Perfil

Ismael García no encontró quien lo quiera

El diputado no deja de ser polémico, bien sea por sus acciones o por su verbo. Primero el chavismo y ahora la oposición le han acusado de traidor. Con los segundos ya ha limado las asperezas. La Unidad lo reconoció como la ficha para competir por la Gobernación de Aragua. En el camino, se quedó sin partido político y se reconoce como “independiente”. Ahora, quedó derrotado y solo Hombre de obras, más que de ideologías, según dice. Ismael García quedó huérfano en la política. Ahora no milita en ningún partido, en cambio, se ampara bajo el gran manto de la Mesa de la Unidad Democrática y se define como “independiente”, aunque no quiere serlo por siempre. La polémica lo persigue, será acaso por su vehemencia. Pese a todo, de cada escándalo ha salido bien librado.

Fotografías: Valeria Pedicini
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Compitió por la Gobernación del estado Aragua -y perdió- con el apoyo inicial de Acción Democrática (AD). Hace un año nadie se lo habría imaginado, excepto él mismo. Su casa fue el Movimiento Al Socialismo (MAS). Luego fundó Por la Democracia Social (Podemos), que le fue arrebatado; se unió entonces a Henri Falcón en Avanzada Progresista (AP), pero su estancia allí fue breve. Halló una tolda en Primero Justicia (PJ), movimiento del que se acaba de desligar, y en el que permaneció por tres años. Su salida fue con portazos, insultos, acusaciones y escándalo. Un dirigente de esa tolda confiesa que cuando García ingresó al partido «lo primero que se le dijo fue que el liderazgo en Aragua era de Richard Mardo».

La política es muy dinámica. Winston Churchill decía ‘cambio de partido para no cambiar de principios’, y hay gente que se mantiene en el mismo partido, pero sí cambia de principios”; así le resta importancia su amigo Vladimir Villegas a los saltos de García de una tolda a otra. Agrega: “A mí me extrañó mucho su paso por PJ. No lo veía en eso. Yo siempre le decía en tono de broma ‘a ti que te gusta tanto comer chicharrón, hallaquitas de chicharrón y cochino frito, ¿qué vas a hacer en un partido donde lo que toman es Gatorade, Coca Cola light y comen barritas?’. Él no se parecía a PJ”. cita-Ismael-3

Ismael García no se desenfunda de su rol como dirigente político. Declara con la presteza de quien se ha desenvuelto en ese medio por más de 45 años. “Yo tengo 10 años en la MUD sin interrupción”, subraya para dar fe de la transparencia en la militancia de la oposición. “Hay gente que me hizo unas críticas recientemente y parece que se les olvidó que yo estuve en la mesa de la unidad e incluso fui el que construyó, o ayudó a construir, la alianza para que Henrique –Capriles– fuera candidato presidencial en 2012. La campaña que se me hizo recientemente en las redes sociales era para descalificarme y colocarme como si hasta antier yo estuve llorando en la tumba de Chávez. Eso tiene un propósito innoble: desconocer que nosotros hemos construido un liderazgo en Aragua”.

Los tuits emitidos desde la cuenta de Primero Justicia lo acusaban de estar vinculado a grupos armados, y Tomás Guanipa lo instó a no repetir prácticas de cuando estaba con el chavismo. Curiosamente, el secretario general del partido amarillo fue quien promovió la incorporación del bigotudo a la tolda, algunos años antes, según confirma una fuente de esa organización.

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Pero el exalcalde de La Victoria recuerda que hubo mucha discusión antes de decidir su incorporación en PJ. “La gente nos criticó mucho eso. No fue fácil. Y una de las razones que nos decían era que se trataba de un partido de derecha. A Henrique lo vi en ese momento, no tengo la misma opinión de él ahora, como un hombre de pensamiento muy amplio, progresista y social demócrata avanzado. Creí que junto a él podíamos impulsar un proyecto de cambio en Venezuela”, desliza.

La fuerza política que hallaba más cercana era esa. También por la presencia de Julio Borges, rememorando los tiempos en que Primero Justicia era una ONG que promovía el modelo de justicia de paz en las comunidades y fue en La Victoria, cuando García mandaba, donde implementaron su programa piloto. “Hacia Julio Borges, independientemente de las diferencias que puedan haber ocurrido, sigo sintiendo respeto como dirigente político. Creo que él es un hombre serio de la política”, suelta el diputado.

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Profundiza entonces en las ideologías. No para justificarse, sino para dejar en claro su punto de vista: “La política hoy no solamente se sustenta en el tema ideológico. Como dice la biblia, ‘por las obras los conoceréis’. Este es un gobierno que dice ser de izquierda y revolucionario; pero tienen prácticas fascistas, intolerantes, persiguen, intimidad y chantajean. Aquí ni en los tiempos del SIFA -Servicio de Inteligencia de la Fuerza Armada- y la Digepol -Dirección General de Policía- hubo casos de tortura como los de ahora”. Enumera la persecución contra Raúl Baduel, los encarcelamientos de Leopoldo López, Antonio Ledezma, Wilmer Azuaje, Rolman Rojas, Tony Real, Delson Guárate y el de los estudiantes de la UPEL. “Nadie sabe por qué está preso Antonio Ledezma. Simplemente porque al gobierno le da la gana. ¿Así piensa un dirigente de la izquierda? ¿Esa es una ideología? Ellos se llenan la boca diciendo ‘los de la derecha’, pero estos no son ni de derecha, ni de izquierda. Son gente que actúa con métodos de fariseísmo político. Sin ningún tipo de escrúpulos”.

Felipe Mujica, secretario general del MAS, lo respalda: “Esta etapa que vive Venezuela es anormal totalmente. Tenemos un gobierno autoritario que arremete contra las organizaciones políticas y los partidos hemos perdido mucha presencia. En esta situación de anomalía no es sorpresivo que las personas cambien de un partido a otro. Yo no creo que en Venezuela sea fácil calificar de izquierda o derecha. Lo importante es la coherencia de la gente con sus ideas”.

Revolución “indevolvible”

García cree en los partidos políticos, pero no ha encontrado ninguno que le calce. Confiesa que fue en Podemos, la organización que ayudó a fundar en 2002, en donde la situación del país se debatía más a profundidad. Allí y en el MAS. Paradójicamente la creación del primero significó la primera gran escisión del segundo en el siglo XXI.

El MAS apoyó a Chávez en su ascenso, retando la opinión de sus eméritos Teodoro Petkoff y Pompeyo Márquez; pero ya para enero de 2002 la institución se había desligado del llamado proceso revolucionario. El Presidente empezó una chanza: El MAS-más, para referirse a los militantes de ese partido que lo apoyaban, y el MAS-menos para señalar a los que no. García era del MAS-más. cita-Ismael-5 “Ese fue un invento de Chávez. El MAS muy pronto se dio cuenta de que el chavismo desconocía las relaciones democráticas. Él llegó con la promesa de romper el bipartidismo, la polarización, de tener un país en el que los venezolanos vivieran mejor. Eso terminó siendo una frustración. Chávez no cumplió. Y a partir del documento de enero de 2002, comienza a meterse en la vida interna del MAS para intentar dividirlo. En ese intento quienes encabezaban la opción que proponía Chávez eran Ismael García y Rafael Simón Jiménez, ambos fundadores del partido. Y como no pudieron, Ismael organizó una estructura que se llamó Vamos y después terminan creando el partido Podemos”, recuerda Mujica. “Chávez nunca pudo asumir de manera respetuosa que las diferencias del MAS con él eran de fondo. Este proceso no es de Ismael, Didalco, Rafael Simón. Era Chávez dividiendo al MAS. Él no pudo quitarle la franquicia. El caso fue ante el TSJ, que terminó dándole la razón a las autoridades electas democráticamente en el seno de la organización”, agrega. A la vuelta de 15 años, García admite que el tiempo le dio la razón a Mujica.

No se habían terminado de calmar las aguas de la ruptura con el MAS cuando ocurrió el Golpe de Estado de abril de 2002. “Yo defendí la Constitución. No me escondí, como se escondió Diosdado o se escondió un poco e’ gente. Unos se pintaron el pelo, se pusieron pelucas, se quitaron los bigotes”, dice García, uno de los primeros en llegar a Miraflores y en salir a declarar junto a Aristóbulo Istúriz en cuanto fue restablecida la señal de Venezolana de Televisión aquel día 13. Era tan irrestricta su convicción que estuvo a cargo del Comando Ayacucho –que prometía el referendo contra 37 diputados de oposición– y del Comando Maisanta –que condujo la campaña oficialista para el referendo revocatorio presidencial de 2004. Desde entonces, sobre García pesa el estigma de haber sido coautor de las Listas Tascón y Maisanta. En mayo de 2016, el diputado se defendió en Twitter de esos señalamientos, y publicó una carta firmada por Chávez y dirigida al Consejo Nacional Electoral, en la que se autorizaba a Luis Tascón a que retirara las planillas con las firmas que avalaban el revocatorio.

La militancia de Ismael García en el oficialismo se quebró en 2007. Acudió por su cuenta hasta la Conferencia Episcopal Venezolana a recibir un documento redactado por los jóvenes que ese año revivieron al movimiento estudiantil venezolano. Tampoco estaba de acuerdo con la pretensión de Chávez de crear un partido único que lo respaldara. Eso atizó los rumores de “traición”, que dejaron de ser runrunes cuando rechazó abiertamente la reforma constitucional y en noviembre de ese año se unió al staff de Globovisión como presentador de Aló, Venezuela. Se terminó así su andar por la revolución “indevolvible”, como alguna vez la calificó.

Bastó que perdiera el apoyo de los rojos, para que Gerson Pérez, entonces dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), acudiera ante la Fiscalía General de la República y lo denunciara a él y a su hermano, José Gregorio García -expresidente del Consejo Nacional de la Vivienda, Conavi-, por estafa y corrupción. Corría el mes de diciembre de 2009. En septiembre de 2017 Pérez, ahora dirigente de Podemos y diputado del Consejo Legislativo del estado Aragua, insiste en sus acusaciones: “A través de las empresas de maletín Cantiliver y Congreca cometieron fraude a la nación. Además tiene una finca en el sector Curimagua en el estado Falcón, donde en una oportunidad nosotros denunciamos y demostramos que tenía a un grupo de personas al margen de la ley, unos paramilitares. Utilizaron a esos grupos para atentar contra la democracia de nuestro país”. Asegura que pese a haber pasado casi una década desde esa denuncia el proceso sigue su curso y apuntó a la “fiscal indigna” Luisa Ortega Díaz como la responsable de que no tenga aún un desenlace.

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García es breve al responder sobre este punto: “Sobre lo que diga un vago y un delincuente no tengo nada que opinar”. Es a Pérez y a Didalco Bolívar a quienes el TSJ les entregó Podemos en 2012.

Por si fuera poco, su paso por la oposición tampoco ha estado libre de polémicas. Aún hay quien espera «el segundo audio de Mario Silva» que juró tener en su poder cuando divulgó una primera grabación con confesiones del animador de VTV. Además, no es la primera vez que se le acusa de haberse “robado” unas primarias. Antonio Ecarri lo señaló cuando ambos aspiraban a competir por la Alcaldía de Libertador y solicitó un reconteo de los votos asegurando que había ganado por una diferencia de 700 votos. «Quemaron los cuadernos, no me dejaron ver las actas, las mismas cosas que reclamamos frente al CNE, fue lo mismo que viví yo en las primarias y por 0,2 %”, denunció en aquel año 2012 cuando «El Trabuco» se impuso en la capital y Primero Justicia respaldó a su abanderado, al que ahora señala de fraudulento.

No hubo caso: Ismael García, al igual que ahora, fue proclamado como el candidato de la Unidad. Sin embargo, si algún error político reconoce García sin ninguno tipo de empacho es precisamente haberse lanzado como candidato por Caracas. Esas elecciones las perdió frente a Jorge Rodríguez, que obtuvo 54,55% de los sufragios.

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El hijo pródigo

Ismael Concepción García nació en Falcón, pero muy pronto se mudó a Caracas a la casa de una tía que vivía en El Junquito. Estudiaba en la Escuela Técnica del Oeste, en Catia. Allí comenzó su andar como líder estudiantil. Luego trabajó en una empresa de la industria química farmacéutica, Farvenca, y a los 17 años ya era el Secretario de Organización de la Asociación de Trabajadores de las industrias químicas farmacéuticas de Caracas.

En 1971 se unió al MAS. “El conoció a mi papá, Cruz Villegas, por la actividad sindical. Pese a que él era del MAS y mi papá del Partido Comunista tuvieron buena relación. También con mi hermano Mario”, recuerda Vladimir Villegas. El padre del clan del que también forma parte el ministro de información, Ernesto, fue quien envió a Ismael a estudiar a la escuela de formación Lázaro Peña de la Central de Trabajadores de Cuba en 1976.

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Más tarde, García no había terminado de dejar la adolescencia cuando su labor en el partido ya era la de “cantarle la zona” a Argelia Laya en la sede del sindicato, de Conde a Piñango. Asegura que si de alguien aprendió y a alguien admira es a ella, quien defendió el derecho a la mujer a la educación, que fue comandante guerrillera y presidenta del MAS. “Fue mi mentora. De ella aprendí la rectitud, la responsabilidad, la puntualidad. Siempre tengo un retrato de ella en mi oficina”.

Su militancia en el partido naranja le rindió rédito político. De Caracas se muda al centro del país, y junto con Carlos Tablante, Didalco Bolívar y Cristóbal Fernández Daló conformaron la llamada fuerza de Aragua. “Tenían mucho éxito en el MAS, electoral y político, y además se sentía que eran una fuerza muy importante. Más de una vez les preguntamos por qué no convirtieron eso en una opción presidencial, que han podido llegar a convertirlo, pero creo que quizás los propios problemas internos entre ellos no desarrollaron ese esfuerzo”, opina José Antonio España, quien comenzó con García en el MAS y hoy es diputado por PJ.

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En Aragua, Ismael García fue concejal, alcalde y diputado. Teodoro Petkoff y Pompeyo Márquez también fueron una influencia crucial en su vida. “Cuando el MAS se dividió fueron tiempos muy duros, de mucha polémica. El tiempo logró que el respeto se impusiera”, agrega España. García habla de Márquez como una leyenda y a Petkoff le admira por su “talla intelectual, valor personal y coraje. Cuando me enfrenté a Chávez era Teodoro quien me daba fuerza. Siempre lo escuché… No sé si soy un hijo pródigo, pero ellos para mí son un ejemplo a seguir. Los respeto como si fuesen mis padres”.

Su gestión en La Victoria todavía se recuerda por haber recuperado el casco histórico, construir un terminal de pasajeros, el desarrollo de una zona industrial, la construcción de los proyectos habitacionales Terrazas de Las Mercedes y Vista Hermosa. “Construimos los primeros núcleos de atención primaria, eso que hoy se llama Barrio Adentro no es de este gobierno. Eso lo hicimos en la Alcaldía del municipio José Félix Ribas y el gobernador Carlos Tablante lo implementó en toda Aragua”, enumera García. Ahora su planteamiento, de llegar a la Gobernación, se sostiene sobre cuatro ejes: salud, educación, seguridad y programas sociales. Entre otras cosas, se propone mejorar las condiciones de los cuerpos policiales, promover programas deportivos y culturales, desarrollar un plan de microempresas y recuperar los programas de salud primaria.

Es un político a tiempo completo. Villegas dice que si algún defecto tiene es que cuando declara “se encadena”. José Antonio España lo califica de “vehemente” más no engreído, ni prepotente. Y Felipe Mujica dice que es “echado pa`lante”. “Es un tipo controversial. No es ninguna papayita, pero si bien hemos tenido acuerdos y desacuerdos hay respeto mutuo. El signo principal del MAS es su irreverencia y esa es una de las características que definen su personalidad”.

Pero como cualquiera, no es monedita de oro. Uno de sus compañeros del MAS y quien luego lo acompañó en otros escenarios ofrece esta enigmática declaración: “Conozco tanto a Ismael García que, por el bien de la Unidad, prefiero no emitir opiniones sobre él”.

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