Opinión

Sembrar Acetaminofén es cosechar la ignorancia

¿Cómo no preocuparse por las inverosímiles palabras de Rona del Valle Gómez? La alegre pre-candidata por el PSUV a la Asamblea Nacional que posee un doctorado en Ciencias de la Educación otorgado por una universidad privada

Composición fotográfica: Mercedes Rojas Páez-Pumar
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Rona saltó a la palestra por culpar a las trasnacionales que han vuelto dependiente al país de la importación al recomendar sembrar “maticas de acetaminofén” para hacerle guarapitos a los muchachos; o a irse a casa de la abuela en caso de no tener café para resolver con una agüita de miel “porque tenemos el papelón”.

No sé de qué dependencia económica habla Rona. Esa que la lleva a plantear mecanismos alternativos a la medicina y a la alimentación balanceada. Su desatino hizo un boom en las redes y noticias justo cuando el flamante Vicepresidente de la República, Jorge Arreaza, recibiera un reconocimiento a los progresos chavistas en la lucha por la erradicación del hambre por parte de la FIFA —perdón, la FAO. Afirmó que en los últimos años la Revolución Bolivariana ha destinado el 62% de los ingresos recibidos a la inversión social.

Sin ánimos de ofender a la ciertamente simpática Rona, pero si un gobierno invirtió 62% de sus ingresos para que haya comida, educación y salud, el ir a casa de la abuela a hacer guarapitos —los cuales no están avalados por médico alguno— debería ser la excepción a la solución. Y por excepción quiero decir que tu abuela vive en un campamento base en el Roraima.

Sin embargo, puede que Rona tenga razón. Capaz son las trasnacionales las que obligan a hacer colas por medicamentos que necesitamos diariamente; quizá obliguen a nuestros enfermos a acostarse en el piso en una sala de emergencias o busquen antídotos alternativos a los aprobados por la medicina oficial —porque no tienen cómo costearse una consulta médica. ¿Dónde están los “heroicos” médicos cubanos de las misiones sociales si una pre-candidata al PSUV anda dando instrucciones de cómo preparar un brebaje? No lo sabemos a ciencia cierta. ¿También fueron robados por las trasnacionales como lo han hecho con nuestros más preparados científicos?

Rona sí tiene razón en algo: tenemos que cultivar lo nuestro. Pero darle el crédito de esa aseveración, como si fuera un pensamiento original Rona©, y no tomarlo como una burda y fotocopiada referencia de las palabras del ilustre Arturo Úslar Pietri en 1936, sería una ofensa con el laureado intelectual. Porque ni en sus sueños pensó Úslar Pietri que una venezolana tomaría sus pensamientos para recomendar hacer maticas medicinales o agüitas con miel.

La idea de Úslar Pietri era activar nuevos motores que dieran alternativas progresistas al “vivapepismo” de vivir en una tierra bañada de petróleo. Si Arturo Úslar Pietri hubiera pensado en una matica de acetaminofén, no hubiera publicado su editorial en un periódico. Lo hubiera colgado en el corcho del ascensor donde se ponen las circulares de la junta de condominio del edificio.

Pero, lamentándolo mucho con el entretenimiento momentáneo que esta pre-candidata al parlamento nos ha causado ¡Ya basta con la mediocridad que ofrece el Gobierno de Nicolás Maduro como respuesta a los problemas! Basta de vanagloriarse por premios que son mentira. Basta de darles importancia a personas como la señorita en cuestión —que no van a aportar ni un solo conocimiento sólido para la materialización de necesarias leyes que impulsen y activen los cambios que el 80% del país espera. Venezuela no necesita guarapitos, Rona. ¡Necesita leyes!

Si la agenda de los diputados chavistas para el período 2016-2021 pretende crear el “Reglamento para Guarapitos Revolucionarios”, los venezolanos preferimos que consideren invertir en un programa matutino en un canal en YouTube y dejen que los verdaderos hombres y mujeres preparados para sus cargos ingresen a la Asamblea Nacional y creen la plataforma legislativa para hacer que Venezuela entre por fin al siglo XXI con hospitales y no con pañitos calientes. Sembrar acetaminofén es cosechar nuestra ignorancia, y ningún venezolano merece que esa sea la respuesta oficial al problema de la salud.

Y a Rona, mi reina, éxito con tus guarapitos.

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