporte 30 de enero 2018. Foto: Felipe Rotjes

En Chacaito, Margarita Montero llegaba a la cola de buses que llevan hasta El Cafetal. Percibió la falta de unidades, pero a su juicio es más fácil tomar una camioneta que en otras oportunidades: «ayer esta cola llegaba más allá del centro comercial y tuve que estar aquí a las 6:00 a.m.». Son las 9:00 a.m., pero de igual modo la cola crece hasta la entrada de la estación del Metro.

El bus que abordó Margarita lo maneja José Escovar. Trabaja en el sector desde hace 25 años, y ahora pertenece a la Asociación  Casalta-Chacaito-Cafetal. No se sometieron al paro porque la directiva de la cooperativa no dio la orden.

No muy lejos de ahí hay otro grupo de buses con destino a El Hatillo. Uno de los conductores, Pedro Serrano, acusa la gravedad de comprar repuestos con los montos actuales del pasaje. «Si el pasaje aumenta, aumenta todo». Tampoco está de acuerdo con la paralización del transporte porque significa dejar de percibir dinero y en estos momentos es lo que más necesita.

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Mariela García vive en Barlovento. Salió de su casa  las 3:30 a.m. a la parada y abordó el bus a las 5:30 a.m. para llegar a Plaza Sucre a las 8:00 a.m. Siente que transitar por la ciudad es insoportable, debido al volumen de personas que se trasladan a pie como última alternativa. Le preocupa su regreso porque teme que quedar varada.

Esta medida continuará el miércoles si el ministro de Transito Terrestre, Carlos Osorio no se pronuncia. De ser así el primero de febrero los usuarios amanecerán con el pasaje a dos mil bolívares porque, con o sin la aprobación reglamentaria los transportistas están decididos a aumentar los costos o arriesgarse a una verdadera paralización del sistema de transporte, pero esta vez por la inoperatividad de las unidades

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