Moda

Louis Vuitton da una lección de historia

Louis Vuitton cerró con broche de oro, mejor dicho con un sol de oro, como su nueva boutique en Place Vendôme, la temporada de desfiles en París

Fotografías: AP
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En el majestuoso Pavillion de l’Horloge, que una vez sirvió de muralla medieval y que alberga el Museo del Louvre en París, el director artístico de Vuitton, Nicolas Ghesquière, decidió escenificar el desfile para la colección Primavera-Verano 2018. Los impresionantes muros de piedra, con más de 800 años de historia, y la gran Esfinge de Tanis, cuya data es del 2600 A.C., sirvieron de escenario para dar inicio al show.

La inspiración principal que motivó Ghesquiére para la creación de esta nueva propuesta fue la evolución secular que ha sufrido el Louvre —otrora fortaleza, luego Palacio Real y ahora el museo más importante del mundo para algunos. Esta novedosa colección mostró clásicas chaquetas del siglo XVIII, como las que llevaban los aristócratas estilo redingote, con fabulosos brocados y rebordadas con diminutas flores. Las piezas eran combinadas con lo más tecnológico de la era athleisure de Vuitton: shorts de correr en sedas color pastel, mini vestidos románticos, jeans con bordados a los lados, faldas con formas de crinolinas, estas últimas de corte muy futuristas. Absolutamente todos los looks fueron acompañados con zapatos deportivos, aerodinámicos, como los que llevan los turistas para pasear por el Louvre. Una tendencia de la que no podremos escapar y que será la más codiciada en la próxima primavera.

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Estilismo llamó la atención por la ausencia de maquillaje y la naturalidad del peinado. Quizás se deba a la cabina de las modelos ultra jóvenes. El propósito es enaltecer a cada mujer por su personalidad, según la filosofía LV. «Pienso que el anacronismo en la colección resultó lo más interesante, el poder incorporar piezas de vestir del siglo XVIII en nuestro vestuario cotidiano» declaró el diseñador quien se vio completamente inspirado tras visitar el Met Museum y disfrutar de una exhibición de trajes del siglo XVIII. De allí surgió su inquietud: ¿Cómo sería combinar elementos clásicos de la época con elementos de nuestra era? Su fórmula perfecta.

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