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Colombia afirma que avión de Lamia tenía poco combustible y mucho peso

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Foto: RAUL ARBOLEDA / STR / AFP

El avión de Lamia accidentado cerca de Medellín el 28 de noviembre, en el que murieron 71 personas, entre ellas la mayoría del club de fútbol Chapecoense, viajaba con el combustible al límite y con exceso de peso, reveló este lunes la Aeronáutica Civil de Colombia (Aerocivil) en su informe preliminar.Según el secretario de Seguridad Aérea de Aerocivil, coronel Fredy Bonilla, las grabaciones de la cabina de mando muestran que el piloto y el copiloto conversaron sobre la posibilidad de hacer una escala en Leticia (Colombia) o en Bogotá «porque se encontraba en el límite de combustible», pero finalmente no lo hicieron.

«Ellos estaban conscientes de que el combustible que tenían no era el adecuado ni era suficiente», afirmó el funcionario, quien añadió que además el avión «contenía un peso superior al permitido por manuales».

Más temprano, Janeth Molina, la controladora aérea que atendió la aeronave siniestrada a finales de noviembre, aseguró que la tragedia pudo haber sido peor por la cercanía de otros vuelos que estaban a punto de aterrizar en el aeropuerto de Rionegro en Medellín.

«Fueron 71 víctimas, pero hubiera sido peor porque estuvo muy encima, demasiado cerca de las otras aeronaves» que en ese momento se encontraban en el proceso de aterrizaje en Rionegro, aeropuerto que sirve a Medellín, dijo la controladora a Caracol Radio.

En este sentido, indicó que en el momento en que el piloto del avión de Lamia le notificó su emergencia «inicia su descenso» y ella buscó «limpiarle rápidamente la trayectoria» debido a la presencia de los otros aviones.

Momentos antes, el piloto de Lamia reportó «prioridad», por lo que Molina inició «los procedimientos para ingresar» la aeronave en Rionegro.

«La aeronave notifica su descenso y de pronto es que veo en la traza del radar como empieza a hacer su descenso sin autorización y es cuando observo que se le fue encima a las otras dos aeronaves y es cuando tomo acción. Le llamo (al piloto de Lamia) y me notifica la emergencia», detalló.

Por ello, le solicitó a las aeronaves que hicieran «espera sobre el punto imaginario establecido», ya que el avión tenía por debajo tres aparatos, dos de ellos «muy críticos» porque «estaban muy cerca».

«Prácticamente (el piloto de Lamia) hizo caso omiso a las instrucciones que le estaba dando, empieza su aproximación y tenía las otras muy cerca. (…) Estuvieron muy cerca a esas aeronaves», subrayó Molina.

Preguntada acerca de si percibió tensión en la voz del piloto antes de que se declarara en emergencia, Molina dijo que no y que además en un inicio «no notificó nada», por lo que le dio las instrucciones correspondientes y le informó que había «demoras».

Esos retrasos se debían a que un avión de la compañía VivaColombia había solicitado minutos antes prioridad para aterrizar «por alarma de fuga de combustible».

«No notifica nada, (está) absolutamente tranquilo, normal, le doy las instrucciones normal, no se ve nada raro ahí», señaló acerca de las primeras comunicaciones con el piloto.

En el accidente del pasado 28 de noviembre cerca de Medellín (noroeste) murieron casi todos los jugadores de la plantilla del club de fútbol brasileño Chapecoense y quedaron con vida seis personas.

Un informe presentado por el Gobierno de Bolivia el pasado 20 de diciembre señala que la culpa del accidente es de la aerolínea boliviana Lamia y del piloto de la aeronave que se estrelló, Miguel Quiroga, fallecido en el siniestro.

El presidente de la Aeronáutica Civil de Colombia, Alfredo Bocanegra, divulgará hoy el informe preliminar del accidente.

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