Opinión

¿Clasificados? Caribes… ¿Eliminados? ¡Eliminado no hay nadie!

Cuando Caribes de Anzoátegui terminó el mes de octubre con 17 victorias y solo 3 derrotas dije, públicamente, que los indígenas podían darse el lujo de jugar con las fichas de la paralela de ahí en adelante y no tener demasiadas complicaciones para estar entre los clasificados al round robin.

Publicidad

El ejercicio, aunque irreal, no creo sea exagerado. Caribes de Anzoátegui tiene que ganar solo 13 de los próximos 42 encuentros para quedar con 31 victorias, cifra mágica para acceder a la tierra prometida que ofrece la LVBP en enero.

Eso quiere decir que aún perdiendo el 70% de los encuentros que le restan en las venideras semanas, Caribes igual clasificaría al Todos contra Todos.

¡Bórrenlo! “La Tribu” ya se metió y eso ya todas las gerencias de la LVBP lo saben (aunque se rehúsen a admitirlo)

Primero porque 18 victorias en los primeros 21 juegos, es un exabrupto en una liga de 63 juegos que clasifica a los mejores 5 de 8. Y segundo, porque el mánager Omar López va a tener a refuerzos como Oswaldo Arcia, Alexi Amarista, Jairo Díaz y Lester Oliveros para -olviden clasificar- intentar lograr el mejor récord en la historia de Caribes (39-24 en la 2007-2008).
Es decir, el ejercicio mental del equipo de la paralela no se va a dar. En todo caso, lo que viene es nitro para un motor que ya es supersónico.

¿Pero es acaso la situación de Caribes inversamente proporcional a la de, digamos, los Tiburones de La Guaira?

Obviamente el equipo de Buddy Bailey ha tenido problemas. De hecho, los litoralenses vivieron el peor primer tercio de temporada de sus últimos tres años (6-15) gracias, en parte, a una racha de 7 juegos perdidos que hasta el martes los martirizaba.

Pero bajo ningún concepto su situación es completamente antagónica a la de Caribes. Caribes está salvado, Tiburones, como Cardenales y Bravos, no está condenado.

Hasta ayer, los salados se encontraban a 3.5 juegos de los puestos de clasificación. Su situación, aunque difícil, no amerita un evento sobrenatural para que cambie drásticamente. Solo tienen que jugar mejor béisbol, punto. Uno que les permita jugar para 24-18 en sus próximos 42 juegos para terminar con 30 victorias en su currículo.

De hecho, según la historia, si Caribes y Águilas del Zulia continúan su marcha desenfrenada hacia las 40 victorias, el quinto lugar de la LVBP bien podría necesitar solo 29 laureles, tal y como ocurrió en la campaña 09-10 con Cardenales de Lara. En ese caso Tiburones podría jugar para 23-19 y aun así clasificar.

Así que no desespere amigo escualo. Sé que 28 años sin ganar lo han hecho un pesimista empedernido. Sé que este no ha sido el comienzo que se auguraba en la nueva «Era Bailey». Sé que las cosas lucen bastante mal por los momentos.

Sin embargo, le recomiendo que no mire la tabla de posiciones hasta nuevo aviso. Sólo ligue a que el pitcheo salado logre bajar esa efectividad estratosférica pronto (ayer amaneció en 5.12), que el bate de Alex Cabrera consiga inspiración en la llegada de Carlos y Hector Sánchez y que los monstruos de la Serie Mundial (entiéndase Grégor Blanco, Salvador Pérez y Alcides Escobar) se uniformen lo más rápido posible.

Porque en mi libro ya hay un clasificado absolutamente certificado. ¡Qué demonios! Pudiera decir que hay uno y medio si veo detalladamente a las Águilas… ¿Pero equipos eliminados?

¡Eliminado no está nadie, hermano!

Publicidad
Publicidad