Entretenimiento

El reinicio de Mayré Martínez

Se dio a conocer en la pantalla de la extinta RCTV con Fama, sudor y lágrimas (2005), reality del que se retiró para apostarle al Latin American Idol que ganó en 2006. Trece años después, apareció de nuevo en las pantallas para participar en La Voz US, la primera edición en español que se hace en Estados Unidos de la franquicia holandesa, donde obtuvo el segundo lugar

Texto: Marcy Alejandra Rangel @MarcyAlejandraR | Fotografías: Telemundo y Mayré Martínez
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Mayré está en el cielo. “Es la primera vez que contesto una entrevista desde aquí. Te voy a mandar una foto para que me creas”, dice antes de perder la señal. Su mirada está en las nubes que se ven desde la ventana del avión, pero aún se escucha. Es la última entrevista que concede antes de volver a su casa en Los Ángeles, después de seis semanas en Miami, ciudad desde donde se transmitió La Voz US. Este es el tercer concurso televisivo en el que participa. En la gala final ganó el segundo puesto.

MayréMartínez-cita5La Voz es una franquicia de concursos que desde 2011 se produce en alrededor de 20 países con una misma dinámica: audicionar ante tres o cuatro súper estrellas de la música mainstream, asesores en el programa, que accionan el botón de su silla para ver al concursante solo cuando están dispuestos a que pertenezca a su equipo. Si hay más de un coach interesado, el participante debe escoger con quién trabajar, con el fin último de firmar un contrato con Universal Music Group que le otorgará 100 mil dólares para la producción de un sencillo. En el wiki del programa, se anuncia que Televen tendrá una versión venezolana en 2019, pero el canal aún no lo ha anunciado.

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Mayré fue la primera concursante de La Voz US en audicionar a ciegas ante Luis Fonsi, Carlos Vives, Alejandra Guzmán y Wisin y, a los 14 segundos de competencia ya tenía a los entrenadores, de pie, frente a ella. Escogió a Luis Fonsi, quien en los últimos años ha fusionado su calidad vocal con el mundo urbano como ella sueña, pero este la eliminó de la competencia en la primera batalla. Desde entonces formó parte del Team Wisin, quien usó su comodín de rescate y siempre mostró su favoritismo por Mayré durante el concurso, incluso en la final.

Mayré Martínez, 40 años de edad, raíces cubanas y radicada en Los Ángeles, no fue la única venezolana en participar. Mava González, de Maracaibo, ganó el tercer lugar. Junto a ellas, los concursantes Elahím David, exintegrante de Guaco; Deanette Rivas, Ricardo Malfatti y Kemily Corrales, además de otros tantos que audicionaron sin clasificar.

MayréMartínez-cita4Desde enero hasta abril, mientras duró el programa, Martínez tuvo la más alta interacción del concurso, muy por encima de los demás finalistas. Ganó orgánicamente al menos 270 mil seguidores en su cuenta de Instagram y hasta 4 millones de visualizaciones por video de Youtube en sus presentaciones, lo cual generó suspicacia con el resultado que, según las reglas del programa, dependía exclusivamente del público: “Que Jeidimar ganara me dio demasiada alegría porque ella ahora va a vivir lo que ya yo viví. Además, hay números que uno no maneja, pero la cantidad de votos, de apoyo, de views cuentan. La gente no los perdió, porque la producción ve que tú como artista sí tienes un público que te apoya, que te quiere ver en vivo y por eso se nos quedaba gente afuera que quería estar de público en los programas. Eso te impulsa como artista a que la disquera quiera recomendarte”.

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Sin embargo, el resultado generó la ira de sus seguidores, quienes atacaron en sus comentarios al programa, a la ganadora –una boricua de 18 años que ya había participado en La Voz Kids y La Banda, sin éxito– y a Luis Fonsi, el coach ganador. A esto Mayré, quien todavía mantiene un contrato con Telemundo, escribió un comunicado en sus redes sociales: “Cuando uno cree que se le cierra una puerta, esa no es tu puerta. Yo quise que los fans entendieran que esa fue una reacción muy negativa para mí, porque los fans a uno lo representan de alguna manera y si tú sigues a un artista que siempre mantiene una vibra de alta frecuencia, esa es la vibra con la que debes mantenerte tú también. Para las cosas espirituales soy bien científica y la vibración es una cosa de química, que siempre va relacionada con el amor”.

La eterna concursante

Mayré Martínez ganó la primera edición del Latin American Idol en 2006 con el tema “Soy mi destino” que Jon Secada, jurado en la competencia, le compuso. Este se convirtió en el título de su primer álbum, que editó al año siguiente. En 2009, La reina de la noche –su segunda producción de estudio- resultó un ícono gay de la nocturnidad caraqueña. Pero después de ese éxito breve no volvió a aparecer en medios hasta ahora, que mantiene un show diario en su canal de Youtube y unas clases de canto gratuitas por su cuenta de Instagram, dirigidas especialmente a los venezolanos en Venezuela que no pueden pagar su formación.

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¿Qué hizo falta para consagrarte después de Latin American Idol que ahora sí tienes para lograrlo?

–La industria musical tiene una cantidad de avenidas y calles que yo no conocía. Uno no sabe de la cantidad de pasos por los que hay que pasar para lograr sus objetivos, y por eso uno pasa trabajo, aprendiendo cómo tienes que lidiar con la gente, a aprender cuándo decir que no. Por eso fui a Berklee College of Music a estudiar Music Business, porque yo estuve de gira seis años produciendo mis propios shows, siendo la cara de la marca Mayré Martínez, y yo quería descansar. Quería disfrutar de una familia, de formar una familia. Tampoco sabía que tenía que hacer un equipo. Ahora tengo a mi esposo y mis hijastros, tengo un equipo de trabajo y, sobre todo, creo más en mí.MayréMartínez-cita3A raíz del programa, Luis Fonsi, Wisin y Emilio Estefan han manifestado que quieren llevar a cabo proyectos contigo. ¿Hay una estrategia clara de lo que viene para ti?

–Hay un camino muy claro desde antes de siquiera audicionar en La Voz. Esa era solo una parte de mi plan de acción, pero estoy esperando que se acabe el contrato que tengo. Ya prácticamente se va a terminar el tiempo de exclusividad y tengo que esperar a ver si continúo con ella; tengo que ver de estas ofertas de grandes, si le quieren apostar a esa música que tengo lista o hacer música nueva a la que tenga que ajustarme, porque mientras más global sea el apoyo, mucho más grande va a ser el paso que pueda dar ahora.

MayréMartínez-cita2¿Quieres ser recordada como “nuestra” diva de los concursos o quisieras deslastrarte de esa imagen en algún momento?

–Si yo hubiera querido quitarme esa imagen, no hubiera participado en ninguno. Los concursos te dan la oportunidad de llegar a millones de personas. No todo el mundo puede concursar. No todos tienen la paciencia, el tiempo, la posibilidad y ser el tipo de artista ideal para un concurso. A mí me va bien por el tipo de artista que soy, pero otros tienen un tipo de artista diferente, o no se quieren someter al estrés de una cámara, de las luces, de una producción que te dice lo que tienes que hacer o un jurado que evalúa tus condiciones vocales en vivo. Es muy diferente concursar a ser una súper estrella o vender conciertos. Un concurso es algo que yo siento como una carta que puedo jugar a favor de mi carrera y mi proyección, sobre todo en un mercado que no había tocado antes como el de Estados Unidos, que es donde ahora vivo.

Uno de los propósitos del programa fue contar las historias de migración de los latinos en Estados Unidos. ¿Cuál es la tuya?

–Yo vivo desde hace diez años en Los Ángeles y antes de eso viví dos años en México. No pude seguir teniendo empresas en Venezuela porque la vida y la calidad de vida se dejaron de respetar y eso para mí es algo muy importante, por eso las vendí. Pero yo igual hubiera ido a Los Ángeles independientemente de la situación, porque Los Ángeles tiene una historia de musicales que yo quería vivir. He sido actriz desde muy pequeña, aunque la gente conozca más mi faceta de canto porque se me dio orgánicamente. Y los cantantes somos actores porque tu canción la tienes que actuar, la tienes que vivir, es una historia que tú cuentas.

MayréMartínez-cita1¿Qué les dices a los miles de músicos que han emigrado y que todavía no han encontrado cómo vivir de la música?

–Les diría que hay muchas maneras de vivir de la música. No necesariamente en la cámara, on stage. Yo, desde los 15 años, he trabajado en la música haciendo jingles y desde entonces no he vivido de otra cosa. Soy cantante de sesión haciendo voces de televisión, cine, comerciales, comiquitas. Doy clases de canto, hago coaching, arreglos vocales, hago canciones para otros artistas. Lo importante es no tener plan b y creer en ti. Aprender a amarte, a identificarte. ¿Qué es lo que haces tú que no hace más nadie? Puede ser el arreglo vocal, cierto adorno, la manera de moverte, la energía que tú transmites, la vibra, lo que escribes, las melodías, tu ritmo. Yo me tardé identificándolo y todavía me da curiosidad saber qué le gusta a la gente de mí. Por eso a veces me da mucha pena, mucho terror creérmelo. Ni siquiera entiendo qué es ser humilde porque no hay un punto de comparación entre un artista y otro. Es algo de amor propio que no tiene que ver con la fama. Tiene que ver con inspirar a través de la música a alguien que le da miedo alcanzar su sueño porque ya está grande o es mamá o no tiene el físico o está enfermo. Todo se puede lograr si tú crees que puedes hacerlo.

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