Nada mejor para comenzar el año que llenarnos de inspiración a través del arte, la belleza y la creatividad que abunda en el mundo de la moda, es por esta razón que quiero compartir con mis lectores la última exposición que se esta llevando a cabo en el Costume Institute del Museo de Arte Metropolitano de Nueva York
El Museo de Arte Metropolitano de Nueva York abrió sus puertas a una colección que perteneció a Sandy Shreier, quien fuera una de las mas grandes y prestigiosas coleccionistas de alta costura y pret a porter en el siglo XX. La misma fue curada por el gran Andrew Bolton director del instituto.
El nombre de Sandy Shreier es todavía poco conocido, pero su aporte a la preservación y colección de moda fue invaluable, ya que se dedicó a catalogar y conservar piezas y trajes de las más reconocidas casas de moda europeas y americanas. Desde niña su padre Edward Miller, peletero en Detroit, la familiarizó con el mundo de la moda. Fue este vínculo la que la llevó a admirar a las elegantes clientas que visitaban la tienda de su progenitor.
Una vida dedicada a la pasión de coleccionar los vestidos más valiosos e importantes de su época y que a diferencia de algunas coleccionistas como Anna Dello Russo, quien el año pasado vendió gran parte de su colección, Shreier nunca utilizó ninguno de los trajes que coleccionó sino que los adquiría como verdaderas piezas de arte y que hoy en día conforman una de las más colecciones privadas e importantes en el mundo.
Aunque nunca estudió, cuando comenzó su colección lo que le importaba era que cada pieza estuviera llena de belleza y esa fue su gran inspiración: que cada una tuviera el estándar de moda como arte.
En total son 80 modelos, editados de sus 15.000 piezas, los que nos pasean a través de diferentes décadas, momentos históricos y tendencias. Lo más importante es que Shreier donó estos al Costume Institute como un aporte a sus investigaciones y conservación para futuras exhibiciones, siendo en su mayoría trajes que definieron la moda norteamericana y europea gracias a diversos tipos de vestimenta desde la era de oro en Hollywood o la moda de la posguerra con su narrativa «heavy fashion».
En un sector de la muestra se pueden ver looks entre guerras que describen lo que fuera el espíritu nuevo de la época, ropa que muestra el resurgir de la diversión y entretenimiento en la sociedad, en la que se incluye un soberbio traje dorado y negro de Paul Poiret de 1925 y, al lado opuesto, podemos ver un modelo de Moschino de 1993 juanto al famoso vestido Mondrian creado por Yves Saint Laurent.
El trabajo de Shreier como coleccionista es muy inspirador sobretodo en la era que vivimos, donde la moda es tratada como desechable y siempre en la búsqueda de algo mejor para la insaciabilidad de instagram.
