La emigración se ha convertido en la única salida para muchos jóvenes griegos, en un país con un desempleo juvenil récord y una deteriorada situación económica.
«No veo porvenir en Grecia», suspira Dani Iordake, un joven de 21 años, que tuvo que abandonar la universidad para ayudar a su madre a pagar las facturas. «Tal como están las cosas, no me imagino viviendo aquí y luchando cada día».
Otros ya se han marchado. Desde que comenzó la crisis financiera, más de 200.000 griegos abandonaron este país de 11 millones de habitantes, según el gabinete Endeavour.
Varias son las razones que los impulsan a irse, según una encuesta del grupo ICAP entre más de 1.300 expatriados: falta de meritocracia, demasiada corrupción, crisis económica, incertidumbre sobre el futuro o las buenas perspectivas de carrera en el extranjero.
El corralito afecta a todos
Los mercados financieros cerraron este lunes con fuertes pérdidas por el temor a una eventual salida de Grecia de la zona euro tras la celebración de un referéndum, aunque no perdían del todo la esperanza y limitaban las pérdidas.
En la primera jornada de mercados abiertos después de que las autoridades griegas decretaran feriado bancario y un corralito en Grecia, las bolsas europeas se desplomaron al inicio de los intercambios, si bien luego limitaron sus caídas hasta niveles similares a hace diez días.
En Estados Unidos, Wall Street tampoco escapó a la «tragedia griega», aunque sin pánico. El Dow Jones perdió 1,95% y el Nasdaq, 2,40%.