Moda

Cuando el arte es una joya de muchos quilates

La Galería neoyorkina Hauser & Wirth presenta una interesante exhibición de joyería llamada: Portable Art Project. Fue organizada por una de las mujeres con mayor gusto en la materia: Celia Forner —quien además colaboró muy de cerca con cada uno de los artistas que participan en la muestra donde las joyas son protagonistas

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Esta exposición incluye piezas únicas y ediciones limitadas realizadas en oro o plata, con piedras preciosas y semipreciosas, esmaltes policromados, aluminio, hierro y bronce. La iniciativa comenzó con una invitación a la artista Louise Bourgeois; que aprovechó la oportunidad para tallar unos brazaletes en forma de amarras. Se unieron a Portable Art Project los artistas John Baldessari, Phyllida Barlow, Michele Oka Doner, Paul McCarthy y Cristina Iglesias, entre otros.
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Este fabuloso proyecto es el resultado de años de investigación. Por consiguiente, es el escenario ideal para mostrar 15 trabajos hasta hace nada desconocidos. Entre ellos, las forjas de Bourgeois —que están hechas en oro rosa, oro amarillo y plata bañada en rodio. Son de gran tamaño haciendo referencia a la escala de sus emblemáticas esculturas.
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La conexión es muy íntima entre la joya y quien la lleva. Eso pasa con las pulseras con dijes de la artista Caro Niederer. Cada dije o charm es una pequeña fotografía delicadamente montada sobre vidrio marcando una época especial de la vida, hogar, educación o viajes de su portador. John Baldessari, por su parte, entrega la pieza Mr Blue on my shoulder (with diamonds). Es una pequeña escultura de un pájaro en esmalte policromado que se posa al hombro en forma de broche.
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Otra de las pièces de résistance de John Baldessari es Crowd Arm: suerte de coderas protectoras con pinchos medievales articuladas y elaboradas en oro de 22 quilates y plata ¡Maravillosas esculturas! A su vez creó el arete Nariz (20016) —Nose earring—en oro 18. Es un guiño si se quiere a Dalí, completamente surrealista y provocador, que cuando se lleva altera las proporciones faciales. Tal como le pasó a la modelo de esta exhibición: la gran artista Rosy de Palma. Rosy se ha destacado por ser una gran actriz. Imposible olvidarla en largometrajes de Pedro Almodóvar, como Mujeres al borde de un ataque de nervios. En esta ocasión fue fotografiada por Gorka Postigo. Cada imagen muestra a Palma en complicidad con las piezas e incluso logra cierta sensación de intimidad física con el lujo.
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