Además de ser el máximo pontífice de la iglesia católica, es un hombre de familia, estudioso y, sobre todo, alguien encantador. Está de cumpleaños y sus acciones y valores valen más que mil palabras
El Papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio, nació en el seno de una familia católica el 17 de diciembre de 1936, en el barrio porteño de Flores, en Buenos Aires. Es el mayor entre sus cinco hermanos. Su padre, Mario José Bergoglio, fue un común contador y empleado del ferrocarril, nacido en Portacomaro, provincia de Asti. Su madre, Regina María Sívori, era una simple ama de casa, nacida en Buenos Aires, hija de inmigrantes procedentes del Piamonte y Génova.
Estudió en la escuela secundaria industrial Escuela Nacional de Educación Técnica n.º 27 Hipólito Yrigoyen. Se graduó como técnico químico, lo que lo llevo a trabajar en el laboratorio Hickethier-Bachmann. Hizo análisis bromatológicos destinados a controlar la higiene de productos alimenticios. A pesar de sus conocimientos y su habilidad para los estudios químicos, su vocación religiosa resaltaba entre tubos de ensayo.
Con 21 años, en 1957, decidió tomar los hábitos. Ingresó en el seminario del barrio Villa Devoto y entró en el noviciado de la Compañía de Jesús. Después de dos años, culminó sus estudios en el juniorado Jesuita de Santiago de Chile, ubicado en la casa de retiro de San Alberto Hurtado, donde ingresó al curso de Ciencias Clásicas y profundizó sus estudios de historia, literatura, latín y griego. Desde entonces, ejerció cargos eclesiásticos hasta alcanzar el papado el 13 de marzo de 2013. Se ungió el primer papa de procedencia americana.
Apartando sus logros y conocimientos, el Papa Francisco brilla por su personalidad auténtica, humilde y cercana a sus seguidores. Por esta razón, el día de su cumpleaños número 78, revista Clímax decide resaltar los momentos y las características más memorables del “Papa del pueblo”.
1. Los tiempos han cambiado y la tecnología ha avanzado. Incluso el mismísimo Papa decidió sumergirse en la 2.0 con su propia cuenta de Twitter para estar en contacto directo con sus seguidores y feligresía:
Queridos amigos, os doy las gracias de corazón y os ruego que sigáis rezando por mí. Papa Francisco.
2. Los típicos paseos en el «Papamóvil» ahora llevan pasajeros. En diversas oportunidades el Papa Francisco ha invitado a pequeños y jovenes a saludar a su Iglesia:
3. Al parecer, en El Vaticano también se disfruta del fútbol como cualquier fanático. Este es uno de los regalos que ha recibido durante su papado, cortesía del club de Fútbol favorito: San Lorenzo de Almagro.
4. En su visita a Brasil, distintos fotográfos lograron capturar un momento único. Un pequeño niño burló la seguridad que rodeaba al Papa para luego aferrarse a él. Se abrazaron con fuerza varias veces y amos rompieron en llanto por unos minutos hasta que fueron separados.
5. En uno de sus recorridos por la Plaza de San Pedro, vistió uno de los cascos del equipo de bomberos de la localidad. Un gesto chistoso y cercano con los trabajadores que esperaban con ansias su presencia.
6. La siguiente imagen puede ser un típico cliché, aun así, es adorable.
7. Francisco y «el cordero de Dios»
8. Vallas y pancartas con su rostro han sido instaladas en las calles de Manila, en Filipinas. Se espera que el pontífice visite la ciudad en enero de 2015.
9. Desde sus inicios, Francisco ha mantenido su posición con respecto a los lujos. Trata de llevar una vida simple y tranquila, sin mucho adorno. Esto se ve reflejado en algo tan básico como sus zapatos.
10. El Papa mostró su sentido del humor, así como su lado cariñoso, cuando se puso una nariz roja en la boda de los miembros de una organización de caridad que utiliza payasos para animar a los niños. Cuando la pareja bajó los escalones, aprovechó la oportunidad para mostrar su apoyo a la causa: se puso el símbolo universal de la comedia, la nariz de payaso.
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Todos recuerdan a “la flaca” como la “dama de la televisión”. Su elegancia y espontaneidad la convirtieron en un ícono de los años dorados de la pantalla venezolana; su voz la hizo inmortal. A una semana de su muerte, el país sigue anonadado, mientras aquellos que la conocieron, y formaron parte de su vida laboral y sentimental, celebran su legado
