Semblanza

Levy Rossell, estandarte del teatro experimental venezolano

Precoz y creativo, Levy Rossell deslumbró Nueva York antes de impactar a toda Venezuela. Su talento formó a generaciones completas de actores y actrices, mientras su pluma produjo 17 textos teatrales. No hubo medio que no probara y donde destacara, aunque su propia aventura fílmica tuvo una realización agridulce

TEXTO: Catherine Medina Marys
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El 31 de octubre de 1969, por órdenes del presidente Rafael Caldera, fue allanada la Universidad Central de Venezuela, como parte de la llamada Operación Canguro que dejó un saldo de diez muertos, centenares de heridos y la suspensión de las clases hasta febrero de 1971. Muchos de los alumnos de esa casa de estudios debieron migrar a otras universidades. Entre ellos estaba Henrique Lazo, quien fue aceptado en la Universidad Católica Andrés Bello. Fue ahí donde años después, entre idas y venidas entre pasillos y módulos, supo que se estaban organizando audiciones para montar el musical Godspell en Caracas.

Se enteró porque Diego Rísquez, con quien compartió aulas hasta que el cineasta abandonó la carrera poco después, le dio el dato. Godspell, escrito en 1970 por Stephen Schwartz y John-Michael Tebelak, fue estrenado en 1971 en el circuito off-Broadway de Nueva York, cosechando un éxito increíble para tratarse de un musical basado en el Evangelio Cristiano. Day by day, una de las canciones más conocidas del repertorio, alcanzaría en 1972 el puesto 13 en la lista Billboard durante el verano, interpretada por Robin Lamont & Company.

Levycita5Como Rísquez no sabía cantar, le recomendó a Lazo que participara en el casting. La iniciativa estaría a cargo de Levy Rossell Daal, un venezolano que ya estaba dando de qué hablar en Estados Unidos gracias a su excéntrica obra Vimazoluleka.

Lazo quedó seleccionado para participar en la pieza con otros nombres un tanto desconocidos para aquella época, como Guillermo Dávila y Guillermo Carrasco. Después de ensayar diariamente por ocho semanas, el verbo se hizo carne y, de la mano de Levy, se manifestó una tarde de 1972 en La Florida, ante la mirada del público atónito que salía tarareando las canciones. Por un momento, Broadway se materializaba en Caracas. Y el público vio todo lo que Rossell había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera.

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Hombre de teatro

Levy Rossell Daal nació el 23 de abril de 1945, en Coro, estado Falcón. Hijo de Eva María Daal Talavera y Octavio Rossell Rodríguez, comenzó sus estudios de teatro en su etapa de bachiller en el Liceo Aplicación, de la mano del profesor Alberto Castillo Arráez. Su temprana incursión en el canto coral también tuvo lugar en esta etapa, formado por Inocente Carreño. Completaría su formación cursando estudios de Filosofía y ciencias de la educación en el Instituto Pedagógico de Caracas y de Artes escénicas en el Teatro Universitario de Caracas, dirigido en aquel momento por Nicolás Curiel.

También se destacó como asistente de dirección de varias de las piezas que Román Chalbaud dirigió en El Nuevo Grupo. Es, en esa etapa, cuando cursa estudios de teatro en Nueva York con figuras como Joseph Chaiking y Augusto Boal.

Levycita4En 1960 y con sólo 16 años ya había escrito la que se convertiría en su obra maestra. Se trata de Vimazoluleka, un acrónimo construido con las iniciales de quienes habían sido sus íntimos amigos en el Liceo Aplicación. En cierta oportunidad, Levy llegó a afirmar que quería bautizar su obra con una palabra que tuviese las cinco letras vocales. La pueza se estrenó en 1966. Primero en el Ateneo de Caracas, posteriormente en el auditorio de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela y por último en su Aula Magna.

Con ella viajaría a Nueva York y se presentaría, por cinco meses, en el circuito off-off-Broadway. “Tenía que ser así”, rememora Javier Vidal. “Era un montaje muy vanguardista, bastante influenciado por lo que se veía en la escena neoyorquina a mediados de 1960, que fue la década de la experimentación, el living theater y el open theater”, puntualiza el actor y director teatral.

Vimazoluleka no solo consolidó a Rossell como el primer venezolano en presentarse en el circuito. Con un elenco íntegramente americano, se presentó ininterrumpidamente durante cinco meses y recogió críticas favorables en medios como Journal, Abel, Village Voice, Shows Bussines, The New Yorker y Back Stage. Su éxito radica, en palabras de la editora Roselia Castro Uzcátegui, en sus temas principales: “La soledad en medio de la multitud. La búsqueda del amor y la paz en tiempos de guerras sin sentido. Querer aislarse de una sociedad hipócrita que sin merecimiento alguno buscaba ubicación y estatus”. Su estructura era novedosa: dos actos, dieciséis escenas y nueve canciones.

Esta pieza, además, le dio a Rossell un lugar destacado durante aquella década. “Era totalmente vanguardista, no encajaba en la línea de lo establecido por Isaac Chocrón, José Ignacio Cabrujas y Román Chalbaud, ni en las voces de relevo como Rodolfo Santana o José Gabriel Núñez”, apunta Vidal.

Levycita3En 1971, un incipiente grupo llamado Rajatabla –llamado así en honor al libro homónimo de Luis Britto García-, había estrenado la versión escénica de Tu país está feliz, un poema escrito por Antonio Miranda y con miras a captar a la juventud izquierdista. El mismo año, Jesucristo Superestrella de Andrew Lloyd Webber transformó la religión católica desde Broadway. Un año después, en 1972, Rossell tomaría el estandarte de la vanguardia con el estreno de Godspell en un viejo auditorio ubicado en La Florida y que había convertido en la sede de Arte de Caracas, agrupación que fundó a su regreso de Estados Unidos en 1968.

Godspell permitió que nombres como el de Henrique Lazo, Guillermo Dávila, Teresita Díaz, Eva Von Hueck, Guillermo Carrasco, Hilda Rivas y Ángel Acosta resonaran en la escena cultural de la época. La puesta en escena comprendía tres elencos coordinados por una dirección férrea que no toleraba la impuntualidad. “Era capaz de despedirte por llegar cinco minutos después de la hora acordada”, confesó Henrique Lazo. Claudio Nazoa, a través de un tweet enviado el día del fallecimiento de Rossell, también hizo alusión a esta característica de su carácter: “Usted me enseñó a amar y a respetar mi profesión. Jamás llegaré tarde a un ensayo ni irrespetaré las tablas”, expresó.

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Rossell escribió 17 obras teatrales, entre las cuales se destacan Caracas… Urgente!!!, Querido yo, Lo mío me lo dejan en la olla –un monólogo que protagonizó Yanis Chimaras–, y La Atlántida, un ambicioso proyecto en el que su autor abarca la historia de la humanidad con referencias del Popol Vuh, la Biblia y las Críticas de Platón; textos de gran contundencia para su época pero que, una vez representados, no alcanzaron ni causaron el impacto logrado por Vimazoluleka.

Al abandonar La Florida, Arte de Caracas cambiaría sus espacios por los de una sala ubicada en el sótano uno de Parque Central, un piso por encima de la sede que ocupó el Grupo Actoral 80 hasta noviembre de 2017, cuando fue desalojado por el Gobierno. Ahí, Rossell se dedicaría a la formación y al remontaje de sus propios textos. En esta etapa se formaron creadores como Basilio Álvarez, y nacieron personajes como El Conde del Guácharo que catapultaría la figura del actor, comediante y luego candidato presidencial Benjamín Rauseo.

Levycita2“Creo que el mejor profesor es aquel que no se cree maestro, sino aquel que acompaña al candidato o al aspirante. Y creo que si en algo he acertado es en haber aportado unas cuantas camadas generacionales de gente que ha servido para la televisión, la radio, el cine y el teatro. Creo que el trabajo del profesor es descubrir la riqueza del aspirante a actor y hacer que cada uno la explore”, le dijo al periodista Edgar Moreno-Uribe en 2006 cuando aquella sala de Parque Central fue bautizada como «la Levy Rossell», en su honor.

Ostentó, también, numerosos cargos públicos en diversas oportunidades, entre los que se destacan la dirección del Consejo Nacional de la Cultura (CONAC), la presidencia de Fundarte y la Dirección de Cultura de la Alcaldía de Baruta. Participó de proyectos televisivos junto a Chalbaud y Cabrujas, dirigió a Los Sopotocientos, se integró a varias telenovelas y fue jurado de la serie Bailando con…; mientras que en la gran pantalla se le vio en Entre Golpes y Boleros de John Dikinson; Miranda Regresa y Bolívar, el hombre de las dificultades, de Luis Alberto Lamata; y Er Conde Bond, de Benjamín Rausseo.

El #CasoVimazoluleka

En 2014 Rossell dio la gran noticia: la legendaria Vimazoluleka se convertiría en una película que involucraría alrededor de 1000 personas y un elenco conformado por personalidades como Mirla Castellanos, Andreína Álvarez y el imitador Larry Martínez, conocido como “El moreno Michael”. Ya entonces afirmaba que la preproducción se había desarrollado durante un año.

En un principio, La Villa del Cine accedió a participar en la coproducción del proyecto. Como el mismo Rossell afirmaría dos años después en una rueda de prensa, luego de meses de negociaciones y a pesar de haber suministrado el papeleo solicitado, la Villa del Cine nunca participó en la firma del contrato correspondiente. “Como había un plan de rodaje decidí convocar a inversores particulares y vender bonos de inversión a personas naturales para lograr financiar los costos del proyecto”, expresó al puntualizar que el plan de trabajo se había cumplido “en el tiempo comprometido con la gente comprometida”.

A finales de 2014, Guácharos Producciones, la casa productora creada por Benjamín Rauseo, había firmado el contrato para gerenciar, administrar y supervisar la postproducción, y subcontrató a otra empresa que realizaría este proceso técnico. La película, que debía haber sido estrenada para el primer trimestre de 2015, se pospuso de manera indefinida, en parte porque la firma subcontratada exigía una extensión de los lapsos acordados, lo cual causaba una nueva carga económica al ya endeudado proyecto de Vimazoluleka.

Levycita1Por esta razón, en febrero de 2016, Rossell convocó a una rueda de prensa en para explicar la situación del filme en aquel momento y anunció su intención de denunciar la irregularidad de la situación ante el Centro Nacional Autonomo de Cinematografia (CNAC). Posteriormente, en julio de ese año, el diario La Voz dio a conocer a Oscar Rivas Gamboa como el nuevo encargado de dirigir la postproducción de Vimazoluleka, que se estrenó finalmente el 26 de febrero de 2017, en una función privada para “inversionistas, periodistas amigos y personalidades”, según reseñó el periodista Edgar Moreno Uribe en su blog El espectador venezolano.

Entonces, se prometió que en marzo de 2017 la cinta llegaría a las salas nacionales. La nota de prensa divulgada entonces afirmaba que «tras dos años de trabajo en distintas locaciones de nuestro país y 10 más en el mundo entero, este filme es una aventura sensorial sin precedentes que cuenta con la participación de más de 30 actores profesionales, como Mirla Castellanos, el Moreno Michael, Manola García Maldonado, Julio Mota, Alejo Felipe, Simona Chirinos, Ivor Muñoz, Andreina Álvarez, Eduardo Sanoja y Miriam Castillo; así como ocho cuerpos de baile con las coreografías y dirección de Mery Cortez, La Macarena, Edmundo Ríos y muchos más».

Pero más allá de unas proyecciones locales, como la ocurrida en Puerto Cabello en septiembre de 2017, el largometraje no ha sido proyectado al público. Levy Rossell no pudo llevarla a las salas. El 25 de abril de 2018, a sus 73 años, murió aquejado por la falta de medicinas que le impidió tratar las secuelas del accidente cardiovascular del que fue víctima en junio de 2017. Él y la Vimazoluleka de sus tormentos languidecieron mientras esperaban un golpe de suerte que, finalmente, nunca llegó.

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