La televisión venezolana la conoció como protagonista de Hostal Royal Manzanares, una serie original de TVE que la pantalla local emitió en la extinta CMT. También los venezolanos la vieron en sus episódicas apariciones en Aquí no hay quien viva. Hoy, a sus 78 años, la actriz española dio su último respiro
Lina Morgan, nacida en plena Guerra Civil en 1937 como María de los Ángeles López Segovia, sufrió los avatares de la posguerra y subió a los escenarios infantiles para hacer reír, a lo que dedicó el resto de su vida ya bajo su nombre más “artístico”, como confesó años después. Su carrera la llevó al teatro, al cine, la televisión y hasta las portadas de revistas.
En la década de los 60 alternó su trabajo en el teatro con sus primeras apariciones en el cine, donde se hizo popular con películas como «Las que tienen que servir» (1967); «Soltera y madre en la vida» (1968); «La tonta del bote» (1970); o «Una pareja distinta» (1974). En 1979 formó su propia compañía y acabó comprando con su hermano y manager el Teatro La Latina de Madrid-donde fue su debut-, y cosechó importantes éxitos con musicales como «Vaya par de gemelas» (1981) o «El último tranvía» (1987). En televisión triunfó con series como «Compuesta y sin novio» y «Hostal Royal Manzanares».
Javier Villán, el crítico teatral del diario español El Mundo, aseguró que Morgan era mucho mejor actriz de lo que se cree, que tenía recursos cómicos imbatibles. Que podía haber sido el equivalente de Charles Chaplin en España, pero que su éxito le impidió ser más audaz, más ambiciosa intelectualmente. Agrega el rotativo madrileño que la prueba de esa teoría sería un proyecto que estuvo sobre la mesa de Lina Morgan hace pocos años, que la actriz finalmente desechó asustada porque pudiese cambiar su imagen ante el público.
La leyenda de Lina Morgan es España también la acerca a la figura de Eva Perón. En los años 80, sus representaciones atraían colas inauditas al Teatro de La Latina, adorada por millones de españoles. Se contaba de ella que repartía camiones con comida para hospicios. Se sufría por las historias de su desamor y no pocos la imitaban en el humor.
Estos son siete de sus títulos fundamentales del cine para reír:
La película más célebre de Lina Morgan. Una comedia de Juan de Orduña, una nueva adaptación de la historia que popularizó Gonzalo Delgrás. La muchacha interpreta con ternura y convicción a una pobrecilla huérfana e ignorante que guarda colillas en una lata (el bote del título) para un ciego que toca el violín. La mezcla de drama y comedia funcionó en taquilla.
La cinta de José María Forqué es otro de los títulos más celebrados de Lina Morgan, aunque la actriz aquí interpretaba un papel secundario, dentro de un reparto muy coral.
En esta parodia de «El graduado», película dirigida por Mike Nichols unos años antes, la actriz quiere recuperar el tiempo perdido y mojar su magdalena en el café de la diversión y el desenfreno, como Dustin Hoffman, pero a la española y contado por Mariano Ozores.
Se trata de una comedia costumbrista sobre un pobre hombre con aspiraciones en el mundo de la publicidad. Aunque fue un fracaso comercial, para Morgan significó su consolidación en la pantalla por ser su segunda cinta.
Alfredo Landa, asesorado por sus amigotes, se niega a admitir lo que es suyo, por lo que la pobre Lina Morgan se ve obligada a trabajar en un bar de alterne.
Parodia de “El Padrino”. Trini (Lina Morgan), hija y nieta de truhanes, que ahora ejerce un trabajo honrado como cajera de un supermercado, monta en cólera cuando ve a su padre condenado por la justicia y abandona su trabajo para ejercer la dirección de una muy particular escuela de ladrones, pero honrados.
Versión cinematográfica de la comedia teatral más exitosa de Lina Morgan y del teatro La Latina en todos los tiempos. La actriz interpreta el doble papel de Virginia y Susana, dos gemelas separadas al nacer que se encuentran décadas después contrastando sus personalidades en situaciones cómicas.
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