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Adiós Osmel, ahora sí comenzó el exorcismo del Miss Venezuela

Aunque la impronta de Osmel Sousa es indeleble en la historia del concurso nacional, las reinas electas el 13 de diciembre constituyen la primera prueba de fuego del Comité Ejecutivo, sin la sombra del zar. Nina, María Gabriela y Jacqueline enfrentan el reto de sumar nuevas coronas internacionales

TEXTO: ORLANDO SUÁREZ (@orsua) | FOTOGRAFÍAS: EFE Y AFP
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El 13 de diciembre se concretó la elección de Miss Venezuela 2018, en el estudio 5 de Venevisión, el único acondicionado con tecnología HD, tal y como exigen los estándares internacionales de comercialización.

El primer detalle que evidenció la ausencia del zar Osmel Sousa fue el físico de las candidatas. De las 24, sólo 8 medían 1,76 o más de estatura; los dos tercios restantes permiten calificar al grupo de “bajo”. Entre la multitud de videos transmitidos, ninguno mostró a las chicas en gimnasio, lo que explica que hubiera tres cinturas de 64 centímetros y una de 65, algo que jamás pasaría inadvertido para el ojo de Osmel.

Tampoco hubo claros favoritismos, debido a la poca exposición de las chicas y, sobre todo, a la carencia de bellezas impactantes que suelen centralizar las miradas de críticos y aficionados. Tal vez esto responda a alguna estrategia de la OMV relacionada con que estaba predestinado que la ganadora viajará a Miss Mundo 2019 y el Comité Ejecutivo haya decidido “guardar” a mejores aspirantes para la primera elección del próximo año. Tal vez, solo tal vez.

Mvcita5Y otro hecho llamativo es que durante la Era Sousa nunca fue coronada la triunfadora de algún certamen que pudiera resultar incómodo para el Miss Venezuela. Otrora el Chica 2001 y recientemente el Sambil Model. Sin embargo, la nueva soberana, Isabella Rodríguez, registra en su currículo la victoria en el concurso de maniquíes en 2015.

Es el final de un relato de escollos que comenzó con setenta y dos palabras el 6 de febrero de 2018, cuando Osmel Sousa publicó en su cuenta en Instagram: “Realicé muchos sueños, traje muchos triunfos y di alegría a una nación. Hoy decido retirarme de la presidencia de la Organización Miss Venezuela por la puerta grande, por la misma puerta que entré hace casi 40 años de la mano de mi gran amigo Gustavo Cisneros. Continuaré luchando y trabajando por un mejor país, de la mano de Dios y de todos ustedes. Mil gracias por tantas alegrías #MissVenezuela. Nos seguiremos viendo”. Así terminó un capítulo que se venía escribiendo tras bastidores.

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Si bien los desencuentros entre en el hacedor de reinas y Jonathan Blum afloraron desde la designación del segundo como presidente de Cisneros Media, la situación empeoró a raíz del fallecimiento de Joaquín Riviera en 2013, cuando entre ambos se desató una medición de fuerzas que escribió la crónica de una salida anunciada.

Recorte presupuestario, limitación de funciones y explicaciones por cada decisión, minaron la autonomía que había favorecido el accionar del zar. Ya el cuchicheo aseguraba que el ojo estaba puesto sobre la curvilínea silueta de Nina Sicilia para encabezar una nueva etapa de la Organización Miss Venezuela.

La ruptura técnica de las relaciones entre Sousa y Blum tuvo lugar en Las Vegas. A finales de noviembre de 2017, durante las preliminares de Miss Universo, se produjo una fuerte discusión. ¿Qué hacía Osmel allí? ¿Quién costeó pasajes y estadía de la comitiva? ¿Quién financió compra y traslado desde Nueva York del vestido de Pronovias que usaría la criolla Keysi Sayago la noche final? Entonces reventó la última cuerda del violín.

Ya algunos inversionistas venían calentándole la oreja a Osmel para que montara tienda aparte y la Organización Miss Universo le había ofrecido la franquicia. El impasse ocurrido en Nevada terminó de convencerlo de que “todo tiene su final, María Luisa”. Dos meses de maduración del nuevo proyecto antecedieron la decisión de renunciar que, queriendo o sin querer, mutó en epicentro de la crisis más aguda en la historia del concurso.

Mvcita4La nueva quinta

El primer cambio en la nueva etapa de la Organización Miss Venezuela fue simbólico. La fachada pasó a ser violeta, después de lucir rosada durante buena parte de su historia con un breve paréntesis color pistacho.

El segundo fue la sustitución de un presidente por un comité integrado por reinas vinculadas con los tres certámenes más importantes: Miss Universo, Miss Mundo y Miss Internacional. María Gabriela Isler encargada de relaciones públicas y responsabilidad social, Jacqueline Aguilera de imagen y Nina Sicilia de la gerencia general, es decir, manejo del presupuesto. Aunque en teoría las tres tienen el mismo estatus, en las organizaciones el mayor control suele ejercerlo quien distribuye el dinero.

El tercer cambio significativo fue la eliminación de castings regionales, mánagers y patrocinantes. El triunvirato decidió deshacerse de intermediarios y mantener una relación directa con las aspirantes. Convocaron a un casting virtual que fue atendido por 1.200 chicas. Hubo una primera depuración que redujo el número a 300 y después a 40. Aplicaron la EPI (Evaluación Presencial Integral) para llegar al grupo de 24.

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El cuarto lo constituyó la ruptura con aliados tradicionales. George Wittels se enteró por la prensa de que después de 19 años haciendo las coronas, esa misión había sido encomendada a Mila Toledo. Asimismo, Carlos Aguilar fue anunciado como estilista oficial y Carol Ginter como diseñadora oficial, convirtiéndose en nuevos nombres asociados al concurso de belleza. En el caso de Ginter, vale aclarar, como creadora de moda, ya que fue Miss Municipio Libertador 1996.

Además de los cambios mencionados, el proceso de reestructuración y los conflictos surgidos en el camino redundaron en el recorte de La temporada de la belleza, con lo cual la aparición de las candidatas quedó reducida a dos ocasiones, sin incluir las coletillas ni visitas al magazine Portada’s. No hubo quinta entrega de La magia de ser miss. Y, por primera vez, la elección se realizó durante el último mes del año; hasta la fecha, el 9 de noviembre había sido la edición más tardía registrada en 2017.

Tras bastidores, Sousa asesoró y armó el vestuario de Sthefany Gutiérrez para su compromiso en Miss Universo 2018, de la mano del mánager Esteban Velásquez. Aunque a la sombra, puso así el broche de oro a su relación con la Organización Miss Venezuela, más no con el mundo de la belleza. El viernes 14 de diciembre fue la grabación del capítulo final de El concurso by Osmel, con la animación de Alicia Machado. Aún se desconoce el día del estreno y el canal que lo transmitirá.

MVcita3Echar la vista atrás

El parto del Miss Venezuela fue indoloro. En 1952, la desaparecida aerolínea estadounidense Panamerican contactó al poeta apureño Reinaldo Espinoza Hernández para que montara la elección de una reina que viajaría al recién creado certamen en la californiana Long Beach: Miss Universo. Durante el siguiente decenio, el concurso se repitió con la modestia como principal característica. Mientras tanto, el fundador, político de aires bohemio que dedicada su espacio radial a la música clásica, estaba obstinado del compromiso, por lo cual decidió vender los derechos.

La negociación fue cerrada con la nueva Organización de Profesionales Publicitarios Asociados (Oppa), al frente de la cual se encontraban los hermanos Edwin e Iván Acosta Rubio y su cuñado Ignacio Font Coll. También en 1962 se creó el Comité Venezolano de la Belleza, conformado por los presidentes de los principales clubes sociales caraqueños, encargados de reclutar candidatas en sus instalaciones. Comenzó la profesionalización de las aspirantes a la corona, con clases de pasarela, en el primer cambio significativo de la organización.

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Seis años después, un joven dibujante cubano se incorporó al equipo de Oppa y, a la calladita, comenzó a darle rienda a la afición infantil que tenía por perfeccionar muñequitas, aunque ahora con lienzos de carne y hueso. Osmel Sousa se sumó a la historia que tuvo un momento culminante con la coronación de su pupila Maritza Sayalero como Miss Universo 1979. Todo iba sobre ruedas. Irene Sáez replicó el triunfo en julio de 1981, pero un hecho inesperado, en septiembre del mismo año, causó una nueva convulsión en el certamen criollo: la muerte de Ignacio Font.

El deceso incidió en la pérdida de interés por el concurso y los Acosta Rubio iniciaron conversaciones con los ejecutivos del canal que venía transmitiéndolo, en forma consecutiva, desde 1972: Venevisión. El trato fue firmado con Ricardo Cisneros y concluyó con la creación de la Organización Miss Venezuela, dependiente de la corporación. La siguiente tarea era conseguir a la persona adecuada para colocarla a la cabeza. En noviembre fue nombrado Osmel.

En el período más esplendoroso del concurso, contemplado entre 1982 y 2000, Sousa designó a 208 representantes en disímiles competencias de belleza, ya que la bonanza económica y los logros avalaban el manejo de diferentes franquicias internacionales. De ellas, 176 ganaron o pelearon la corona, otorgándole al zar una efectividad de 84,6% y un gran prestigio extraterritorial.

MVcita2Sin embargo, los dos momentos más turbulentos en el aspecto estructural del certamen criollo lucen como meros chistes con lo sucedido en 2018, ya que la renuncia del hacedor de reinas fue sucedida por una serie de acontecimientos difíciles de resumir.

Una polémica tras otra

El 23 de febrero, desde el seno de la Organización Miss Venezuela, surgió un comunicado informando que un comité multidisciplinario, liderado por Gisselle Reyes, Richard Linares y Jesús Morales llevaría las riendas en la nueva etapa del certamen. Poco duró el anuncio.

El segundo fin de semana de marzo, a través de las redes sociales, se desató una pelea entre las exmisses Annarella Bono y Angie Pérez, que comenzó con señalamientos por enchufes políticos y terminó con acusaciones de prostitución relacionadas con el principal concurso de belleza del país. Más de 20 voces alimentaron la polémica.

Frente a esta situación, el 15 del mismo mes, la OMV emitió un nuevo comunicado asegurando que desconocía lo expuesto y anunciando reestructuración. Los franquiciantes regionales solicitaron la restitución del antiguo presidente, mediante una carta.

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Seis días después, otro texto notificó sobre el cierre de la Quinta Miss Venezuela y la designación de un comité ejecutivo. Esta misma fecha, Osmel Sousa y Richard Linares publicaron sendos comunicados, para desligarse de las acciones indecorosas ventiladas en el escándalo que tuvo amplia repercusión internacional.

Calmadas las aguas, el 17 de abril, la OMV puso en marcha una campaña de intriga mediante su cuenta en Instagram, para dar a conocer los nombres de las integrantes del referido comité: Nina Sicilia, Jacqueline Aguilera y María Gabriela Isler. Luego de veinticuatro horas hubo un nuevo post para especificar las funciones de cada una.

Durante un paréntesis casi silencioso, apenas trascendió el inicio de un casting virtual el 13 de junio y el comienzo de la undécima temporada del programa Más allá de la belleza de VV Plus, el 18 de julio. El 9 de agosto, en rueda de prensa, presentaron a las 24 chicas seleccionadas y aclararon que la ganadora viajaría a Miss Mundo 2018, con lo cual se despejaba el rumor extendido en cuanto a la representación en el concurso londinense.

MVcita1El día de la grabación del programa de asignación de bandas (viernes 17 de agosto) llegó a Venevisión la notificación del Tribunal Quinto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas de una medida cautelar a favor de Miss Venezuela Mundo 2017, Veruska Ljubisavljevic, quien reclamaba su derecho de viajar al Miss Mundo. De esta forma, el mismo día que comenzaban las vacaciones judiciales quedó paralizada la agenda del certamen. Tras un acuerdo presumido, el 4 de septiembre, Ljubisavljevic posteó en su cuenta en IG: “Nos vamos a Chinaaaaaaa”.

Lo cierto es que la participación de Sthefany Gutiérrez en Miss Universo 2018 es el punto final en la historia de Osmel Sousa y la Organización Miss Venezuela. Con las nuevas reinas, sin el fantasma del zar rondando, comienza la verdadera prueba de fuego de Nina, María Gabriela y Jacqueline. A ellas corresponde mantener el legado de su mentor y exorcizarlo al mismo tiempo.

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