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Colombia rechaza trama de invasión denunciada por chavismo

Colombia, a través de su Cancillería, puso en duda la trama de una supuesta invasión proveniente de costas colombianas, denunciada por el régimen de Nicolás Maduro. En un comunicado oficial, el gobierno de Iván Duque afirmó que se trata de otro intento por desviar la atención respecto de los verdaderos problemas que vive el pueblo de Venezuela, "mediante la acostumbrada estrategia de ese régimen ilegítimo de buscar debates y distractores externos en momentos de crisis interna"

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El gobierno de Iván Duque rechazó este domingo la infundada denuncia del régimen de Nicolás Maduro sobre una supuesta incursión de mercenarios procedentes de Colombia. Según la versión oficial chavista, los invasores pretendían atacar a los líderes de la llamada revolución bolivariana.

En un comunicado, la Cancillería colombiana desestimó las afirmaciones del «régimen dictatorial de Nicolás Maduro».

Dijo que los chavistas buscan involucrar a Colombia en «supuestos hechos de desestabilización».

«Se trata de una acusación infundada, que intenta comprometer al Gobierno de Colombia en una trama especulativa», subrayó el ministerio de Relaciones Exteriores.

Este domingo el ministro venezolano de Interior, general Néstor Reverol, aseguró que las fuerzas del gobierno frustraron una «invasión marítima».

Eran «mercenarios terroristas procedentes de Colombia», dijo.

«Invasión» en la puerta

La operación, que según el chavismo dejó ocho muertos y dos detenidos, se llevó a cabo en las costas del estado Vargas, a unos 30 kilómetros de Caracas.

El gobierno colombiano destacó que el lugar del supuesto desembarco  queda a «490 kilómetros del punto de costa más cercana de Colombia».

«Colombia rechaza las declaraciones del vocero del régimen dictatorial, sobre un supuesto intento de invasión por vía marítima de un grupo de mercenarios terroristas procedente de Colombia, que intentaron ingresar en lanchas rápidas por las costas del Estado La Guaira” (estado Vargas).

«Hacemos un llamado a la Comunidad Internacional para que rechace este tipo de acusaciones. Y tenga conciencia frente a los intentos reiterados del dictador Maduro por comprometernos en versiones falsas sobre supuestos hechos de fuerza», agrega el comunicado.

Según la versión del gobierno de Maduro,  en la acción fue incautada una lancha rápida, seis camionetas, diez fusiles y dos ametralladoras.

Las armas fueron robadas del Palacio Federal Legislativo en abril de 2019, según Reverol.

No explicó cómo las armas salieron a Colombia para después regresar en manos de supuestos enemigos del régimen.

Fuentes policiales dijeron a periodistas el domingo, de manera extraoficial, que lo ocurrido fue una fallida operación de tráfico de drogas, repelida por una de las facciones del chavismo en el poder.

Maniobra de distracción

Por su parte, el gobierno de Duque restó credibilidad a los «hechos de desestabilización» denunciados por los funcionarios de Maduro.

Afirmó que se trata de «intentos por desviar la atención respecto de los verdaderos problemas que vive el pueblo de Venezuela, mediante la acostumbrada estrategia de ese régimen ilegítimo de buscar debates y distractores externos».

Desde su llegada al poder, en agosto de 2018, el mandatario colombiano alienta una «transición democrática» en Venezuela.

Duque argumenta que el gobierno de Maduro se mantiene en el poder de manera fraudulenta e ilegítima.

El actual período que cumple Maduro salió de una elección presidencial llevada a cabo fuera de los tiempos constitucionales. El proceso fue convocado por una Asamblea Constituyente creada por Maduro con «poderes absolutos y soberanos».

Los principales partidos de oposición y sus líderes históricos estuvieron proscritos de esa elección en mayo de 2018, que nunca fue reconocida por un centenar de países.

Colombia, que comparte una extensa y porosa frontera de unos 2.200 kilómetros con su vecino, se suma a la campaña de Estados Unidos y de varias democracias occidentales para forzar la salida de Maduro del poder y que los venezolanos vayan a unas elecciones libres.

El heredero de Hugo Chávez cuenta con el respaldo del alto mando de la Fuerza Armada y de Rusia, China, CuBa e Irán, principalmente.

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