Dolce & Gabbana y los trapos del dinero árabe

 Bajo el nombre de «Abaya» se presenta la nueva colección que será vendida en las tiendas de la marca de Milán, Medio Oriente, París, Munich y Londres. Los paisajes revisten las prendas de vestir, pues las dunas del desierto y el cielo de Oriente Medio son la inspiración de estos vestuarios que quiere ofrecer «una visión encantadora de la historia en torno a la gracia y la belleza de las maravillosas mujeres de Arabia», según afirmó la marca en una nota de prensa.

Las tradicionales abayas no quedan por fuera de la colección. Sus grandes y anchas túnicas hasta los tobillos se podrán adquirir al gusto. El abanico de posibilidades tiene tonos que van desde el color arena, pasando por el beige del desierto hasta el negro clásico. Pese a la variedad, la colección consta de un limitado número de trajes en vista de que su propósito es satisfacer un mercado específico.

No es la primera vez que la firma de Stefano Gabbana y Domenico Dolce incurre en esta iniciativa. La cultura asiática y el país de las rancheras, México, ya se han revestido de alta costura italiana. Según un informe de la firma Bain, experta en estrategia y gestión, el mercado de lujo en Oriente Medio tuvo un volumen de negocios de 8.700 millones de dólares en 2015, casi el 28% más con respecto al año anterior.

Algunos de los vestidos diseñados por los creadores sicilianos han sido adornados con motivos de la primavera /verano de 2016, entre ellos margaritas, limones, lunares blancos y rosas rojas. Bordados y arandeles, satén y crepé, dan el toque sensual y atractivo de la firma, sin caer en la vulgaridad o la transparencia. Así, Dolce & Gabbana logra insertar la moda en la cultura oriental respetando sus cánones morales.

La apuesta de los sicilianos no es casual. En agosto de 2015, el portal The Luxonomist publicó que «las principales compradoras de alta costura hoy día están concentradas alrededor del Golfo Pérsico: Saudíes, Kuwaitéis, Qataríes y del resto de los Emiratos Árabes, que no dudan en gastarse más de 50.000 euros por modelo como mínimo, para asistir a un evento. Considerando que la temporada de bodas es la más importante en cuanto a lucir vestidos de Alta Costura se refiere, para los países árabes. Considera que las fiestas se celebran durante 7-12 días. Sólo para una de las bodas llegan a comprar entre 10 y 15 vestidos por invitada. Compran una media de 30 vestidos por temporada y persona».

Ya en 2012, la revista mexicana Bossa calificó como sorprendente que las mujeres árabes incluso «debajo de las burkas (el atuendo negro que cubren el cuerpo y rostro de las musulmanas) traigan prendas de lujo, que solo podrán lucir en las reuniones que se hacen en las casas. Pero también, hay mujeres que si tienen la oportunidad de presumir el buen gusto por la ropa, este es el caso de las princesas y gobernantes árabes. Estas reinas se distinguen por el buen gusto, la clase y la elegancia, como Asmaa al-Asaad reina de Siria, que su estilo se distingue por el uso de pantalones de corte alto y vestidos vaporosos que la estilizan aún más».