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¿Cómo el asesinato de Khashoggi puede beneficiar a Catar?

Los efectos diplomáticos colaterales del asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudita en Estambul pueden ayudar a Catar en la crisis con Riad, estiman varios analistas.

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Fotografía: EFE

Criticadas por sus versiones divergentes desde la desaparición del periodista al comienzo de octubre, las autoridades sauditas podrían verse obligadas a hacer concesiones y aligerar las sanciones que impone, junto con sus aliados del Golfo, a Catar desde junio de 2017.

El asesinato de Jamal Khashoggi, crítico con el gobierno saudita y con el bloqueo a Catar, podría convencer a los más escépticos de que Doha tenía razón al denunciar una «agresión» saudita.

«No me sorprendería que los cataríes se beneficiaran indirectamente de lo que está pasando ahora», declara Andreas Krieg, profesor del King’s College de Londres y exasesor del ejército catarí. «Los sauditas deben hacer concesiones».

Arabia Saudita, peso pesado regional y único país con frontera terrestre con Catar, encabeza un movimiento destinado a aislar a este pequeño emirato rico en gas.

En junio de 2017, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Egipto rompieron relaciones diplomáticas con Catar, al que acusan de no distanciarse lo suficiente de Irán, potencia regional chiita rival de Riad, y de apoyar a grupos islamistas radicales como los Hermanos Musulmanes.

Catar niega apoyar a grupos extremistas y acusa a sus vecinos de querer provocar un cambio de régimen en Doha.

De la noche a la mañana, Catar se encontró con los intercambios económicos congelados, su frontera terrestre cerrada y sus ciudadanos expulsados de estos países. Además se impidió a su aerolínea usar el espacio aéreo.

Arabia Saudita, Emiratos y Baréin también prohibieron a sus ciudadanos viajar a Catar.

Según el emirato, como consecuencia hay familias separadas y sus ciudadanos no pueden participar en la peregrinación musulmana a La Meca.

«Moneda de cambio»

«Si el gobierno estadounidense quiere pone fin a la crisis de Catar puede presionar a los sauditas», estima Kristian Ulrichsen, analista del instituto Baker de la universidad estadounidense Rice. Puede ser una «moneda de cambio en el caso del asesinato de Khashoggi».

El miércoles, el príncipe heredero saudita Mohamed bin Salmán dijo que los «cataríes tienen una economía fuerte».

Otros analistas son más escépticos.

«El caso Khashoggi dejó mal parada la reputación de Arabia Saudita, en particular su retórica supuestamente ‘antiterrorista'», asegura Noha Aboueldehab, del Brookings Centre de Doha. «Pero en este momento, el duelo entre Catar y Arabia se sitúa más bien abajo dentro de la lista de prioridades» de las grandes potencias.

Catar actuó con cautela y se mantuvo en silencio tras la desaparición del periodista. Reaccionó después de que Riad reconociese la muerte y lo hizo afirmando que el asesinato es «una señal de alarma».

En las redes sociales, algunos internautas de Arabia Saudita y de Emiratos acusaron a la cadena catarí Al Jazeera de cubrir demasiado el caso Khashoggi y lo interpretaron como una intención de perjudicar a Riad lo más posible.

El cierre de Al Jazeera es, de hecho, una de las condiciones de Riad para poner fin a la crisis con Doha.

Rumores

Corren rumores de que el emir de Catar, jeque Tamim ben Hamad al Thani, conversó recientemente con el ministro de Relaciones Exteriores saudita, Adel al Jubeir. «No me sorprendería que hablaran en privado», afirma Krieg.

De ser cierto, este contacto sería el más importante desde una llamada telefónica entre Mohamed bin Salmán y el emir catarí en septiembre de 2017.

Según Krieg, podrían llegar a un acuerdo en el uso del espacio aéreo, la peregrinación o la reunificación familiar. Pero esto no pondría fin a la crisis ni permitiría restablecer las relaciones diplomáticas al nivel de antes de junio de 2017, coinciden los expertos.

Y es que cualquier acuerdo debe incluir a Emiratos y la inquina de este último hacia Catar es profunda.

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