Opinión

La Constitución dictatorial pero soñada de Nicolás Maduro

Los venezolanos nos amparamos por nueve principios fundamentales que están contenidos en los primeros artículos de la Constitución Nacional. Sin embargo, las acciones de Nicolás Maduro y su séquito de sicofantas confirman que no existe respeto alguno por estos principios que son inherentes para el correcto funcionamiento del Estado venezolano

Composición fotográfica: Andrea Tosta
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Todo indica que la Constitución Nacional de 1999 ha perecido por las ideas locas de un muro de contención que se terminó de derrumbar con la muerte de Hugo Chávez; me atrevo a jugar al constituyente y redactar una carta magna que se adapte a nuestros tiempos. No será la más idónea pero por lo menos, en esta época de desconcierto y despropósitos, será más honesta.

Constitución de Nicolás Maduro 

Artículo 1. Venezuela se declara República Escoltada, irrevocablemente presa y dependiente de lo que ordenen desde Cuba y fundamenta su patrimonio moral y valores de tiranía, desigualdad, injusticia y guerra en la doctrina del Comandante Supremo y lo que diga el camarada Diosdado en el programa “Con el Mazo Dando”.

Son derechos descartables de la Nación la independencia de los poderes públicos, la libertad de los presos políticos, la soberanía del pueblo de revocar, la inmunidad de Henry Ramos Allup, y la integridad territorial excepto donde yo (Nicolás) decida que haya un corredor presidencial y punto.

Artículo 2. Venezuela se constituye en un Estado democrático solamente si yo gano todas las elecciones que propugna como valores superiores mi estadía en el poder, mi vida, mi libertad de hacer lo que me venga en gana, mi igualdad pero no la de Lilian, mi responsabilidad social con Aristóbulo Istúriz y en general la preeminencia de los desechos humanos, la ética, pelética, pelempempética y el pluralismo político englobado única y exclusivamente en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Artículo 3. Mi Estado —porque es mío, Chávez me lo regaló— tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de mi persona, respeto a mi dignidad —¿leíste bien Julio Borges?—, la construcción de una sociedad amante de mis cadenas nacionales y la promoción de la pobreza —porque ser rico es malo y no todos podemos tener un avión como el mío.

El control de cambio y la expropiación de Empresas Polar son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines.

Artículo 4. La República Escoltada de Venezuela es un Estado Federal descentralizado solo en aquellos estados donde gobierne un militar o un Tarek y se rige por los principios de cooperación y solidaridad, así que Capriles ¡coopera conmigo te dije!

Artículo 5. La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo. Por pueblo quiero decir los magistrados de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia. #CalixtoTQM. Los órganos del Estado emanan de lo que yo decida y a mí están sometidos… Asamblea Nacional ¡Vas pa’fuera!

Artículo 6. Mi gobierno de la República Escoltada de Venezuela y las entidades psuvistas que la componen es y será siempre mío, a veces electivo, cero alternativo a menos que apruebe la Ley del Matrimonio Igualitario, pluralista mientras vayan naciendo más nietos de la familia Flores y de mandatos revocables pero no en el 2016 ni en el 2017 y veremos si en el 2018.

Artículo 7. Esta Constitución es la norma suprema y el fundamento de toda loquera que a mí se me dé por inventar. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a mi Constitución. Así que como dijo el camarada Diosdado: “cero escuálidos en el gobierno”.

Artículo 8. La bandera nacional será la del PSUV, el himno nacional será el cantado por el Comandante Hugo Chávez y el escudo de armas de la República será el escudo que use las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas y Chavistas para repeler cualquier marchita fascista que proteste en contra de mi mandato. La ley regulará sus características, significados y usos así que Sala Constitucional, ¡tienen más trabajo!

Artículo 9. El idioma oficial es el que uso yo por lo cual se ordena desde ya suprimir todas las “c” de la palabra “impacto” porque eso es una intervención de la Real Academia Española lame botas de Cristóbal Colón y de Obama que no voy a tolerar ni a permitir.
Todo lo demás que sale en la Constitución de 1999 será permitido si así lo dicen mis amigos los magistrados de la Sala Constitucional.

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