De los galardones originales -el de Economía se instituyó en 1968-, el de Física y el de Química son los más «misóginos», pues solo distinguieron a dos y cuatro mujeres respectivamente. Paradójicamente, la única mujer de la Historia premiada dos veces, Marie Curie, lo fue en esas dos categorías, en 1903 y 1911.
«Es una decepción, mirar atrás y ver que las mujeres han sido mucho menos premiadas», reconoce Göran Hansson, secretario permanente de la Academia Real de las Ciencias en Estocolmo, encargada de los premios de Física, Química y Economía. «No hay ningún chovinismo masculino sustancial en los comités» de selección Nobel, asegura Hansson. Cuatro de esos comités (Medicina, Química, Paz, Literatura) están presididos por mujeres.
Para él, el que haya tan pocas laureadas se debe, en primer lugar, a que las puertas de los laboratorios les estuvieron cerradas durante mucho tiempo. Un efecto «pirámide» confirmado por la física Anne L’Huillier, miembro de la Academia Real de las Ciencias y miembro del comité Nobel desde 2010. «Es completamente evidente, sobre todo en las materias ‘duras’, excepto para las ciencias de la vida», asegura.
Con todo, el palmarés de los premios de Medicina, que atribuye el prestigioso instituto Karolinska, no resulta muy alentador: 12 mujeres de un total de 214 premiados, esto es, un 5,6%. El «premio de Ciencias Económicas en memoria a Alfred Nobel», financiado por el Banco de Suecia, solo acabó en manos femeninas una ocasión, en 2009: la estadounidense Elinor Ostrom.
«Ustedes lo han visto, es verdad, somos todos hombres blancos, viejos hombres blancos», ironizó el jueves en Estocolmo Richard Thaler, Nobel de Economía 2017.
El lugar de las mujeres en el siglo XX
¿Y qué hay de la literatura en todo esto? Solo catorce poetisas o novelistas (12,3%) han sido premiadas. Sin embargo, la tendencia les es favorable, puesto que el 36% de los premios en esta disciplina han sido para mujeres desde 2007. «Esto va en la buena dirección y nada nos dice que las estadísticas no puedan seguir mejorando. Pueden hacerlo y lo harán», escribió en su blog la secretaria permanente de la Academia Sueca.
«La Academia Sueca no está pendiente de las estadísticas. Lo único que le preocupa a la Academia es la calidad», subrayó Sara Danius, enredada desde hace semanas en las revelaciones #metoo (#yotambién) que sacaron a la luz las estrechas relaciones de la academia y el francés Jean-Claude Arnault, casado con una académica y acusado de haber acosado, agredido o violado a numerosas mujeres jóvenes.
Es en el palmarés del Nobel de la Paz donde las mujeres están más representadas: 16 galardonadas de 104, un 15,4%. Aún así, muy lejos de la paridad. Una realidad que da cuenta del «lugar de las mujeres en la sociedad del siglo XX», según Olav Njølstad, director del Instituto Nobel noruego. Pero, como con los otros premios, las cosas van cambiando y en los últimos 15 años hubo seis laureadas. En 2011, el comité noruego llegó incluso a premiar a tres mujeres al mismo tiempo: la presidenta liberiana Ellen Johnson Sirleaf, su compatriota Leymah Gbowee y la yemenita Tawakkol Karman, figuras destacadas de la «primavera árabe».
Una evolución que refleja también la feminización del comité. «Con el tiempo, es naturalmente importante que hayamos pasado de un comité dominado por hombres a uno en el que estamos, más o menos, al 50/50 [de hombres/mujeres]», resaltó Olav Njølstad.
Dudamel pondrá la música
El director de orquesta Gustavo Dudamel dirigirá el viernes 8 de diciembre a la Real Filarmónica de Estocolmo en el tradicional Concierto del Premio Nobel, con piezas de Mozart y Richard Strauss en el programa. «Me siento profundamente honrado de actuar en esta notable ocasión», señaló Dudamel en su página de internet cuando la Fundación Nobel anunció que sería este año el conductor del concierto.
El programa estará compuesto por dos pilares de la historia de la música, en el cual se celebrará el acto y la entrega de los Premios Nobel. Se trata de la Sinfonía Júpiter de Wolfgang Amadeus Mozart y del poema sinfónico Así habló Zaratustra de Richard Strauss, inspirado en la obra de Friedrich Nietzsche. «Elegimos un programa para honrar a los ganadores del Premio Nobel y sus logros con música inspirada en la naturaleza, que es símbolo de la unidad del arte y la ciencia en la expresión de la imaginación humana», explicó el director en su página web.