Con más de 40 millones ejemplares vendidos de Matar a un ruiseñor, su obra maestra, Harper Lee fallece a sus 89 años. Su primer libro estuvo 98 semanas en la lista de Best-sellers de New York Times y le valió un perfil en la revista Life, un premio Pulitzer y una representación en el cine. Lee fue famosa aunque no lo quisieraLa ciudad que la vio crecer también la despidió este 19 de febrero. La escritora Harper Lee falleció a sus 89 años en Monroeville, Alabama, ubicado al sur de Estados Unidos tal como el escenario de Matar a un ruiseñor (1960), su obra maestra en la que retrata la injusticia racial desde una perspectiva infantil.
Sus problemas de salud se agravaron cuando en 2007 sufrió una apoplejía. HarperCollins, su editorial, confirmó la muerte de escritora al New York Times. Muchos lamentaron su partida en las redes sociales: escritores de la literatura contemporánea estadounidense como John Green y E.L. James –autora de la saga Cincuenta sombras de Grey- y personalidades como el director ejecutivo de Apple, Tim Cook, mostraron su sentido pésame en 140 caracteres. La escritora nacida en Alabama fue tendencia en Twitter a pocas horas del anuncio de medios locales.
El revuelo de la opinión pública no es injustificado, aunque Lee se haya mantenido al margen de la fama. “Nunca esperé ningún tipo de éxito con Ruiseñor”, confesó en su última entrevista, concedida en 1964. 98 semanas en la lista de Best-sellers del New York Times y un perfil en la revista Life contradijeron sus predicciones. La crítica norteamericana la catalogó como uno de los libros que toca el racismo más leídos en Estados Unidos y a su protagonista, Atticus Finch, como una de las imágenes ficcionales más duraderas del heroísmo racial.
Más de 40 millones de dólares en ventas alcanzó aquella obra que su autora no veía prometedora por ser su debut literario; también fue traducido a más de 40 idiomas. De su primera edición se vendieron más de cinco mil copias. Lee ganó un premio Pulitzer en 1961 a sus 35 años, pero la historia que devino de sus apreciaciones en Monroeville cuando tenía 10 años no quedó solo en formato impreso: su obra maestra alcanzó la gran pantalla en 1962, con una cinta protagonizada por Gregory Peck como Atticus Finch, con laureles incluidos. El film obtuvo ocho nominaciones a los premios Oscar y logró tres galardones: Mejor actor, Mejor guion adaptado y Mejor dirección de arte.
Desde que cursaba Derecho en la Universidad de Alabama, Lee estuvo inmersa en la escritura. Colaboraba para el periódico estudiantil de la institución y para una revista de humor. En búsqueda de su pasión, la escritora se mudó a la Gran Manzana sin el apoyo monetario de su padre. Su sueño quedó temporalmente a un lado mientras trabajaba detrás de los escritorios de Eastern Air Lines y British Overseas Airways Corporation en Nueva York. Sin embargo, su producción de manuscritos nunca paró, hasta que uno de ellos, Ve y pon un centinela, fue elegido por el editor Tay Hohoff. El texto se centraba en la historia de una mujer llamada Scout que visita su pueblo natal a mediados de los 50s para visitar a su padre, Atticus. Con la idea de contar la historia desde la perspectiva de Scout en su infancia, el 11 de junio de 1960, dos años después, surgió Matar a un ruiseñor.
La amistad que mantuvo con Truman Capote desde su niñez devino en rumores de quién habría escrito su primer éxito literario, dudas que ambos escritores disiparon. El escritor incluso llegó a denostar del libro de Lee. Pero su amistad fue más allá de salidas nocturnas y juegos de niños. Llegaron a trabajar juntos en la investigación del asesinato de una familia en Kansas que resultaría en A sangre fría (1966), uno de los grandes éxitos de Capote.
Matar a un ruiseñor fue su única obra publicada por 55 años hasta que Ve y pon un centinela por fin invadió la estanterías el año pasado. Hasta entonces, Harper Lee no había resaltado en la palestra pública desde el fenómeno del Ruiseñor. Su editorial HarperCollins anunció que se vendieron más de 1,1 millones de copias del nuevo viejo libro en una semana, convirtiéndolo en “el libro vendido más rápido en la historia de una compañía”. Según el diario inglés The Telegraph, la autora habría recibido 3,2 millones de dólares al año por sus obras.
