Investigación

Venezuela no es chévere

Publicidad

La inseguridad, la falta de infraestuctura y la poca cultura de servicio ponen al país en la cola de opciones. La nación recibe 700 mil turistas al año. La cifra lo convierte en el menos visitado de América Latina. Al menos seis naciones han emitido comunicados informando a sus ciudanos que Venezuela es un destino peligroso. De acuerdo a los números de la policía científica, quince turistas extranjeros han sido asesinados en los últimos cuatro años

Venezuela no es un destino chévere. Así lo han hecho público unos seis países a sus ciudadanos. Estados Unidos, Inglaterra, Bélgica, Alemania, Francia e Italia le han recomendado a su gente no viajar a esta partecita de El Caribe. Porque es peligroso. Homicidios, asaltos a mano armada y secuestros —en todas sus maneras— forman parte de la lista de razones para no visitar la nación. Y si lo hacen, dicen, es a su propio riesgo.

La advertencia no fue un antojo o una guerra planificada para atacar el turismo criollo. No. Cada uno de esos países emitió sus comunicados, luego de perder a uno, o a varios ciudadanos, en suelo patrio. Todos a tiros.

El canadiense Eugene Kophmann fue asesinado en la habitación de una posada en Margarita. Al francés Yves Le Brass le dispararon porque se resistió al robo que se perpetraba en el bar de un hotel en la misma isla. Luego de agonizar tres días, el belga Bonne Philip murió por un tiro en la cabeza. “En el lobby del Hotel Eurobuilding de Caracas fue asesinado Cristophs Wilhem Keluters” así registró el diario El Universal la muerte de un alemán que tenía ocho fuera de Maiquetía.

Titulares como este se han repetido unas quince veces desde hace cuatro años, según indicaron fuentes de la policía científica. La ola de inseguridad tampoco repara en pasaportes. Tanto, que en junio de 2013, el propio ministro de Turismo, Andrés Izarra, reconoció que el crimen ahuyentaba a los turistas extranjeros. “La seguridad turística es un tema integral. Queremos un turista informado, que sepa a dónde dirigirse, cómo desplazarse en el país, a qué lugares ir”. Las palabras de Izarra fueron, en ese momento, reseñadas por la agencia de noticias EFE. En ese mismo discurso, el titular de esa cartera indicó que los visitantes conocerán a través de folletos y páginas web qué tan peligroso es el país. Y agregó que hasta las líneas aéreas sevirían como difusores.

De últimos
Según cifras extraoficiales de la Organización Mundial del Turismo (OMT) el país recibe unos 700 mil turistas en un año. Eso lo de de último en la lista de países de América Latina en recibir visita extranjera. Venezuela está, incluso, por debajo de Haití. Ecuador, por ejemplo, logró elevar su número de visitas a un millón 500 mil turistas por año. Y México, que está en la punta de América Latina, recibe 25 millones de extranjeros en ese mismo período.

Para Leudo González, presidente de la Federación de Hoteles de Venezuela (Fenahoven), el caso de México se convierte en un modelo que perfectamente se puede seguir.

“Se trata de un país que tiene elevadísimos índices de inseguridad. Allá también matan, secuestran y roban arma en mano, pero la política de estado, porque el turismo está concebido allá como una política de estado, ha logrado sembrar en los turistas que pretenden visitarlos la sensación de seguridad. Es decir, el problema está concentrado en áreas que no son turísticas, así que no es peligroso ir a los destinos que usulamente se promocionan. Y ojo, no es solo una campaña, en las zonas turísticas hay mucha seguridad”.

En México hay un compromiso político de Estado, con el turismo. Hay un convencimiento, desde la Presidencia de la República, de que la actividad representa un motor económico para el desarrollo social del país. Es así entonces, como además de un ministro, funciona también un gabinete dedicado al tema del turismo. Y funciona.

En Venezuela existe el ministerio pero no la voluntad. Esa cartera recibe anualmente el 1% de los ingresos brutos de todo el sector. Aaunque han ido mermando por la desersión de las líneas aéreas, todavía significa una buena cantidad de dinero —que debería utilizarse para la promoción, educación y hechos. Pero en el país solo se ha trabajado en una campaña cuyo eslogan cita: “Venezuela es un destino chévere”. Pero los motores para que el turista vea promesas cumplidas aún permanecen apagados.

Además de los altos índices de criminalidad, Venezuela enfrenta otros problemas. No hay infraestructura pública. Los expertos aseguran que no hay puertos y aeropuertos bien habilitados, no hay vías de comunicación en buen estado, no hay suficiente iluminación en las carreteras ni calle, no hay red de transporte público o privado que presten un servicio eficiente, ni tampoco hay paraderos en los que el turista pueda detenerse a descansar unas horas para luego seguir con el viaje.

El país cuenta con 3900 establecimientos —entre hoteles y posadas— para hospedarse. Eso se traduce a unas 125 mil habitaciones. Y hay un desarrollo hotelero importante sobre todo en las ciudades costeras, pues es allí donde se concentran las visitas de los 700 mil turistas extranjeros. Pero la mano de obra calificada para mantener esas infraestrucutras no está preparada. En consecuencia, el deterioro se hace visible más temprano que tarde.

Los expertos aseguran que es necesario impulsar la educación en materia de turismo. Una campaña integral que arrope a toda la sociedad. Además de la mano de obra calificada para mantener los hoteles y las posadas, se necesita orientar recursos para capacitar personal en atención y servicio al turista. A juicio de los expertos consultados, no han diferenciado entre servicio y servicialidad. Pero además, el ciudadano que convive con el turista no está sensibilizado con el tema. Ellos también necesitan orientación para que la convivencia sea óptima.

El país más caro

Hasta octubre de 2013, Venezuela era el país más caro de la región para los visitantes extranjeros. El control de cambio a una tasa única de 6,30 bolívares por dólar incrementaba los gastos de los turistas. Para ellos, una habitación en un hotel de mediana categoría podía costar lo que uno de cinco estrellas en otro país. Una cena en un restaurante de Las Mercedes, en Caracas, podía oscilar entre 200 y 300 dólares, por ejemplo.

“Hemos caminado. La tasa cambiaria se ha ajustado y con Sicad II los servicios para el turista extranjero se abarataron considerablemente. Tanto que de ser el destino más caro, nos convertimos en el más barato. Y eso tampoco nos favorece porque el turista suele pensar en la relación costo-servicio. Y, usulamente, las cosas muy baratas no ofrecen calidad”, advirtió González.

En todo caso, Venezuela tiene potencial. Para explotarlo hay mucho camino que andar. Luis Izquiel, criminólogo, advierte que es mucho lo que hay que hacer, sobre todo en materia de seguridad. Y el recorrido es largo, pero no imposible. “No vamos a solucionar el problema con una varita mágica, pero sí hay manera de hacerlo y de caminar sicronizadamente para que haya crecimiento. Solo se necesita voluntad y organización”, dijo.

Por su parte, el presdiente de la Fenahoven advierte que el turismo podría generar más ingresos que el petróleo. Pero coincide con Izquiel: “se necesita, en conclusión, voluntad, organización y trabajo para que la costa, que es el fuerte turístico de Venezuela, sea un verdadero paraíso rentable”.

Cronología. Algunos reportes de prensa.

Agosto 2008: El canadiense, Eugene Kophmann, fue asesinado en la habitación de la posada El Pozo, mientras estaba de vacaciones en Margarita.

2008: Asesinaron a un turista estadounidense que subieron a su velero. Kenneth Dale Peters (55) se resistió al robo y lo asesinaron a tiros en el Parque Nacional Mochima del estado Anzoátegui.

Agosto 2010: Dentro de su yate fue encontrado Emiliano Astore, turista italiano, a quien le propinaron dos balazos. El cuerpo estuvo dos días en alta mar.

2010: A Mererck Hendrick, natural de Holanda, lo mataron para robarle una cadena de oro en la isla venezolana.

Marzo 2011: El francés, Yves Le Brass, murió en un atraco a mano armada, en el bar del Hotel Laguna Mar. Su esposa también fue hurtada, pero no resultó herida.

Marzo 2011: Bonne Philip, oriundo de Bélgica, agonizó durante tres días tras ser herido en la cabeza, después que unos malandros lo atracaran en un puesto de comida, en Playa El Agua.

2011: Asesinaron a Thomas Ossel (28), un turista inglés, cuando se negó a entregar sus pertenencias a unos delincuentes del estado Nueva Esparta. Había viajaba a 40 países, incluyendo Vietnam.

Septiembre 2013: Fue asesinado Robert Sterenburg. Un ciudadano Holandés que llegó a Porlamar a bordo del crucero AIDA.

Julio 2013: A tiros murió un turista colombiano, Jorge Alberto Guaca Morales, en Pampatar. Se resistió al robo.

Febrero 2014: A tiros fue asesinado un turista de nacionalidad alemana, Horst-Kurt Fritzz. Se resistió al robo y le dispararon.

Junio 2014: Fue asesinado a tiros el alemán Cristophs Wilhem Kleuters Deuts. El hecho se registró en el hotel Eurobuilding de Caracas, luego de que intentaran robarlo y sus escoltas intervinieran. Tenía solo ocho horas de haber llegado al país.

Del amarillo al rojo
Para el Departamento de Estado de Estados Unidos, el país es un destino riesgoso. Se encuentra entre los cinco con mayor tasa de asesinatos en el mundo. Pero advierten que no solo pueden morir, sino que también pueden asaltados o secuestrados.

Entre los consejos que ofrece el informe destacan la utilización de vehículos blindados, abstenerse de usar transporte público y taxis y evitar visitas zonas clasificadas como rojas. Aunque las recomendaciones son, en su mayoría, para el personal de la embajada americana y sus familiares, se hace extensivas a quienes quieran visita.
Pero para los trabajadores de ese país destacados en Caracas hay una política de viajes por su seguridad. La normativa divide a la ciudad capital en tres zonas: amarilla, naranja y roja. La primera reúne urbanizaciones Las Mercedes, Santa Rosa de Lima, San Román, Prados del Este, Valle Arriba, Cumbres de Curumo, La Trinidad, El Cafetal, Santa Paula, San Luis, Caurimare, El Peñón y Cerro Verde. Por estos lugares es relativamente seguro transitar a cualquier hora.

La zona naranja está formada por El Bosque, La Castellana, El Rosal, Country Club, Chacao, Altamira, Los Palos Grandes, Campo Alegre, Chacaito, Montalbán, El Paraíso, Vista Alegre, San Bernardino, Los Chaguaramos, Valle Abajo, Santa Mónica, Bello Monte, Coche, El Valle, Sabana Grande, Ciudad Universitaria, La Florida, Las Marías , Oripoto, La Boyera, Los Pinos, Los Geranjos, Los Naranjos, La Lagunita, El Hatillo, Sebucán, Los Chorros, Montecristo, Los Dos Caminos, El Márquez, Horizonte, La Urbina , Macaracuay, Santa Cecilia, La Carlota, Terrazas del Ávila, Urbanización Miranda, Boleíta y Los Ruices. La norma para los trabajadores de la embajada americana aconseja que si se va a transitar por alguna de esas zona entre las 8 de la noche y las 6 de la mañana, se debe notificar a la embajada. Y si van a transitar fuera de esos sectores, entre las 12 de la noche y las 6 de la mañana, deben hacerlo en vehículos blindados.

La zona roja está prohibida, a menos que se ordene una comisión de servicio. Solo si hay autorización para visitar esos sectores: El Retiro, 23 de Enero, Blandin, La Vega, La Rinconada, Las Mayas, Tazón, Oropeza Castillo, Lomas de Urdaneta, Propatria, Casalta, Lomas De Propatria, Carapita, Antímano, Tacagua, Ruiz Pineda, Caricuao , La Quebradita, El Altantico, Sarría, La Candelaria, San Martín, La Yaguara, Barrio Píritu, Barrio La Rubia, Barrio Altavista, Petare, Caucaguita, La Dolorita, Paulo Sexto, El Llanito, Las Minas, Santa Cruz del Este, Ojo de Agua, La Naya yLas Minitas.

Fotos: Anastasia Camargo

Modelo: Douglimar Ollarves Brenderbach

Maquillaje: Christian E. Gil

Estilismo: Luis Quintero

Publicidad
Publicidad