Se le acusa tanto de narcotraficante, como de ser un caballero. Tareck El Aissami hace honor al epónimo de Mérida, su estado natal para codearse entre amigos y enemigos. Es el rockstar oficialista, el que nunca se despeina ante las presiones del gobierno —regional o nacional. Tareck El Aissami se ufana de ser un radical. Más de 20 años vinculado al chavismo —de los 44 que tiene de vida— lo respaldan.
Su carrera despegó junto a la de Hugo Chávez. En 1998, cuando el barinés alcanzó la Presidencia, ya El Aissami pertenecía a la dirección nacional de la Juventud del Movimiento V República (MVR). Eran tiempos de pegar afiches y colgar pendones. Alexander Nebreda, concejal metropolitano, acompañaba al ahora Vicepresidente de la República en la mocedad del partido. “Las encuestas no daban ni 1% en favor de Hugo Chávez. Nosotros construimos y logramos el triunfo del comandante supremo. Soportábamos las redadas de la Disip —Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención—; y por eso nos llamaron la generación de oro”, dice el concejal.
Sus andanzas de izquierda le vienen de cuna. Su padre, Carlos El Aissami, lo formó en esa corriente y, de acuerdo con el portal Poderopedia, el hombre fue jefe de la sección venezolana del partido político Baath de Irak, el mismo de Saddam Hussein. Su casa natal en El Vigía sufrió varios allanamientos y, según el propio Vicepresidente ha declarado, Carlos fue detenido tras el golpe de Estado del 4 de febrero de 1992. Tareck estaba en quinto año de bachillerato.
Tiene porte, tamaño y vena de líder. Eso dicen quienes le conocen. Nebreda acude a la anécdota para dar fe de su capacidad de paladín: “En 2001 yo estaba en Caracas y tuvimos que viajar a Mérida al I Encuentro de Jóvenes Estudiantes con Hugo Chávez. Por Caracas íbamos a asistir dos delegaciones, porque en ese momento había divisiones. De hecho decían que íbamos a sabotear el acto. Cuando llegamos a Mérida nos recibió Tareck, recuerdo que tenía una bufanda de Palestina. Él logró que los dos grupos nos sentáramos todos en una misma mesa, en el Páramo de la Culata, en la sede recreacional del Ipasme; y que llegáramos a acuerdos. Desde entonces, lo reconozco como dirigente”.
Con Utopía 78 llegó a la presidencia de la Federación de Centros de Estudiantes de la Universidad de Los Andes (ULA) —para algunos, apoyado también por las armas de la guerrilla. Egresó con honores de la Escuela de Derecho, según su perfil en el blog del PSUV. En esos tiempos coincidieron Hugbel Roa, hoy ministro de Educación Universitaria; Christian Zerpa, exdiputado del PSUV y ahora magistrado del Tribunal Supremo de Justicia; Carlos León, empleado de la Gobernación de Mérida; y Hugo Cabezas, presidente del Complejo Editorial Alfredo Maneiro. El último fue el responsable de dar a El Aissami su primer cargo de relevancia en la administración pública. Cabezas era el director general de la Oficina Nacional de Identificación y Extranjería (Onidex, hoy Saime) y encargó a su compañero en el movimiento estudiantil la dirección de la Misión Identidad en 2003. Para ese entonces, Tareck ya se había especializado en Criminología, también en la ULA. Poco más de una década le bastó para escalar de un cargo administrativo a ser el número dos del Poder Ejecutivo nacional.
Nepotismo regional
Es el segundo entre cinco hermanos de un matrimonio sirio libanés; y domina el árabe con fluidez. Ningún escándalo personal ha salpicado su vida familiar. Lo suyo son las polémicas de alcance internacional. El Centro para una Sociedad Libre Segura —SFS, por sus siglas en inglés—, con sede en Washington, y el Instituto de Canadá de Análisis Social y Económico (ISEA) presentaron un estudio en 2014 en el que aseguran que Irán, Venezuela y Cuba hacen las veces de “caballos de Troya” para “colocar espías” en occidente. “Entre 2009 y 2011, Venezuela fue el principal país de la región adonde llegaron los iraníes indocumentados, que luego se trasladaron desde allí hasta Canadá”, escriben.
El Aissami sería el principal promotor de esa jugada, pues habría tenido “un papel central en el lavado de dinero de organizaciones terroristas islámicas y en la distribución de pasaportes falsos a miembros de Hezbollah, la Guardia Revolucionaria iraní y otras sectas islámicas cuando se desempeñó como ministro de Interior y Justicia”. El FBI y la DEA, según diversos reportes, también estarían tras los pasos del segundo del Gobierno. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo califica como «Kingpin» de la droga en una resolución emitida el lunes 13 de febrero de 2017, donde se señala al empresario chavista Samark López como cómplice. La inclusión en la lista de funcionarios sancionados por la Office of Foreign Assets Control (OFAC) de Estados Unidos, la «lista negra» del Departamento del Tesoro, por sus presuntos vínculos con el narcotráfico y movimientos extremistas del Medio Oriente incluye el congelamiento de una fortuna estimada en varios miles de millones de dólares, segun la agencia Bloomberg.
Antes de conocer ese veredicto, El Aissami ya había comentado sobre lo que hasta ahora solo eran señalamientos en su contra, descartando su veracidad: “El día que aparezca una sola prueba que comprometa mi actitud o mi accionar en el campo público, tengan la plena seguridad que yo soy el primero en ponerme a la orden de la justicia para dar la cara”, ha dicho.
No obstante, la mañana de este miércoles 31 de julio, la oficina de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés) lo incluyó actual ministro de Industrias y Producción Nacional de Venezuela y Vicepresidente para el Área Económica en su lista de «más buscados» por narcotráfico, y difundió la alerta. «El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos tuiteó: “#MiércolesdeMásBuscado ¿Han visto a este #Fugitivo #MásBuscado? Se le requiere por tráfrico internacional de narcóticos”, tuiteó.
Regulo La Cruz, presidente del Consejo Legislativo del estado Aragua, también defiende al druso: “Nadie le lanza piedras al árbol que no da frutos. El imperialismo lo ve como una amenaza. Si dijeran cosas buenas de él nos extrañaría. Si desde Estados Unidos hablan mal, significa que vamos bien”. El diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) tiene 10 años conociendo a El Aissami. Fue él quien le informó que Chávez estaba a punto de morir. “Estábamos reunidos en la base aérea El Libertador esperando el helicóptero donde venía el gobernador. Cuando llegó nos dijo que solo le quedaban horas. Fue la primera autoridad regional que se pronunció, a través de Telesur, y envió sus condolencias a la familia. Yo me acuerdo que lloró, pero siempre se mantuvo firme. Nos dio aliento y fuerza”, recuerda La Cruz de ese 5 de marzo de 2013.
El Aissami está casado con Riada Rudy Aamer, con quien tiene dos hijos: Tareck Alejandro y Sebastián. La familia habría sido la razón de fuerza mayor para que, en 2012, Chávez desistiera de su postulación como candidato a la Gobernación de Táchira y se decantara por Aragua, estado en el que tan solo había vivido un par de años en su juventud cuando estudió en la Escuela Básica de la Fuerza Armada Nacional, hoy Academia Técnica Militar Bolivariana.
“En su gestión sí afectó que él fuese merideño. No había una identificación real con nuestro estado. Él pasaba mucho tiempo en Caracas. Había falta de identidad”, señala José Ramón Arias, diputado en el parlamento regional. Agrega que incluso en el equipo político de El Aissami en la gobernación faltaban ciudadanos nacidos en la zona: “Construaragua está a cargo de un árabe. Son personas que no son de Aragua y tampoco del partido. La mayoría no tiene ninguna vinculación con el estado”. Construcciones Aragua S.A. es una empresa creada por iniciativa de El Aissami y fundada por el ingeniero Adnan El Maaz el 14 de junio de 2013. Tan familiar era el ex Gobernador, que según Poderopedia, encargó la administración de esta empresa a El Maaz, tío de su esposa.
Nebreda confirma que El Aissami pasaba mucho tiempo en Caracas: “Venía dos o tres veces por semana, para cumplir con sus obligaciones con el PSUV”. Sobre la razón para que no lo lanzaran en el Táchira asegura: “El enfrentó mucho a las mafias paramilitares, dejarlo en un estado fronterizo era exponerlo”.
Se le atribuye prontuario, pero también dicen que es una buena persona dispuesta a ayudar al que logre llegar hasta él. De confirmarse su vinculación con el narcotráfico podría equiparse a un Pablo Escobar criollo. “No tiene nada cuestionable desde el punto de vista humano. Nosotros tenemos una legisladora, Margarita Rivero, que es adeca. Ella tenía un sobrino, casi un hijo, que murió en España y Tareck la ayudó en todo ese proceso. Él siempre tiene un gesto de atención y solidaridad”, dice La Cruz.
Rivero, por su lado, es parca al hablar sobre el Vicepresidente. Asoma que tenían muy poca vinculación y que apenas tenían contacto en actos protocolares, como la entrega de la Memoria y Cuenta y del Presupuesto del estado. La parquedad de la adeca se repite entre los funcionarios regionales, donde asumió la gestión Caryl Bertho, amiga del ascendido y su secretaria de Gobierno. Allí lo respetan o le temen. Nadie declara sin su autorización, ni siquiera la ungida.
El Aissami no cumplió su promesa electoral. Aragua solo es potencia en inseguridad. El estado encabeza la lista nacional de homicidios, con 142 muertes violentas por cada 100.000 habitantes. Antes de que el sirio asumiera la Gobernación, Aragua era el tercer estado más violento, por detrás de Distrito Capital y Miranda, reporta el Observatorio Venezolano de Violencia. El crecimiento del Tren de Aragua y los ajusticiamientos cometidos por la policía regional suman rayas a este tigre. “Hay individuos que no están comprometidos con la revolución, ni con el país. Él ha sido severo con quien comete excesos; pero hay una campañita de la oposición. El camarada Tareck ha sido autocrítico con el tema y sabemos que pronto se hará realidad la reorganización de los aparatos de seguridad ciudadana del estado. Lo digo con certeza, esa promesa se va a cumplir”, jura La Cruz.
Futbolista y galán
Tareck nunca llegó a estrenar la camiseta con el dorsal 78 del Aragua Fútbol Club. Su fichaje se confirmó el 6 de febrero de 2015; para que jugara en el Torneo Clausura como delantero. Nunca debutó, pero sí entrenó. “Sus múltiples ocupaciones no le permitieron asistir a las prácticas diarias; así que él mismo alargó su debut. Su presencia era muy gratificante en el equipo, era muy amable con sus compañeros y a mí nunca me faltó el respeto”, asevera Manuel Plasencia, entrenador del equipo.
Entre los atributos que lo llevaron a fichar como delantero, el director técnico señala su frente de ataque y que se movía bien por todos los costados. “Como todo merideño, lleva el fútbol en la sangre. Su edad no le permitiría jugar todo un partido; por eso era un problema que no pudiera someterse como él lo necesitaba y el equipo lo requería a los entrenamientos”. Dos meses bastaron para que desistiera: “Nunca supe de rumores o chismes por su escogencia. Igual no llegó a jugar. Para criticarlo o elogiarlo primero había que verlo”.
Aunque no llegó a presentarse, el star system no le es ajeno. A El Aissami las mujeres le brincan cual si fuese galán de telenovela. Será por eso que Esteban Trapiello, conocido por lanzar a la fama a figuras como Víctor Cámara y María Conchita Alonso, pensó en convertirlo en estrella de televisión, pero su manera de hablar, mezclando el gocho con el árabe, lo descartó. La amistad se mantuvo y El Aissami llamó a Trapiello para que se hiciera cargo de Telearagua, después de su polémica salida de Tves. La relación le ha resultado tan fructífera al empresario que en 2016 lanzó TLT. “Su política comunicacional es aplastante. La inversión en eso es espeluznante. Hemos denunciado que todos esos recursos de la Gobernación se fueron a un canal privado, que es TLT”, declara Arias.
Para el chavismo, se están enfrentado a una guerra de cuarta y quinta generación; El Aissami le hace frente desde Twitter, con su más de un millón de seguidores; y apoyado en un ejército de bots —cuentas fantasmas para posicionar contenido—, y en uno que otro hacker. Al menos, 11 cuentas de Twitter de opositores fueron atacadas en 2011 por el grupo N33, siendo El Aissami ministro de interior. Rocío San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano y una de las víctimas informáticas, declaró a TalCual: “Hay quienes podemos dar testimonios de que N33 trabajaba con vínculos en el Sebin. Hubo extorsiones a las víctimas, amenazas de muerte, exposición de la privacidad. Ninguna de las denuncias fue investigada”. Juan Almeida, un militante del PSUV, dice ser N33. El «hacker ético», como se autodenomina, se convirtió en funcionario de la Gobernación de Aragua en la gestión de El Aissami, pasó a formar parte del staff de Aragueña FM, controlada por la Gobernación, y se retrataba junto al entonces mandatario regional en actos públicos.
El Aissami, además, es un Vicepresidente poderoso. Tiene influencia en el Gabinete y en gobernaciones —la sustitucion de Luis Acuña por Edwin Rojas, amigo personal de Tareck, en Sucre lo demuestra—; y desde que apareció la Gaceta Oficial 41.083, con fecha del 26 de enero de 2017, también tiene 15 de las atribuciones del Presidente. Está autorizado hasta para expropiar. Ante eso Nebreda solo dice que es una muestra de la “confianza” que le tiene Maduro.
Es más, la lectura de los preceptos constitucionales podría concluir que el hombre está por encima de la ley. Según el artículo 238 de la Carta Magna, «el Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva reunirán las mismas condiciones exigidas para ser Presidente o Presidenta de la República», esto es «ser venezolano o venezolana por nacimiento, no poseer otra nacionalidad, ser mayor de treinta años, de estado seglar y no estar sometido o sometida a condena mediante sentencia definitivamente firme», según el artículo 227. Pero Tareck El Aissami tendría doble nacionalidad, pues según las leyes sirias los hijos de padres oriundos de ese país la adquieren automáticamente.
Fiel a la revolución
“Nosotros tenemos que seguir aplicando lo que Chávez nos enseñó: gobernar obedeciendo al pueblo, recuperar la confianza y reencontrarnos con el pueblo”, dijo El Aissami cuando recién Nicolás Maduro le entregó sus nuevas funciones, el 4 de enero de 2017. Su cercanía con Chávez era incuestionable. Su nombre llegó a barajarse como el de un posible sucesor, una vez que se hizo pública la enfermedad del intergaláctico. Tan fiel le era al difunto, que el 20 de abril de 2015 dijo sobre su predecesor en Aragua: “En dos años siempre me callé por respeto al pueblo porque aquí fue el pueblo que lo echó —a Rafael Isea—, y también me callé porque el comandante Chávez me dijo cuándo me envió para acá: estoy sacando a un hijo mío por traidor, no me vayas a fallar tú que eres otro hijo”. Tal declaración constituye una evidencia de delito por ocultamiento o complicidad, como denunció la oposición en aquel momento.
Tanto Nebreda como La Cruz son enfáticos al señalar su lealtad a Maduro. “Es leal a Hugo Chávez, a Nicolás Maduro y al PSUV. Su primer interés es garantizar la continuidad de la revolución”, afirma Nebreda. Al concejal se le pregunta sobre si El Aissami será el próximo Presidente de la República.
—Eso sólo lo sabe Dios.
